Educación A Distancia
richardcampos21 de Noviembre de 2012
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Educación a Distancia: Una Breve Introducción La Educación a Distancia es una tendencia que cada día nos envuelve más, por esa razón es útil y necesario, como profesores de una universidad a distancia tener claros algunos conceptos que guían el trabajo docente. En este documento se presentan algunas ideas que tienen por objetivo situar al docente en el contexto de un modelo educativo a distancia y comprender cual es su papel y responsabilidad en el aprendizaje de los estudiantes y en el éxito de un programa educativo. Visión y Conceptualización Progresivamente se ha llegado al convencimiento que el sistema de educación masiva, tal como ha sido desarrollado durante el siglo veinte, no logrará hacer frente a los desafíos de este siglo. Es crucial en este contexto, que los docentes reevalúen constantemente sus estrategias de enseñanza y los estilos de aprendizaje de los estudiantes, esto implica, hacer las modificaciones necesarias para una educación adecuada a una sociedad cambiante. Muchos conocimientos y habilidades emergentes y esenciales de educación no son ni conocidos, ni aplicados por los docentes, entre ellos destaca la Educación a Distancia. La educación abierta y a distancia, es una modalidad educativa que busca ampliar las posibilidades para que bachilleres, trabajadores y público en general, sin importar edad, lugar de residencia u horario laboral, puedan realizar estudios superiores. Para ello, en el proceso enseñanza-aprendizaje, se emplean varios medios de comunicación que no requieren la presencia directa del docente ni del estudiante, en forma permanente. El alumno es el actor de su propio aprendizaje y contribuye a desarrollar su capacidad de "aprender a aprender". Deben realizarse un importante esfuerzo para alcanzar estándares de calidad que permitan establecer criterios para la acreditación de la educación desarrollada en contextos no presénciales de aprendizaje. El fenómeno de la globalización nos ha traído una multitud de contenidos que no sabremos valorar en su justa medida si no somos capaces de establecer unos puntos de referencia que nos sirvan como indicadores de trabajo. Probablemente, será necesario un trabajo conjunto con las universidades presénciales o tradicionales, para establecer una plataforma consensuada de criterios comunes de calidad. Sin embargo, la educación a distancia no puede dejar de aprovechar la oportunidad que se brinda en estos momentos de tomar la iniciativa y garantizar alternativas de formación para nuestros ciudadanos que cumplan los requisitos de rigurosidad científica y académica necesarios, a la vez que los doten de un mayor margen de actuación y respuesta a las necesidades sociales que hoy día se están planteando. A pesar de que la reflexión teórica no es extensiva en torno a los principios teóricos envueltos en la educación a distancia, al menos se pueden señalar dos aspectos de importancia envueltos en este tipo de enseñanza: su carácter transaccional y su carácter sistémico. La educación a distancia forma parte de un sistema educacional complejo, y por tanto, como todo sistema, sus componentes están interrelacionados y son interdependientes. Esto implica que un cambio en un componente del sistema afectará a los demás, así, si se cambia o añade un medio de comunicación, ello afectará el diseño instrucción al entero, la naturaleza de la interacción y las posibilidades de aprendizaje que ofrece el contexto educativo. Esta es por tanto una de las primeras características que presenta la educación a distancia: su carácter sistémico. En este contexto es importante señalar la evolución del concepto de enseñanza. Los sistemas educacionales se focalizan más sobre el aprendizaje que sobre la enseñanza. El conocimiento considerado una construcción social a través de acción, comunicación y reflexión. Además, la perspectiva tradicional de enseñar como entregando temas curriculares se ha tornado en un punto de vista socialmente construido donde los instructores trabajan con modelos donde la práctica juega un rol central, donde se promueven conversaciones de aprendizaje negociando significados de manera de promover cambios conceptuales en el educando. Así, el profesor cambia su rol tradicional de evaluador a uno de consejero y facilitador de aprendizajes. En este contexto, la educación a distancia a contribuido significativamente, done la tecnología envuelta en la educación a distancia implica interrelaciones entre personas de diferentes contextos y efectiva negociación de los contenidos a aprender. El nivel de educación de una sociedad puede ser medido por el grado de efectivo acceso que cada uno de sus miembros tiene a aquellos hechos e instrumentos que – dentro de esa sociedad – afectan su propia vida. La piedra de toque para el cambio en educación será – entonces – el reconocimiento de que mucha gente aprende mucho más cuando hace lo que le gusta hacer. Así, aumentar las oportunidades de aprendizaje significa facilitar la comunicación entre el que aprende y su mundo, sus compañeros, aquéllos que pueden introducirlo en lo que ellos ya han probado con su experiencia; porque – en definitiva – todo diálogo sobre el conocimiento (y la educación lo es) es un diálogo sobre el individuo en su sociedad. En esta perspectiva, la educación puede ser considerada como un “proceso de ser a través de la diversidad de experiencias”, es decir, como un proceso continuo de vida ejercido mediante la plena participación social. Aquí se está señalando una doble perspectiva: Temporalmente, que el desarrollo de las personas se inicia antes del nacimiento y dura hasta la muerte. Actores y Elementos de un Proceso Educativo a Distancia Generalmente los modelos educativos a distancia se sustentan en tres elementos: los materiales educativos, la asesoría o tutoría de un profesor o especialista en el tema y la evaluación como medio de acreditación. Estos elementos se complementan con: infraestructura administrativa, sistemas de gestión, centros universitarios, fuentes de información, entre otros, que se integran en un modelo pedagógico como un completo y complejo sistema de relaciones orientadas a cumplir un objetivo: educar. Los actores de este proceso son los profesores, los estudiantes y la institución que auspicia el programa, con lo que tenemos un proceso educativo constituido por el universo de relaciones que puedan surgir entre los actores y elementos del modelo. El profesor es el encargado de conducir el proceso, trazando las líneas de aprendizaje que debe seguir el estudiante y proveer de los recursos educativos necesarios; su trabajo se plasma a través del desarrollo de materiales y la asesoría; su participación es vital ya que de su correcto desempeño depende el éxito del programa, ya sea en términos de asimilación de contenidos, como de niveles de deserción, aprobación y satisfacción del estudiante. El estudiante es el centro del modelo educativo, hacia él se encaminan todas las acciones y esfuerzos del docente y de la institución. En un modelo a distancia es necesario tener claro que el estudiante es el protagonista de su propia formación, es él quien, a través de esfuerzo y perseverancia, va alcanzando metas que en conjunto significan su titulación. El carácter autoformativo de los materiales educativos guarda, de forma implícita, la labor del estudiante; su aprendizaje es en gran parte autónomo y autorregulado. Es autónomo debido a que él es quien desarrolla las diferentes actividades, tareas y lecturas de cada sección que comprende la asignatura; es autorregulado, debido a que él es quien marca su propio ritmo de aprendizaje según sus posibilidades de tiempo, distribuyendo la carga de trabajo a lo largo del tiempo a fin de poder culminar el total de actividades dentro de los plazos previstos. La institución, por su parte, es la encargada del sustento académico, legal y de infraestructura de los programas educativos que se ofrecen. Las obligaciones institucionales se pueden agrupar en dos. El primer grupo se refiere a todos aquellos aspectos logísticos, organizacionales, tecnológicos que, en conjunto, constituyen la plataforma necesaria para que el proceso educativo se desarrolle adecuadamente; el segundo grupo está constituido por los aspectos académicos y legales, que dan el rigor, calidad y validez al programa. La armonización de los elementos y los actores del modelo educativo es una tarea compleja. Sobre cada uno de estos elementos y actores influyen varios factores que pueden causar desequilibrios a la hora de operar en conjunto. Los detalles operativos, los académicos y metodológicos tienen gran importancia y significación para el éxito de un programa. De aquí surge la necesidad de tener claramente definidas funciones y responsabilidades de los actores y especialmente que estos conozcan el modelo y el papel que en éste cumplen los demás intervinientes en el proceso. La integración del trabajo de los actores, las facilidades y recursos que presentan los elementos del modelo logran un todo integrado e interrelacionado afectado por un conjunto de variables interdependientes cuya incidencia es fundamental en el desempeño de los demás componentes del sistema. Modelos Educativos: Presénciales y a Distancia Constituyen un sistema complejo de procesos orientados a lograr un aprendizaje más significativo en el estudiante. Está integrado por un conjunto de subsistemas con funciones específicas en los que intervienen variables interrelacionadas e interdependientes. Desde una perspectiva general, el modelo educativo puede centrar su accionar en el profesor o en el estudiante; en el primer caso, los modelos educativos que centran su acción en el profesor son utilizados por instituciones educativas que imparten formación presencial; en el segundo caso, los modelo educativos que centran su accionar en el estudiante,
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