Trabajo De Profetas Menores

República Bolivariana de Venezuela

Concilio Asambleas de Dios de Venezuela

Ministerio de Educación Cristiana

Instituto Bíblico “Guárico”

I.B.G. Calabozo

Autor:

Wuillys Reyes

Calabozo, Estado Guárico

OSEAS

Autor: Oseas

Fecha: Alrededor del 750 a.C.

Tema: Volver a Dios.

Palabras Clave: Pecado, Castigo, Amor.

Nombre significa: «Salvación» o «Liberación», fue escogido por Dios para predicar un mensaje a través de su vida personal. Su testimonio habla del amor de Dios por su pueblo infiel y las medidas que dolorosamente utiliza para hacerle regresar a él.

Oseas profetizó durante el reinado de cuatro reyes de Judá (Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías), y uno de Israel (Jeroboam II). Esto sitúa su ministerio entre 755 y 715 a.C, cuando Israel (el reino del norte) disfrutaba de un poder militar y una paz y prosperidad que nunca antes había conocido.

A pesar de las bendiciones de Dios, la vida en este reino se caracterizaba por su apostasía religiosa e injusticia social. Israel adoraba a Jehová, pero en forma de dos becerros de oro con altares en Dan y Bet-el y con sacerdotes que no se contaban entre los hijos de Levi (1 R 11.25-33).

Poco a poco los israelitas fueron adoptando las prácticas del culto a Baal. Además, había una inmoralidad descarada^ con líderes políticos y religiosos corruptos. Después de la muerte de Jeroboam II, Israel vivió un período de descomposición política (sucesión de varios golpes de estado y reyes; 2 R 15), a la vez que de desarrollo del poderío de Asiría (Os 5.13; 7.11s.; 8.9; etc.). Muy poco se sabe del profeta mismo aparte de la historia de su tragedia conyugal, narrada en los caps. 1—3. Sin embargo, es posible deducir que era del Reino del Norte (ca. 750 a.C.) y, por su lenguaje y conocimiento histórico, que se trataba de una persona culta.

El centro del mensaje de Oseas es la relación de Dios con Israel. Oseas ve los mismos males morales y religiosos que su contemporáneo Amos, pero halla la raíz de los mismos en la infidelidad de Israel al pacto. La nación ha abandonado a su esposo y se ha entregado a los dioses cananeos (baales), confiando en ellos, o en su propio poder militar y en alianzas extranjeras (5.13; 7.11; 12.1X Como consecuencia, toda su vida privada y pública se ha corrompido (4.11). Israel no tiene conocimiento de Dios, ha quebrado la relación con él y no discierne ni sigue su voluntad.

La historia del pacto de Dios y la infidelidad del pueblo, desde la salida de Egipto, se presenta en Oseas por medio de la figura del matrimonio (2.2ss.; 11.1). Dios no puede pasar por alto la infidelidad, cuyo fruto es desorden y caos. La caída de Israel será el resultado final de ese proceso, pero en medio de esta situación, Oseas afirma lo que es el corazón mismo de su mensaje: la gracia (khesed) de Dios disciplina pero no abandona a su pueblo (11.3, 4 ,8). En esa fidelidad inquebrantable descansa la esperanza de la restauración (11.9-11).

El libro de Oseas tiene dos partes. Los caps. 1-3 se centran en la experiencia personal del profeta, y de ellos, 1 y 3 contienen la narración y 2 constituye un sermón que se basa en hechos, aplicados por Oseas a la relación de Jehová con Israel. Los caps. 4-14 contienen principalmente reproches y anuncios de juicios por la entrega de Israel a los dioses y cultos paganos, y por la traición de los príncipes y sacerdotes.

JOEL

Autor: Joel.

Fecha: Probablemente 835-805 a.C.

Tema: El Castigo y la Gracia de Dios.

Palabras Claves: El Gran y Temible Día del Señor.

El libro de Joel se divide en dos partes bien definidas. La primera (1.1-2.27) describe una plaga de langostas e interpreta su significado. Joel describe con realismo la manga de insectos que avanza primero sobre el campo (12-12) y luego contra la ciudad (2.1-11), destruyéndolo todo, hasta que no queda ni con qué hacer las ofrendas rituales (1.8-10). Joel interpreta esta señal como un llamado al arrepentimiento (1.13,1 4) en vista de que el «día de Jehová» se aproxima (1.15; 2.12-17) y que será terrible (2.16-20). Si el pueblo se arrepiente, ayuna y ora, Dios no desoirá su clamor, «se arrepentirá» (es decir, no persistirá en destruir) y hará volver la prosperidad (2.18-25).

La segunda parte (2.28—3.21) es una visión del porvenir, que describe: (1) un derramamiento intenso del Espíritu sobre todo el pueblo (2.28-32; cp. 3 en el texto hebreo), y (2) la destrucción d£ los enemigos de Israel, la cual es descrita con tonos apocalípticos, así como la restauración del pueblo de Dios 3.1-21; cap. 4 en el texto hebrea

El libro es difícil de fechar porque en él se reflejan algunas condiciones que corresponden a épocas pre-exilicas, y otras propias de un período post-exílico. La tradición lo consideraba como la más antigua obra profética escrita que se había conservado, y lo ubicaba probablemente durante la infancia de Joás, en el siglo IX a.C. Algunos críticos modernos lo consideran proveniente del siglo IV a.C. y otros del VI a.C. La mayor parte coincide en que la plaga descrita en los primeros capítulos debe considerarse como un hecho histórico concreto, sin perjuicio de ver en ella un símbolo del «día de Jehová».

Los valores de este pequeño libro son notables en distintos sentidos. La precisión de las descripciones y lo vivido de las imágenes, la cualidad poética y la habilidad artística del autor al ilustrar con el fenómeno natural de la plaga de langostas los hechos sobrenaturales del «día de Jehová», han llamado profundamente la atención de los estudiosos. Pero su importancia principal es la de haber sido precursor de la literatura apocalíptica. Los hechos históricos se proyectan sobre una pantalla apocalíptica: las langostas representan los poderes que oprimen al pueblo de Dios, la restauración de los campos arrasados, la recuperación de la original

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