Actitudes O Acciones Que Nos Impiden Obtener Beneficios
radudracul8 de Julio de 2013
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El presidente Ikeda señala: “A veces, uno se pregunta por qué los beneficios no aparecen, a pesar de que uno se esta dedicando tanto a la fe y al Kosen-Rufu. En esos momentos en vez de dar el mínimo lugar a la duda en el Gojonzon, es mejor preguntarnos si no estaremos incurriendo en una acción contra la Ley. Pues el practicante que alberga desprecio, odio, celos o rencor no va a obtener ningún beneficio de su practica”
Son catorce las actitudes que los practicantes del Budismo de Nichiren Daishonin deben evitar en su práctica. En sentido general, estas actitudes son, no solo un escollo en el avance de nuestra revolución humana, sino un impedimento concreto para obtener beneficios, aun para la persona que practica y hace actividades en forma continua.
Estas acciones aparecen enunciadas en el Hokken Mongu Ki de Miao-lo y su origen se remonta al capitulo “Parábola y Semejanza” (tercero) del Sutra Del Loto. Genéricamente, una “acción contra la ley” es, tal cual dice el Daishonin en el gosho “toda conducta que viola el espíritu del Sutra”.
No hay diferencia en el daimoku que entona un sabio y el que entona un necio, salvo la postura hacia la fe. Si uno entona cometiendo alguna de las de las catorce acciones contra la Ley, entonces no podrá obtener beneficios.
Una primera conclusión es que sin luchar contra estas catorce actitudes equivocadas, es imposible vivir en la autentica orbita del Gojonzon. Por eso vamos a estudiarlas con actitud seria y reflexiva.
En el gosho carta a Niike, el Daishonin habla reiteradamente de estas acciones,
Son:
• Arrogancia.
• Negligencia.
• Opiniones arbitrarias y basadas en el propio punto de vista.
• Compresión superficial y autocomplaciente de los principios budistas.
• Apego a los deseos mundanos, en relación con la práctica de la Ley.
• Falta de espíritu de búsqueda.
• Incredulidad o actitud de no querer creer.
• Aversión o rechazo.
• Duda basada en las propias ilusiones.
• Hablar mal, difamar, o mentir sobre la enseñanza o quienes la proclaman.
• Despreciar o menospreciar a un practicante.
• Odiar a un practicante.
• Envidiar o tener celos de la persona que practica.
• Sentir rencor o resentimiento hacia un practicante.
Dado que estos son impedimentos reales para obtener beneficios, es un tema sumamente estricto y conviene estudiarlo con la misma seriedad que lo plantea el Daishonin.
Arrogancia:
El presidente Ikeda dijo: “La arrogancia y la cobardía son las dos caras de una misma moneda”. En otra oportunidad afirmó, que la característica del arrogante es la necesidad de sentirse superior a los demás, y el miedo a comprobar que no lo es y que los demás lo superan.
La arrogancia se relaciona con otros dos actos contra la ley: la falta de espíritu de búsqueda y el desprecio. Porque muchas veces, por arrogancia, uno no quiere que los demás le señalen sus faltas, o por creerse superior, mira desde arriba a las demás personas.
Es una acción contra la Ley porque viola la igualdad entre seres humanos que postula el Sutra Del Loto, nadie es especial ante el Gojonzon, todas las personas poseen el mismo potencial.
El presidente de la SGI comenta: “Me gustaría referirme a un pasaje del gosho que me impresionó mucho cuando se lo oí al presidente Toda en una conferencia durante mi juventud. El pasaje dice: “Sin importar cuan humilde pueda ser una persona, si su sabiduría es siquiera una pizca mayor que la suya, usted debe preguntarle acerca del significado del Sutra. Pero la gente en esta era malvada es tan arrogante, prejuiciosa y apegada a la fama y a la fortuna, que temen que de hacerse discípulo de una persona humilde o tratar de aprender algo de ella, serán menospreciados por los demás. Nunca se libran de esta errada actitud, de modo que parecen estar destinados a los malos caminos”. En el momento de buscar orientación el verdadero espíritu de búsqueda no hace discriminación de índole externa, pues lo que importa es la Ley y no la condición social de la persona que la expone. Este es el espíritu fundamental, y estas palabras encierran verdades universales que revelan humanidad y democracia”.
La arrogancia es la que nos lleva a dar órdenes, a encarar sutilmente nuestra actividad como si Gakkai fuese una empresa y los miembros nuestros subordinados. Y es un impedimento para que los beneficios se manifiesten.
• La Negligencia:
Está en segundo término, y tiene una forma muy sutil de actuar, alejándonos del empeño y del trabajo cotidiano en la fe.
Negligencia significa “no efectuar el esfuerzo que uno sabe que tiene que hacer para conseguir los resultados que busca”. Uno es más proclive a esta actitud incorrecta cuando está en los dulces brazos del Éxtasis: todo está bien, así que ¿para qué esforzarme? Pero todos conocemos el “pasadizo invisible” que lleva directo del Éxtasis al Infierno. “¿Por qué no lo habré hecho en su momento?”
Esta clase de reproche es lo que por todos los medios debemos evitar. Vivir sin nada que reprocharse es de por sí, una victoria humana. No esperemos a tener el cuello en estado de infierno para levantarnos solos, siendo que con un poco de esfuerzo cotidiano es posible construir una vida de fe firme.
La negligencia también tiene que ver con la arrogancia cuando uno confía más en sus recursos mentales que en los recursos del Gojonzon. “Esto lo hago sin necesidad de esforzarme”, pensamos, y no ponemos dedicación ni seriedad. “¿Para qué preparar mis palabras? Si en la reunión improviso y salgo de la situación con mi carisma y personalidad”. El principiante no es negligente ni arrogante, porque como recién empieza, rebosa de espíritu de búsqueda y se esfuerza sinceramente. Pero cuando uno empieza a ser veterano, está expuesto a sentir “Ya luché tanto. Si hoy no entono Daimoku, igual voy a contar con la protección, por toda la buena fortuna que tengo acumulada”.
La negligencia es la socia de la inercia. Siempre van juntas. Cuando uno quiere combatir la inercia, lo mejor es atacar las posturas negligentes y empezar a esforzarse puntualmente en el desafío de cada día.
El presidente Ikeda enfatiza que la Soka Gakkai llegó a ser lo que es gracias al esfuerzo infatigable de los pioneros, que trabajaron venciendo el cansancio para construir una organización inamovible. Si los sucesores caemos en la negligencia, todo el esfuerzo de los sucesivos presidentes y de los predecesores habrá sido en vano.
• Opiniones Arbitrarias Y Basadas En El Propio Punto De Vista.
El concepto de “ideas propias” que uno le incorpora al Budismo se refiere a cuando, sin darnos cuenta, distorsionamos la enseñanza. No es el Budismo el que se tiene que adaptar a las ideas de uno sobre la vida, sino uno el que debe estudiar y aprender seriamente la filosofía de la Ley Mística, para corregir o enriquecer su visión sobre el mundo.
Nuestro maestro nos recuerda: “por favor, tengan presente que la fe equivale a la vida cotidiana. El Budismo es razón; por ende, es esencial que nuestros actos concuerden con el sentido común. Actuar de una forma que a los demás les resulta extraña y falta de lógica o contraria al sentido común, va contra las enseñanzas del Budismo y representa una acción contra la Ley”. Si uno actúa de manera extraña, la sociedad se preguntará si eso es lo que el budismo propicia entre sus practicantes, y esto despierta la suspicacia y las falsas apreciaciones sobre la fe.
Muchas veces, incorporamos en “nuestro Budismo” nociones que no pertenecen a él, pero que “disfrazamos” de budistas, las usamos para justificar nuestras propias debilidades. Como estas cosas son my sutiles, es importante tener un “deseo puro y sincero” de practicar la fe correctamente, sin distorsiones. El espíritu de búsqueda y la relación con el mentor son esenciales y como en el budismo no hay mandamientos, el eje central de la fe yace en no violar el espíritu del Sutra.
• Comprensión Superficial Y Autocomplaciente De Los Principios Budistas.
Otra acción contra la ley es la comprensión superficial y complaciente. Dicho de otro modo, es ser superficial y conformarse con eso. Aunque la referencia se aplica al “entendimiento’, también vale para la fe. Muchas veces la postura hacia la fe o la lucha es superficial, y uno no quiere profundizar más. El presidente Ikeda aclara: “Cuando uno siente: con esto que estoy haciendo ya está bien. No necesito ir más allá está incurriendo en un exceso de complacencia. La vida mas digna de respeto, desde la perspectiva del Buda, es la que vibra con espíritu de avance perpetuo y de auto superación permanente. Por muchos méritos que uno haya acumulado en la fe, si pierde el espíritu de búsqueda, su fe retrocederá rápidamente, hasta el punto de que ya no sabrá ni entenderá de qué se trataba la fe”. Agrega, en otro lugar: “La gente, con intenso apego a sistemas de valores quebrantados, prefiere lo mezquino y se aparta de lo noble. Siente predilección por las cosas triviales y poco auténticas y detesta lo genuino. El Último Día de la Ley es la época en que las personas se muestran receptivas frente a las ideas superficiales y a las formas frívolas de vivir, y desprecian el modo profundo de sentir la vida.
También el presidente Ikeda explica: “El conformismo es otra cara de la mentalidad estrecha. De este corazón cerrado y superficial nacen los celos, la “matonería” y los enfrentamientos tan crueles, típico del estado de Ira... Lo que hace falta es una buena cuota de amplitud,
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