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Iglesia Nueva visión del Jesús histórico


Enviado por   •  1 de Agosto de 2015  •  Documentos de Investigación  •  3.034 Palabras (13 Páginas)  •  100 Visitas

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JUDÍO MARGINAL

Nueva visión del Jesús histórico

Tomo I: Las raíces del problema y de la persona

Introducción

1. Naturaleza y origen de este libro

Por “Jesús histórico” entiendo el Jesús que podemos recuperar, rescatar o reconstruir utilizando los medios científicos de la investigación histórica moderna. Este “Jesús histórico” será siempre una elaboración científica que no coincide con la realidad total de Jesús de Nazaret. Método utilizado en esta obra: prescindir de lo que la fe cristiana o la enseñanza posterior de la Iglesia dicen acerca de Jesús, sin afirmar ni negar tales asertos.

4. Nota marginal sobre marginalidad

“Marginal” se emplea para evocar y conectar una serie de aspectos relacionados de la vida y ministerio de Jesús: 

  1. Jesús era insignificante para la historia nacional y universal a los ojos de los   historiadores judíos y paganos.
  2. Jesús era un judío que vivía en una Palestina controlada por los romanos.
  3. Jesús se marginó a Sí mismo: se convirtió en “desocupado” e itinerante a fin de asumir un ministerio profético.
  4. Nunca asistió a una escuela de escribas ni estudió con algún conocido maestro.
  5. El estilo de enseñanza y vida de Jesús, lo empujó al margen del judaísmo palestino.

PRIMERA PARTE

RAÍCES DEL PROBLEMA

1

Conceptos básicos: El Jesús real y el Jesús histórico

El Jesús real: El historial “razonablemente completo” del Jesús “real”, se encuentra hoy irremediablemente perdido. No lo podemos conocer mediante investigación histórica, ni su realidad total, ni siquiera un retrato biográfico razonablemente completo. Sí podemos conocer, en cambio, al “Jesús histórico”. 

El Jesús histórico: El Jesús histórico puede darnos fragmentos de la persona “real”, pero nada más. Los Evangelios presentan a Jesús en la tierra, no al Jesús histórico.

“Historisch” y “geschichtlich”: Problema de la distinción: o bien se exalta al Jesús de la historia a fin de destronar a un Cristo de la fe que se considera una mera creación fraudulenta de la Iglesia, o bien se ensalza al Cristo kerigmático sobre las oscilantes y contradictorias reconstrucciones del Jesús histórico. El “Jesús de la historia” no es el “Jesús real”, sino sólo una reconstrucción hipotética y fragmentaria de Él. 

2

Fuentes: Los libros canónicos del Nuevo Testamento

No tenemos una “historia” o “biografía” del Jesús histórico, ya que básicamente los datos que poseemos nos han llegado a través de los Evangelios, y éstos no son libros históricos. Después de analizar varias hipótesis podemos establecer tres fuentes “mayores” para aproximarnos a Jesús: Marcos, Q y Juan. Marcos porque, de los sinópticos, es el más antiguo; Q porque consta que fue fuente para los Evangelios; y Juan porque presenta el misterio de Jesús demasiado diferente para derivarse de los sinópticos. Aparte de estas fuentes mayores, también se puede recurrir a las “menores”: M (Mateo) y L (Lucas). Del resto del Nuevo Testamento no hay pasajes que ofrezcan algo significativo acerca del Jesús histórico. La más prometedora fuente de información es Pablo. Sin embargo, estos pasajes están referidos a palabras de Jesús, pero no lo citan textualmente (1Cor 9,14; 7,10-13; Rm 1,3; 15,8). Otros que aportan datos son Santiago (5,12) y Pedro. En conclusión, debemos considerar que ninguna forma de un dicho se puede considerar como “la” forma original.

3

Fuentes: Josefo

El más importante testigo potencial de la vida y actividad de Jesús es el judío aristócrata, político, militar, renegado e historiador José Ben Matías (37/38 d.C. algo después del 100), conocido como Flavio Josefo por el nombre de sus protectores, los emperadores Flavios. Obras: “La guerra judía” y “Antigüedades judaicas” (93-94). Con referencia a Jesús encontramos dos textos:

  1. Ant. 10.9.1 &200 dice: “Así pues, habiendo pensado esta clase de persona (o sea, un cruel saduceo), Anano, que disponía de una ocasión favorable porque Festo había muerto y Albino estaba aún de camino, convocó una reunión (literalmente, “sanedrín”) de jueces y llevó ante él al hermano de Jesús, que es llamado Mesías, de nombre Santiago, y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para que fuesen apedreados”. Resulta muy improbable que la versión de Josefo sea el resultado de un retoque cristiano, porque al parecer Josefo no conoce la línea genealógica de Jesús, por el modo de identificar a Santiago (el hermano de Jesús), y por la forma de muerte de éste.

  1. Ant. 18.3.3 &63-64 (“Testimonium Flavianum”): “En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, si verdaderamente se le puede llamar hombre. Porque fue autor de hechos asombrosos, maestro de gente que recibe con gusto la verdad. Y atrajo a muchos judíos y a muchos de origen griego. Él era el Mesías. Y cuando Pilato, a causa de una acusación hecha por los hombres principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, los que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo. Porque él se les apareció al tercer día, vivo otra vez, tal como los divinos profetas habían hablado de estas y otras innumerables cosas maravillosas acerca de él. Y hasta este mismo día la tribu de los cristianos, llamados así a causa de él, no ha desaparecido”.

En este pasaje hay tres interpolaciones claramente cristianas:

  1. “Si verdaderamente se le puede llamar hombre”
  2. “Él era el Mesías”
  3. “Porque él se les apareció el tercer día… acerca de él”

En el núcleo, no sólo el vocabulario y el estilo son propios de Josefo, sino que al menos algo del vocabulario no figura en el NT, y parte del contenido está en desacuerdo con lo que el NT dice.

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