Tesis de educación emocional
jotape83Ensayo20 de Septiembre de 2018
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Taller de Educación emocional
Sesión 1. Conceptualización.
Introdución: ¿Qué es la educación emocional?
Antes de adentrarnos en las bases fundamentales de la educación emocional, deberíamos definir y tratar de contextualizar, el significado de la palabra emoción.
Etimológicamente, proviene del latín emotio/emotionis que se deriva del verbo emovere (se forma sobre movere- que significa trasladarse o ir hacia y del sufijo ´´e´´ cuyo significado hace referencia a ´´desde´´ o ´´a partir de´´. De manera tal que el origen de la palabra nos enseña que la emoción no es más que moverse de un sitio a otro, es la pulsión o la energía que nos mueve hacer algo o una acción específica.
Si hiciéramos lo mismo con la palabra educación, nos topamos que proviene del latín educare, cuyo significado alude aquello que, mediante la instrucción, la formación, la guía de un docente o maestro se logran desarrollar aptitudes, valores y habilidades que servirán a la vida en sociedad.
En plano de educación emocional, considero que la palabra adecuada para definir el proceso, en el cual la persona adquiere consciencia, autoconocimiento, y logra la observación de sí mismo; se trata de guía o acompañamiento que esté al servicio del re-descubrir de la persona (más adelante retomaremos esta parte).
La educación formal, en muchos casos, busca el adoctrinamiento y socialización del individuo por un sistema de valores específicos que lo harán parte de una cultura común y que en muchos casos será incuestionable. La educación emocional se apoya sobre cimientos proporcionalmente opuestos a la educación formal. Busca la individualización a través del reconocimiento del mundo interno y cómo se desarrolla su inter-relación con lo externo. Esta individualización partirá sobre el análisis de la observación de las emociones, no como algo ajeno, sino como algo que define nuestro universo y que resuena permanentemente en las relaciones (principalmente) íntimas, profesionales y sociales.
Hemos dedicado, aquello que orbitamos la vida adulta, toda nuestra vida en incorporar conocimientos generales, valores compartidos, cultura global, tecnicismos, habilidades racionales, etc. Pero, ¿qué hay del autoconocimiento? ¿Qué sucedió con aquellos impulsos, que hace muy poco tiempo eran literalmente desperdicio, que otrora hemos percibido y nos han llevado a la acción inconsciente? ¿Cuántas veces nos hemos llevado por la emoción sin tener la menor idea por lo que estábamos pasando?
La reflexión y la observación serán nuestras aliadas a la hora de encarar nuestra educación emocional, que lejos de estar en el adoctrinamiento, será un proceso de reconocimiento de nuestra consciencia y de nuestras aptitudes a la hora de actuar.
Finalmente se trata de utilizar un recurso valiosísimo, como son las emociones, de una manera inteligente, efectiva y utilitaria, no solo para nosotros mismos sino para nuestro entorno.
Utilidad de las emociones: ¿Para qué sirven?
En mi caso particular, siempre he escuchado que lo ´´emocional´´ prácticamente no sirve. Entorpece nuestra accionar, nos limita en nuestros objetivos y hace la vida más dramática generando sufrimiento y pesar. El cuestionamiento, a raíz de estas ´´falsas verdades´´, emanaba de la siguiente manera: ¿Para qué tengo emocionalidad si no sirve o es limitante? Esta condición humana, que ahora sabemos se extiende también al mundo animal, es una dotación que el universo (Dios) o la consciencia, nos ha otorgado para la persecución de una finalidad inteligente y específica, pero que nosotros; a través del libre albedrío, hemos decidido rechazar.
Esto es lo mismo que cortarnos los brazos porque entendemos que así nos crecerán alas. Así de ridícula se presenta la analogía. Solo basta con hacer el intento de reprimir emociones y ver cuáles son las consecuencias, a mediano y largo plazo, en nuestra fisiología.
Entonces, el nuevo paradigma plantea que las emociones son tan vitales como nuestras necesidades primarias y conocerlas (sobre todo conocer nuestro mapa emocional) nos permite acceder de manera inteligente a un nuevo mundo de percepción; pero, sobre todo, profundizar en una interpretación de nuestro entorno que deja atrás el dramatismo, el estrés y el victimismo.
Ahora bien, en términos utilitarios, las emociones han sido nuestro vehículo de supervivencia durante siglos. Su función es netamente orientativa en la toma de decisiones, es decir, hacen que cambiemos (en contadas situaciones) el rumbo de nuestro camino. Hemos escuchado la frase tal como: ´´Nunca tomes una decisión cuando estés enfadado/a´´
Además de orientarnos tienen una función adaptativa, enmarcada en el aprendizaje y como medio de información de nuestro entorno. Por eso es clave, comprender e interpretar las emociones como medio útil para relacionarnos y poder contextualizar de una manera asertiva.
Desde el punto de vista de la psicoterapia Gestáltica, se destaca la importancia del reconocimiento de las emociones como fuente de información. Haré una breve reseña de esta psicoterapia para entender su contexto y la base académica que soporta a la educación emocional.
Psicoterapia Gestáltica
Dentro de la Corriente humanista, se encuadra la Gestáltica que desarrolla una teoría centrada en el individuo y en su existencia. Deja atrás la idea patologizante del individuo para convertirlo en alguien dotado de recursos saludables que le permitirán auto-gestionarse y auto-desarrollarse.
La mirada gestáltica nos permite ver al ser, es decir a nosotros mismos, desde un punto holístico entre lo corporal, lo emocional, e integrando una dimensión espiritual.
Lo que propone la psicoterapia Gestalt, en el marco de las emociones, es:
Reconocerlas (cuáles son)
Frente al reconocimiento segmentarlas
Finalmente, Gestionarlas.
El centro De terapia Gestáltica Barcelonés, presenta un artículo (en el cuál me he apoyado para hacer esta mención) https://www.gestaltsalut.com/emociones-psicologia-gestalt/
El fundamento académico, si bien es reciente, avala y certifica que la educación emocional puede ayudarnos a desarrollar nuestro potencial.
Una interpretación alejada de la responsabilidad, o directamente en un encuadre reactivo y no proactivo, puede ocasionarnos eventos que atenten en contra de nuestro equilibrio psico-físico-emocional. Es decir, realmente adueñarnos de nuestras emociones, nos abrirá un camino de inteligencia emocional (más adelante veremos en detalle esta cuestión)
De manera que su utilidad radica en un principio básico:
Existe nada en el universo que sea producto de descarte, sino que es pasible de transformación permanente.
La otra mención que hace la Gestalt, es de servirnos de guía. Hoy en día, la zona de confort y la vida fuera de la naturaleza, ha desechado la función primaria de supervivencia que nos brindan las emociones. Por ejemplo: los homínidos, si bien no eran conscientes, estaban supeditados a las emociones y esto les permitía escapar ante el miedo o anticiparse a un suceso que atentara contra su vida. Esta función primaria, gracias a los avances tecnológicos, pareciera no ser necesaria, sin embargo, seguimos actuando de manera inconsciente, tal como lo hicieron nuestros antepasados. En muchas ocasiones sentimos cierta emocionalidad y actuamos a partir de ella sin ser conscientes hacia donde está dirigida esa energía. Como creyentes, seguimos pensando que el enojo, por ejemplo, lo provoca el medio externo (puede ser alguien) y esa emoción puede llevarnos a reacciones violentas (reactividad)
La educación emocional como base fundamental de una guía que, aplicada a la vida diaria, nos permita anticiparnos a la reacción, es decir ser proactivos a la hora de gestionar nuestras emociones.
La guía, simplemente, es acercarnos a una información que antes ni siquiera considerábamos.
Voy a recrear una situación para se entienda el concepto de guía como herramienta útil en la gestión de emociones:
-Me encuentro en mi trabajo, en un estado de concentración volcado a la tarea que estoy haciendo en ese momento. Se acerca, mi jefe, exige y demanda la entrega de un trabajo que se suponía era para la siguiente semana. Esa situación, moviliza al miedo y comienza a desarrollar en mi fisiología todos los condimentos que materializan la emoción en mi cuerpo. Sudoración excesiva, inyección sanguínea en el aparato musculo-esquelético, secreción hormonal, etc.
Toda esta efervescencia fisiológica, detona la siguiente emoción que es el enojo, es decir defender mi posición y guiado por esta reactividad, el resultado sería irme contra la persona que yo ´´creo´´ me hizo sentir miedo y luego enfado. La descarga de la emoción, resultaría en romper lo primero que tenga a la mano, o directamente propiciar todos los epítetos vejantes hacía la persona que yo considero fue la culpable de hacerme sentir de esa manera.
Puesto así, este ejemplo, pareciera que es incivilizado o que es una respuesta desmesurada, sin embargo, la mayoría de nosotros reacciona ante las emociones. No hace falta más que prender un noticiero y veremos como la gestión inconsciente de las emociones lleva a situaciones límites como cometer un asesinato.
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