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ESCUELAS CATOLICAS

antuhan29 de Enero de 2013

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Establecer escuelas católicas para los niños pobres. Ese fue el proyecto de monseñor Roa. Así se ha continuado en el tiempo. Desde siempre, grandes necesidades han acompañado y todavía acompañan este trabajo.

Monseñor Domingo Roa Pérez es gratamente recordado como el Obispo andino que vino dispuesto a sembrarse en el Zulia. Esa fue su intención, declarada en sus primeras palabras como Obispo del Zulia el 13 de marzo de 1961, " Desde hoy el Zulia será el objeto de mis permanentes desvelos". Con su apariencia, tímida y reservada, de hombre recién bajado de la montaña fue penetrándose en el tejido de esta cultura zuliana y maracaibera. Hombre amante y defensor de la democracia y de la libertad que llegaba al Zulia a pocos meses de haberse aprobado una nueva Constitución de la República de

Venezuela. En esta tierra emprendería sus más grandes proyectos.

BIOGRAFÍA DE MONS. DR. DOMINGO ROA PÉREZ

Nació en el Cobre, Municipio Vargas, del Estado Táchira, el día 21 de Febrero de 1915. Hijo legítimo de Don Quiterio Roa y Doña Juana Pérez de Roa.

Estudió su instrucción elemental en su ciudad natal y en Pamplona Colombia: Ingresa al Seminario el 1 de octubre de 1929 bajo la mano paternal de Mons. Tomas San Miguel, hasta el 13 de julio de 1934, en septiembre ingresa al Seminario Interdiocesano de Caracas donde realiza estudios de Filosofía y Teología. Recibió la ordenación Sacerdotal el 12 de abril de 1941 de manos del Excelentísimo Mons. Luis Traglia, al día siguiente celebra su primera Misa.

En 1942, Domingo Roa Pérez fue nombrado profesor en el Liceo Sucre, en Colón del Táchira, actividad que desempeña junto a la labor sacerdotal. En 1946, es nombrado Director del Diario Católico de San Cristóbal, realizando una gran labor periodística. En 1957, es designado Obispo de la ciudad de Calabozo y en 1961 Arzobispo de Maracaibo hasta 1993, ciudad con la cual estuvo estrechamente vinculado.

Dentro de otras labores desarrolladas por Monseñor Domingo Roa Pérez hay que destacar: Administrador Apostólico de la ciudad de Mérida durante 18 meses; ejerció dos veces la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana; participó en el Concilio Vaticano II y en las conferencias del episcopado latinoamericano de Medellín (Colombia) y Puebla (México).

Por su edad fue jubilado en el año 1993, por haber cumplido los 75 años de edad, pero es llamado por la alta jerarquía eclesiástica a dirigir los destinos de la recién creada Diócesis El Vigía-San Carlos (22 de julio de 1994), tomando posesión del cargo como su primer administrador apostólico, el 22 de octubre de 1994, se inicia así su contacto con El Vigía y el municipio Alberto Adriani, actividad que desarrolla hasta el 19 de junio de 1999, cuando el Monseñor William Enrique Delgado Silva recibe el referido cargo como el primer Obispo titular.

En esta segunda etapa de su vida religiosa, 1999 hasta su muerte, realiza una excelente labor en la que reafirma lo que siempre fue su norte "... evangelizar y promover la vida religiosa, con la convicción de quien educa un buen cristiano, forma indiscutiblemente un buen ciudadano", es por ello que además de la evangelización se le ve vinculado a obras de asistencia social y con la mayoría de los sectores de la sociedad del municipio, en especial con las instituciones educativas.

EDUCACIÓN PARA LOS MÁS POBRES

El 07 de enero de 1969, después de las celebraciones navideñas, Mons. Roa Pérez comenzaba a poner por obra la palabra comprometida a su llegada al Zulia: “Multiplicaremos nuestros esfuerzos y diligencias a fin de que llegue a más niños y jóvenes el beneficio inestimable de la educación”.

En territorios del sur de Maracaibo, en terrenos ocupados por el urbanismo desordenado, nacía la Escuela Arquidiocesana Madre Laura. Una construcción modesta con techos de zinc, unas aulas construidas con aportes de empresarios amigos y una humilde vivienda para las religiosas venidas de Colombia. Era la primera de las muchas instituciones educativas que nacerían de las manos de este Obispo profundamente enamorado de la educación.

Sus palabras, el 1 de abril del año 1981 con motivo de recibir la Orden Andrés Bello, revelan los orígenes de su Proyecto Educativo: “Al llegar a Maracaibo tuve la enorme alegría de ver que la iglesia contaba con varios colegios católicos…, para la educación de la clase media y alta, pero en cambio, los marginados y las clases humildes, no tenían ese privilegio. Yo me propuse ampliar ese radio de acción creando más escuelas para las zonas marginales con el objeto de multiplicar el beneficio inestimable de la educación cristiana, …sólo Dios sabe los caminos recorridos en este programa, las fatigas y las copas amargas apuradas para darles nuevos centros de formación cristiana gratuita a los niños pobres de la Arquidiócesis.”

Proseguía monseñor Roa en el mismo Discurso: “Con este plan estamos haciendo una obra de Patria y de Iglesia y en ella se unen muchas fuerzas para realizar el bien: El ejecutivo Regional, las abnegadas Religiosas, los maestros y maestras, las instituciones privadas y personas. Las Escuelas son centro de convergencia y un aporte sincero y leal en el gran compromiso de la educación. La Iglesia al abrir escuelas no pretende suplantar a nadie, sólo se propone ayudar y contribuir en la formación del hombre integral, del nuevo venezolano.”

Un Proyecto cumplido

Con el paso del tiempo y a lo largo de estos cuarenta años han continuado esparciéndose las Escuelas Arquidiocesanas por el territorio del Estado Zulia. Son veintinueve Escuelas, presentes en cinco Municipios del Estado Zulia. Trece en Maracaibo, diez en San Francisco, tres en Páez, dos en Mara y una en La Cañada de Urdaneta.

Abarcan desde la etapa inicial de la educación hasta llegar al final de la educación media diversificada y profesional. Veinte mil alumnos, mil quinientos empleados, veinte y un mil egresados. Estos son los que directamente hacen posible este proyecto educativo con su presencia, estudio y diario trabajo.

Grandes necesidades

Establecer escuelas católicas para los niños pobres. Ese fue el proyecto de monseñor Roa. Así se ha continuado en el tiempo. Desde siempre, grandes necesidades han acompañado y todavía acompañan este trabajo.

El Ejecutivo del Estado, el Ministerio de Educación, la Asociación Venezolana de Educación Católica son los entes que con su apoyo y contribución han hecho posible el sostenimiento de esta obra educativa. Lamentablemente estos aportes ya no son suficientes. Los recortes presupuestarios, producidos por las crisis económicas del país, ponen en peligro la estabilidad de estas Escuelas y frenan el crecimiento y la expansión de una gran obra.

En la actualidad confrontan un gran déficit en su presupuesto, que solamente durante el año 2009 alcanza los once millones de bolívares fuertes. Este déficit representa que los sueldos de los empleados no han podido ser actualizados durante los últimos dos años, que el bono de alimentación no ha sido actualizado, que no se puede clasificar a los docentes según sus cualificaciones profesionales, que no se cuente con la seguridad para cancelación de beneficios como vacaciones y bonos de fin de año. La Arquidiócesis de Maracaibo no tiene recursos para responder a esta cruda realidad. En las actuales circunstancias se hace difícil conseguir que estas cantidades puedan provenir únicamente del presupuesto oficial.

El funcionamiento de estas instituciones no puede seguir dependiendo únicamente de los recursos del Estado, por ello se hace necesario apelar al sentido de responsabilidad social y de compromiso cristiano que siempre han caracterizado a los hombres y mujeres del Zulia.

Junto a representantes del empresariado zuliano, la Arquidiócesis de Maracaibo está emprendiendo la tarea de recolectar los recursos necesarios para atender todo lo relacionado con el bono de fin de año del personal que trabajan en estas Escuelas. Este compromiso asciende a tres millones de bolívares fuertes. Puede parecer grande la cantidad, pero se hace pequeña ante la generosidad de los zulianos.

El Arzobispo de Maracaibo, monseñor Ubaldo Santana, junto a todos los que trabajan en las Escuelas Arquidiocesanas confían que la grandeza de los zulianos seguirá acompañando y respaldando el trabajo educativo que la Iglesia realiza para preparar a las jóvenes generaciones. Ellos han de ser los constructores de un futuro mejor para el Zulia y para Venezuela.

Con la finalidad de recibir los aportes de las personas e instituciones de buena voluntad, se ha dispuesto la cuenta corriente 0134-0081-470813130858, a nombre de la Asociación Civil Escuelas Arquidiocesanas en Banesco.

El 1 de enero de 2.010 se recordó el décimo aniversario del fallecimiento de monseñor Domingo Roa Pérez. Es justo y oportuno pensar que el mejor homenaje que se puede ofrecer en su memoria es el de permitir que la obra iniciada por él se perpetúe en la historia del Zulia.

Que la Virgen de Chiquinquirá, Patrona del Zulia, en la celebración de los 300 años de su milagrosa presencia, bendiga esta obra educativa y toque los corazones de todos los zulianos y zulianas de buena voluntad, para que hagan posible su continuación en el tiempo y sigan dando abundantes frutos al Zulia y a Venezuela entera.

Es necesario desear que se hagan realidad las palabras de monseñor Roa: “Cada Escuela debe ser un templo a la sabiduría y a la grandeza del hombre como persona e hijo de Dios”.

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