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Actividad Integradora


Enviado por   •  19 de Mayo de 2015  •  3.499 Palabras (14 Páginas)  •  138 Visitas

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Introducción

En esta actividad integradora recolectare todos mis conocimientos adquiridos en las actividades de aprendizaje las cuales son la actividad diagnostica, la de adquisición del conocimiento, la de organización y jerarquización, la de aplicación y por último la actividad de metacognicion, con toda esta información recolectada de las actividades de aprendizaje anteriormente mencionadas realizare un ensayo, en dicho ensayo tratare de registrar como a través del tiempo ha ido evolucionando el pensamiento filosófico griego, además de apoyarme en las actividades de aprendizaje, también indagare un poco sobre la historia de la filosofía e investigare en diferentes fuentes como el internet o incluso en algunos diccionarios y por ultimo para que el ensayo quede bien estructurado agregare a aquellos filósofos que se formaron en el transcurso del tiempo en los periodos de la filosofía denominados cosmológico y antropológico.

Desarrollo

LA RESTAURACIÓN SOCRÁTICA

Al período cosmológico que acabamos de historiar sucedió en la Filosofía griega lo que podemos apellidar período psicológico, o digamos mejor, antropológico, porque en él se desarrollan y son cultivadas con preferente esmero las ciencias que dicen relación al hombre considerado como ser inteligente, moral y social, las mismas en que apenas se había ocupado la Filosofía durante el período anterior. Esta nueva cuanto fecunda dirección filosófica, fue debida principalmente a los trabajos, enseñanzas y ejemplos de un genio extraordinario en muchos conceptos, cuyo nombre va unido con justicia a esta evolución del pensamiento filosófico, y de aquí las denominaciones de período socrático, de restauración socrática, que suelen darse a este movimiento. Porque, en efecto, los trabajos, la enseñanza y los ejemplos de Sócrates, representan la regeneración de los elementos sanos y verdaderamente filosóficos que entrañaba el período precedente, la restauración de la dignidad y nobleza de la ciencia, envilecida y desprestigiada por la venalidad, el escepticismo y la impiedad de los sofistas; la investigación racional y sobria de la verdad en casi todas sus esferas; la importancia real de la idea ética junto con la depuración y perfeccionamiento del método científico. En este sentido, el movimiento iniciado por Sócrates merece el nombre de restauración socrática. Empero si la denominación de socrático corresponde a este período, considerado desde el punto de vista histórico, o sea por parte de su iniciador, no es menos cierto que lo que principalmente distingue a este período por parte de su contenido real, es su carácter antropológico. Durante su primer período, la cuestión capital y casi única para la Filosofía griega era la cuestión cosmológica; la actividad del espíritu se concentra sobre el objeto; la especulación científica marcha en derechura hacia la naturaleza material, hacia el mundo externo, sin acordarse apenas del sujeto que investiga, del espíritu que piensa. Durante este segundo período, la indagación de la esencia, atributos y relaciones de este sujeto, representa y constituye la cuestión más capital y fecunda de la Filosofía griega. Y no es que esta especulación abandone por eso la indagación del problema cosmológico, sino que antes bien lo perfecciona y completa; porque a esto equivale y esto significa la creación de la metafísica, ciencia que, como es sabido, ocupa lugar importante en la especulación platónica y en la aristotélica, y ciencia que representa y significa el desarrollo y como el coronamiento de la cosmología.

Así, pues, en el segundo período y con el segundo período de su movimiento, la Filosofía griega, sin abandonar la indagación del problema físico, y sin negar la importancia científica de la cuestión cosmológica, entra en una nueva fase de su evolución, dedicando atención preferente al examen y solución del problema antropológico. El hombre, como ser inteligente, como ser político-social, y sobre todo como ser moral, viene a ser el objeto y el centro de las discusiones y sistemas de los filósofos. Aparecen entonces por vez primera, además de los tratados que versan sobre metafísica, los diálogos de Platón, que tienen por objeto investigar la naturaleza, atributos e inmortalidad del alma humana, los que tratan del bien, de la república y de las leyes, así como los tratados de Anima, los Magna moralia y los Politicorum de Aristóteles. Al mismo tiempo, la dialéctica adquiere notables proporciones y sustituye a la dogmática instintiva del primer período; la lógica reviste condiciones rigurosamente científicas; la psicología aparece como una ciencia propia y relativamente independiente; pululan teorías político-sociales concretas, y, sobre todo, los estudios y sistemas éticos adquieren extraordinaria y general importancia, como se observa en las escuelas cirenaica, cínica, estoica y epicúrea, en las cuales el pensamiento ético domina y se sobrepone a los demás problemas filosóficos.

Platón y Aristóteles son los principales y los más genuinos representantes de este período de la Filosofía griega; porque ellos son los que, sin abandonar ni olvidar el problema cosmológico, antes bien desenvolviendo y completando sus soluciones por medio de la especulación metafísica, condujeron de frente las demás partes de la Filosofía, dieron ser y unidad y conjunto y método científico al problema filosófico en todos sus aspectos, y sobre todo comunicaron a éste nueva vida y dirección fecunda por medio del elemento antropológico. De entonces más, el hombre viene a ser como el centro principal de la especulación filosófica por medio de la dialéctica, la psicología, la moral, la política y la teodicea.

En los demás sistemas y filósofos de este período, predomina la fase moral del elemento antropológico, y en este sentido pueden apellidarse incompletos con respecto a Platón y Aristóteles; pero esto no quita que la idea capital de todos esos sistemas, la concepción que palpita en el fondo de todos, a contar desde Sócrates como iniciador de este período, sea la idea antropológica, estudiada y desenvuelta, ora en todas sus fases, ora en alguna de éstas solamente. De aquí la denominación de período antropológico que damos al movimiento iniciado por Sócrates en la Filosofía griega.

Y no se diga que los sofistas habían comunicado ya a esta Filosofía el carácter antropológico, puesto que habían apartado la atención del objeto, de la naturaleza exterior, para fijarla en el sujeto. Porque el subjetivismo de los sofistas es un subjetivismo puramente escéptico y digamos anti dogmático, que no tiene más fin que echar por tierra las afirmaciones y sistemas de la antigua Filosofía naturalista, sin crear nada nuevo, sin sustituir nada real y sólido al edificio destruido. Los trabajos de los sofistas,

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