Pedagogía en Educación Básica con Mención “Ensayo Reflexivo”

Facultad de Educación

Pedagogía en Educación Básica con Mención

“Ensayo Reflexivo”

Estudiante:

Alonso Sanhueza Hernández

Docentes:

Moira Estefanía Fernández Benavidez.

Rommel Angel Sanhueza Gonzales.

Cátedra:

Manifestaciones de la Espiritualidad en la Araucanía.

Mayo, 2013

Temuco, Chile.

A continuación, en el presente ensayo me guiare en base a las lecturas y los temas trabajados en las clases expositivas, donde expondré opiniones personales derivado de citas en relación a textos leídos en clase principalmente, intentando dar respuesta a interrogantes personales y dejando interrogantes sin respuesta que surgieron en la reflexión de este ensayo personal. Profundizando en áreas no comúnes a trabajar en nosotros como lo son opiniones a nivel de satisfacción personal y social o simplemente la necesidad que podemos tener.

Estudiantes universitarios enfocados en el aprender teórico y dejando elementos de nuestra propia existencia tanto a nivel de religiosidad como también conciencia de nuestra espiritualidad y la valoración en un acto tan cotidiano como es la comunicación.

Desde cuando nacemos hemos estado insertos en un proceso de socialización, donde las primeras personas en su mayoría son los padres, los que te inculcan normas, hábitos y te enseñan que comportamientos debes tener, según sea la cultura y el tipo de sociedad en el que este inserta la persona. Uno de los factores determinantes en este proceso es el de religión, según las creencias que tenga la familia, estas serán traspasadas a sus integrantes incidiendo en su forma de pensar y vivir la vida.

A pesar de tener una fe y respetar las normas u hábitos de la religión Católica, nunca me ha gustado participar activamente en la parroquia o comunidad religiosa a diferencia de mis padres, hermana y amigos , pero no por el hecho de tener interés distintos o visiones de vida diferentes o radicales, la verdad puede derivar de vivir un modo diferente la espiritualidad, cuando siento que alimento mi fe y vivo en espiritualidad al trabajar con gente que lo necesita dando comida a aquellos que en la calle no tienen un techo, personas alcohólicas que dejan sus familias por un vicio, no se les puede condenar ni tampoco alabar ni felicitar pero en mi fe y espiritualidad me siento tranquilo, no soy de las personas que reza todas las noches pero si piensa en lo vivido y da las gracias a ese ser superior o más bien dicho a Dios, expreso mi fe y espiritualidad mas en hechos que en palabras.

“No suelo ir a Misa. Pero si por alguna razón acudo a ella, sólo comparto la Comunión si “siento”

que es Eucaristía. Rezo, canto y celebro con un pequeño grupo y con una pequeña comunidad de cristianos.

Son sencillos lugares, pero privilegiados para alimentar mi espiritualidad. Ni qué decir tiene que los

espacios y tiempos que comparto con compañeros/as del MOCEOP, son una especie de balneario

espiritual. También me gusta conversar con personas agnósticas o no creyentes sobre esos asuntos de mayor o

menor trascendencia. Es enriquecedor cuando no hay ánimo de imponer. Conozco a algún obispo con el que

se puede dialogar de ese modo. “Hay de todo en la Viña del Señor”. (José Luis Sainz).

Nunca he sentido realmente que pertenezco a una fe viva en la espiritualidad de la religión católica, porque también comparto principios de otras creencias, me gusta conocer diferentes visiones o realidades, creo que como en toda creencia y hasta los que no creen tienen buenas y malas formas en cuanto al actuar ya que como dice el dicho “Predica pero no practica”, es que si de verdad alguien vive los principios de fe a través de su vida debería ser ejemplo palpable de ellos y no solo auto de nominarse en una creencia. Sin embargo se debe considerar que cada persona es diferente, gustos diferentes, experiencias de vida diferentes y es allí que siempre compartiremos e intercambiaremos opiniones pero nunca podremos empatizar efectivamente.

“El ateísmo quita la cuerda y le dice al hombre: ¿Cuándo dejarás de jugar a ser náufrago? La tierra está bajo tus pies, firme y segura, pero tú sigues aferrado a tu trauma. Hubo un tiempo en que creías que ibas a caer al fondo y ahogarte. Eso pasó hace ya muchísimo tiempo. Entonces eras un niño muy desgraciado y necesitabas seguridad. A esa exigencia de seguridad tuya es a la que ha respondido la religión por ti…Buda lo expresó de una forma muy bella: mi religión, mi enseñanza no es más que una barca con la que se atraviesa el río. Llegados a la orilla, a nadie se le va a ocurrir tomar la barca y colocársela sobre la cabeza para llevársela, sino que se deja allí y se camina libremente” (Drewermann. Dios inmediato, Madrid, Editorial Trotta, 1997).

Los hechos, situaciones vividas o experiencias previas para llegar a encontrar un sentido especifico del porque ocurren ciertas situaciones, es un proceso que no tiene una fecha específica u horario, sino las cosas ocurren cuando deben ocurrir, algunos pueden llamarle destino, Dios quiso que fuera así o simplemente no tiene nombre. Las personas en este mundo globalizado estamos en constante movimiento preocupados de nuestros intereses, lograr nuestros objetivos, maquinas humanas de hacer, producir con el fin de obtener un resultado pero si nos detuviéramos a pensar ¿Estoy realmente consciente de lo que he vivido? , ¿Vivo realmente con un sentido de vida?, ¿Le doy sentido a lo vivido?.

“Compartimos con otros mamíferos el soñar durante el dormir pero el lenguaje, que es lo humano, nos

permite también ensoñar durante la vigilia. Somos lenguaje, esa flecha poderosa que nos permite viajar fuera

del espacio y tiempo, con el lenguaje nos desplazamos hacia atrás y hacia delante, formulamos lo vivido e

imaginamos futuros posibles. El lenguaje nos permite que la memoria y la imaginación duren más allá del

momento y nos permite la conciencia. Con el lenguaje, la conciencia, ensanchamos

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