RESUMEN DEL LIBRO AUTORIDAD ESPIRITUAL LA IMPORTANCIA DE LA AUTORIDAD

RESUMEN DEL LIBRO AUTORIDAD ESPIRITUAL

LA IMPORTANCIA DE LA AUTORIDAD

Remitiéndonos a versículos bíblicos tales como: Ro 13:1-7 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay otra autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por  Dios han sido establecidas. … ”  podemos apreciar claramente que toda autoridad tanto espiritual como terrenal proviene de Dios, del mismo hecho de que Él es Dios, de que Él es la máxima autoridad, de su poder, de que todas la cosas son creadas por su autoridad y toda ley física se mantiene por esta misma autoridad, toda cosa, toda persona , todo ser, toda criatura, lo conocido y lo no conocido por el hombre ha sido creación de Dios, por lo tanto toda la autoridad le pertenece y lo representa.

Partiendo de este concepto, es obligación de todos aquellos que deseamos servirle conocer su autoridad, en el entendido que Dios es la autoridad y sus hechos son su poder.

Así como Satanás es producto de su propia rebelión contra Dios, puesto que sobrepasó su autoridad queriendo ser como Dios mismo, de este modo es toda persona que no respeta la autoridad de Dios en primera instancia no le conoce y posteriormente está incapacitado para predicarle, ya que ¿Cómo podemos predicar a Cristo basados en un principio de rebelión? , esto es una mera paradoja que al ser llevada a cabo , el mismo Satanás se burla de quien lo hace, pues sabe que quien no está sometido a la autoridad de Dios está sometido a los principios de Satanás, el temor de Satanás no es que prediquemos a Cristo sino que estemos sujetos a la autoridad de Cristo.

Toda rebelión a la autoridad de Dios es más ofensiva que injuriar su Santidad, puesto que la segunda acción es ejecutada como un acto de la conducta de cada ser humano, la primera está sustentada en sus principios.

CASOS DE REBELIÓN EN EL ANTIGÜO TESTAMENTO

Eva come del fruto prohibido. Sin lugar a dudas el primer caso de desobediencia lo vemos en Génesis 3:1-6, donde Eva convencida de los argumentos que le dio la serpiente decide no cumplir la orden que Dios le dio a Adán, cabe señalar que la intención de Dios no era el simple hecho de que Adán entendiera por prohibido comer del fruto, sino que en ese momento Dios pone a Adán bajo autoridad, con la intensión de que aprendiera la obediencia, ya que también por su parte, Dios había otorgado a Adán la autoridad sobre todas las criaturas de la tierra , es por esto que se “genera” el principio de que sólo quien se sujete a la autoridad puede ser autoridad.

De acuerdo al orden de la creación de Dios, al ser Adán creado primero que Eva, entrega la autoridad a Adán y por consecuencia Eva debe estar sujeta a esta autoridad, este orden de prioridades es la base de la autoridad. Así mismo donde quiera que vayamos, lo primero que debemos hacer es informarnos quién es la autoridad, pues son las personas a quien Dios quiere que nos sometamos. En todas partes podemos ver la autoridad y en cualquier momento podemos aprender a ser obedientes a ella.

La obediencia es el principio por el cual vivimos esta vida. Las divisiones y desordenes en la iglesia y en los hogares provienen de la rebelión. Aunque muchos aparentan saber obedecer a Dios, pero no saben nada de obedecer la autoridad delegada de Dios, y si todas la autoridades proceden de Dios, debemos obedecerlas a todas. Algunos creen que es muy difícil obedecer a la autoridad, pero si hemos tenido un encuentro con Dios, la dificultad desaparece, pues no hay nadie que obedezca a la autoridad de Dios sin que su misericordia descanse sobre él. Por lo tanto es importante aprender a: 1) Tener un espíritu de obediencia, 2) practicar la obediencia y 3) ejercer la autoridad delegada, pues tan malo es no sujetarse a la autoridad, así como no saber ejercerla.

CASOS DE REBELIÓN EN EL ANTIGÜO TESTAMENTO

En este capítulo el autor se fundamenta bíblicamente en cuatro casos más de rebelión, el primero en Génesis 9:20-27 donde vemos la rebelión de Cam, el segundo en Levítico 10:1-2 cuando Nadab y Abiú deciden actuar fuera de toda sujeción, el tercero lo podemos ver en Números 12 en el cual Aarón y María murmuran en contra de Moisés y finalmente la rebelión de Coré, Datán y Abiram en Números 16.

La rebelión de Cam. En este pasaje Cam lejos de cubrir la falta de su padre, pues éste se había emborrachado y estaba desnudo, Cam decide decírselo a sus hermanos y hacer más notoria la falla de Noé omitiendo la dignidad de la autoridad, pero la carne se regocija en ver un defecto en la autoridad con la finalidad de escaparse de toda restricción, de toda barrera o limitación que representa una autoridad.

El fuego extraño ofrecido por Nadab y Abiú. En este caso podemos observar que no debemos actuar bajo nuestra propia voluntad ya que Dios tiene perfectamente establecido el orden de todas las cosas a través de la sujeción y la autoridad.

La murmuración de Aarón y María. Si Aarón y María eran hermanos de Moisés y además mayores que él, era de suponerse que ellos tendrían autoridad sobre él y tal vez por esa razón se aventuran a murmuran en su contra, sin embargo en el orden de Dios, Aarón y María representaban una autoridad para Moisés con base en su relación familiar mas no así en la autoridad que Dios otorgó a Moisés que al mismo tiempo lo representaba, pues aquí Moisés era mayor que Aarón y María , ellos tenían que sujetarse a él, el mismo Dios lo decidió de esa manera, por este motivo cuando ambos hermanos pretenden ponerse en el mismo peldaño en el que se encontraba Moisés , la ira de Dios es notoria. Pecar contra la autoridad delegada es pecar contra Dios.

La rebelión de Coré, Datán y Abiram. Este es un ejemplo de rebelión colectiva, aquí el autor señala que la rebelión es contagiosa pues los antes mencionados se oponían unidos con el pueblo a la autoridad de Moisés y a Aarón, no tenían la intención de ser rebeldes a Dios; pues todavía deseaban servirle, tan sólo desaprobaban a Moisés y a Aarón. Pero no comprendían que Dios y su autoridad delegada son inseparables. La rebelión es un principio infernal, como este pueblo se rebeló se abrió la puerta del Seol.

DAVID Y SU CONOCIMIENTO DE LA AUTORIDAD

Cuando Dios instituyó la autoridad sobre la tierra fue en el tiempo de que se estableció el reino de Israel, ya los israelitas había entrado en Canaán y le pidieron a Dios un rey. Posteriormente Dios encomienda a Samuel ungir a Saúl como el primer rey. Saúl fue escogido por Dios para ser autoridad delegada, sin embargo sabemos que Saúl fue un rey sumamente rebelde a la voluntad de Dios, desobediente, cuando Dios dio una orden tan importante como matar al rey de los amalecitas, Saúl no conforme con perdonar al rey la vida, conserva también lo mejor de los bienes de ese pueblo, como esta acción fue realizada en rebeldía a la palabra de Dios, Él desecha a Saúl, manda nuevamente a Samuel para ungir a David, pero David es ungido cuando Saúl todavía reinaba sobre Israel, incluso formaba parte del ejercito de Saúl. Entonces Israel tenía dos reyes, el rey rechazado que estaba todavía en el trono y David el ungido escogido por Dios que aún no ascendía al trono, por lo tanto Saúl procuró matarlo muchas veces.

LA OBEDIENCIA DEL HIJO

En este capítulo vemos cómo es que definitivamente el ejemplo más perfecto de sometimiento y obediencia a la autoridad lo demostró, lo cumplió y lo aprendió Jesús, puesto que siendo Dios, se despojó de sí mismo, de su poder, de su autoridad, y de su gloria, en pocas palabras se despojó de ser Dios, de ser el Hijo de Dios, que no se aferró a decir yo soy Dios y todos se someten a mí, sino que por el contrario, Él se humilló dos veces, primero en este acto desprenderse de su divinidad y posteriormente en su humanidad, y de esta manera simplemente, sin ninguna complicación y sin ningún cuestionamiento, Él se somete voluntariamente a la autoridad del Padre y declara : “El Padre mayor es que yo” (Juan 14:28) En este momento el Padre toma el lugar de la cabeza, y el Hijo responde con obediencia. Dios es la autoridad y Cristo la obediencia. Para que los seres humanos fuésemos obedientes bastaría tan sólo con un poco de humildad y despojarnos de nuestro ego, sin embargo para Cristo que lo es TODO, seguramente no fue fácil ser obediente y aun así Él aprendió la obediencia y la inició.

Jesús dejó su autoridad en el cielo y la cambió por obediencia aquí en la tierra, voluntariamente fue como un esclavo, aceptando las limitaciones humanas del tiempo y el espacio, se humillo hasta el último momento, y fue obediente hasta la muerte. La obediencia dentro de la Divinidad ha sido el espectáculo más maravilloso de todo el universo. Dios lo exaltó hasta lo sumo. Dios exalta al que se humilla. Este es un principio divino.

CÓMO ESTABLECE DIOS SU REINO

Así como Dios aseguró el principio de obediencia mediante la vida de nuestro Señor Jesucristo, así también estableció su autoridad por medio del Él.

Cuando Jesús vino a la tierra, lo hizo como hombre, fue débil y aprendió lo que era la obediencia, y a pesar de tanto sufrimiento maduró en fruto de obediencia y ninguna clase de sufrimiento lo hizo murmurar o enojarse.

Que diferente fue la actitud y la obediencia de Jesús comparada con tantos cristianos que al pesar de padecer tanto sufrimiento no aprendemos la obediencia incluso cuando han pasado tantos años, lo más común es murmurar y renegar pero nunca someternos a la autoridad de Dios y menos a obedecerlo, pero Jesús si lo hizo. Por la obediencia de un hombre, muchos recibieron la gracia. La obediencia de nuestro Señor es para beneficio del reino de Dios. El propósito de la redención es promover ese reino.

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