Fundamentación de la Educación a Distancia

Aproximación al estudio de los fundamentos de la educación abierta y a distancia.

Caracas, Febrero 11 2007    Soc. Eduardo Leal Chacón

Este artículo presenta algunas reflexiones y orientaciones sobre aspectos centrales del tema de la unidad curricular: Fundamentos de la Educación Abierta y a Distancia, procurando articular estos contenidos con la formación para la investigación y como un ejercicio donde todos aprendemos.

I- ¿A que nos referimos cuando hablamos de fundamentos?

Al asumir como objeto de estudio una actividad humana compleja como lo es la educación y mas específico aún, la educación abierta y a distancia, y dedicar una unidad curricular o un curso del plan de estudios de una maestría, para conocer sus Fundamentos, parece muy pertinente detenernos un rato, para interrogar acerca de lo  que estamos entendiendo al denominar la unidad curricular, como fundamentos de la educación abierta y a distancia.

Se me ocurre que  este artículo puede orientarse mas al planteamiento de preguntas que a señalar respuestas. De modo que nos alejemos de la tentación de seguir buscando la verdad (con mayúsculas), el principio o el fundamento (único) como a veces se pretende, contradiciendo uno de los sentidos de la educación y mas aún de la educación abierta.

Partiendo de esta reflexión, inmediatamente aparecen  otras preguntas: ¿acaso existe alguna educación que no sea abierta?¿los fundamentos de la educación abierta y a distancia se presentan como verdades definitivas o como esquemas e ideas experimentales?¿los fundamentos de la educación abierta y distancia que se explicitan coinciden con los que en la practica usan los actores de los programas educativos de esta modalidad?

Las reflexiones que surjan pueden ir acercándonos a colocar sobre la mesa las relatividades, las dudas, las incertidumbres, las preguntas y aquellas inquietudes que en el aprendizaje de la investigación,  en la producción de conocimientos e igualmente en la actividad educativa, son de máxima utilidad.

Recordemos que en estos asuntos del conocimiento, de  la investigación y de los saberes es muy apreciada la capacidad de hacer preguntas y no solamente la habilidad para contestarlas. Sobre todo hacer preguntas pertinentes en el marco de esos grandes  espacios que se llaman teorías. Hay quienes han osado decir que una pregunta bien planteada, es mas apreciada que doscientas treinta y dos respuestas. En cierta forma hasta puede ser cierto eso, porque una respuesta novedosa, creativa y que aporte, se produce ante preguntas que sean sugestivas y bien construidas.

Otra idea sobre la que podemos reflexionar, gira en torno al carácter histórico, social y cultural, de eso que se va entendiendo por fundamentos de la educación. Estos tales fundamentos son productos de la actividad y creación de individualidades o grupos, en espacios y tiempos determinados y por lo tanto no se pueden considerar como hechos naturales ni eternos.

Apreciar los fundamentos desde esta perspectiva nos deja abierto el camino para transitar en la intervención y replanteamiento de esos fundamentos. Pues si son productos culturales, los citados fundamentos pueden demolerse, derribarse, hundirse, pueden sufrir diferentes tipos de desgaste y aunque parezca imposible o al menos extraño, pueden desaparecer y allí la gran posibilidad que emerge entonces, para que todos los actores,  participen protagonicamente en su  recreación, transformación  o se lancen a inventar o crear otros, si las condiciones lo exigen y asumiendo las consecuencias que ello implica.

Esta visión de lo que podemos entender por fundamentos de la educación abierta y a distancia, sencillamente la quiero presentar en esta oportunidad, como una convocatoria a debatir crítica y sistemáticamente tan importantes elementos, cuya presencia siempre acompaña  abierta o en forma  implícita a la actividad humana llamada educación, ya sea al asumirla como campo de análisis e investigación o en sus prácticas concretas.

II - ¿Que relación se establece entre los fundamentos y  principios de la educación abierta y a distancia con las prácticas y acciones que se activan en este tipo de modalidades o programas educativos?

Tenemos varias alternativas para entrar en el análisis de lo planteado en la anterior interrogante.

Por una parte, la forma mas tradicionalista y conservadora nos conduce a buscar autores que ya han pensado e investigado en torno a la pregunta que nos ocupa. Si corremos con suerte y los autores  se mueven en perspectivas abiertas y críticas dialogaremos con ellos y se abrirán escenarios diversos y se recrearan los planteamientos y conocimientos allí expuestos. Si la situación es opuesta, a lo mejor incorporamos esas informaciones a nuestro acerbo. Seguir esta vía tiene ventajas  en cuanto se pueden asumir las posiciones de los autores consultados, que nos imaginamos son reconocidos en los círculos académicos y ello en la educación tradicionalista y conservadora es muy, pero muy bien visto. A esta alternativa se acude mucho porque entre otras ventajas da buenos resultados en las evaluaciones de este enfoque educativo que venimos distinguiendo con el nombre de tradicionalista o conservador. Ventaja que aumenta si los evaluadores no conocen mas autores ni tienen interés en otros puntos de vista diferentes a los que ellos dominan.

Por otra parte, podemos asumir la interrogante planteada y brindarnos la oportunidad,  o si se quiere, asumir el reto de utilizar  primero  nuestras ideas y capacidades de análisis para enfrentar los contenidos y los sentidos  de lo expuesto en la interrogante.

Aunque  resulte para algunos  irreverente o atrevido, el pretender hacer uso de nuestras capacidades de análisis y de confrontación sin antes haber realizado las lecturas indicadas - que  a lo mejor están muy bien seleccionadas y con buenas traducciones e intenciones -  pero que desplazan, ignoran o a veces niegan en los estudiantes su capacidad de análisis e interacción y dependiendo del enfoque utilizado, en la experiencia educativa, se estaría vulnerando el derecho a la expresión del pensamiento propio del estudiante.

Pero en lo que queremos insistir, o lo que  estamos insinuando, o mejor proponiendo abiertamente, es que el estudiante, al menos, se pasee por la posibilidad de contactar directamente, sin intermediarios, él con sus ideas, con sus recursos, con su visión y sentidos, en esa problemática de la relación entre fundamentos de la educación abierta y a distancia y las prácticas o desarrollos en esta modalidad educativa.

Algunos promueven que el estudiante entre en contacto con esos planteamientos y reflexione, analice y se confronte antes de “contaminarse” con los sentidos y conceptos de los autores que se ubiquen y recomienden.

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