ARTICULOS E INFORMES LARGO PERIODO, COMPETENCIA Y CAPITAL: UN ENSAYO SOBRE HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONOMICO

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LARGO PERIODO, COMPETENCIA Y CAPITAL: UN ENSAYO SOBRE HISTORIA DEL PENSAMIENTO  ECONOMICO

Carlos Rodríguez

Introducción

El presente ensayo surgió inicialmente por la necesidad de contrastar las nociones de equilibrio económico clásico y marxista por un lado, y mar­ ginalista por otro. Nos pareció que la separación del análisis económico en método y teoría introducida recientemente por Pierangelo Garegnani (1976) sería una buena base para comenzar. El avance del trabajo nos llevó a bus­ car el elemento clave explicativo de dos nociones de equilibrio económico radicalmente distintas, en la forma en que cada escuela ve la competencia capitalista.        '

El ensayo se extiende a discutir el abandono marginalista del método tradicional de equilibrio de largo plazo y la introducción de los métodos de equilibrios temporales e intertemporales de cortos plazos. Aquí, el proble ma marginalista del capital entra a jugar Lin papel explicativo de tal abando­ no.

l. Los fundamentos clásicos

Unacaracterística común del análisis económico del siglo XIX y de las primeras décadas del presente, es su concentración en el estudio de los efectos permanentes de cambio del sistema económico, mediante la com­ paración de distintas posiciones asociadas a la existencia de una tasa de ganancia uniforme sobre el acervo de capital. En efecto, los economistas clásicos enfatizaron que la teoría debería dirigirse a explicar no los fenóme­ nos generados por acción de fuerzas que actúan sobre el sistema económi­ co de manera accidental y temporal, sino a aquellos que resultan de causas cuyo accionar es sistemático, persistente y regular.

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Por consiguiente, el primer paso del análisis económico debería ser la carac.terización abstracta del sist9ma capitalista. Esta caracterización comprendería todas las fuerzas sistemáticas, persistentes y regulares que actúan sobre el sistema real. Definido este objetivo de análisis, la teoría debería, por tanto, proceder a explicar la operación de las fuerzas que en última instancia regulan los valores de cada una de las variables relevantes del sistema económico.

A la base de este método se encontraba la noción,de que los efectos de las fuerzas temporales se anularían a lo largo del tiempo. Tras el movi­ miento en un sentido de cada variable relevante producido por una causa accidental, surgiría otro en sentido contrario, de tal forma que al considerar el fenómeno durante un tiempo suficientemente largo, las causas persis­ tentes se impondrían sobre las temporales y accidentales de la misma ma­ nera en que se impone una media entre continuas fluctuaciones. Las posi­ ciones medias que se impondrían como.tendencia a lo largo del tiempo y alrededor de las cuales fluctuarían continuamente las variables económi­ cas, fueron llamadas por los economistas clásicos, los centros de gravita­ ción del sistema económico.

Esta parece haber sido la visión en que descansaba el supuesto de los clásicos,de que los resultados que se obtendrían del accionar de las fuer­ zas relevantes dentro del sistema económico abstracto, serían los mismos que se impondrían como resultados medios en el sistema económico real, una vez que r1ubiese transcurrido el tiempo necesario para que ras fuerzas sistemáticas de la economía desarrollaran plenamente sus efectos. Por es­ ta asociación entre resultados medios y tiempo, el método descrito fue co­ nocido cqmo el método de largo período.

Esta forma de identificar los resultados abstractos y el comportamien­ to medio del sistema económico real suponía, por otra parte, que los cam­ bios en las fuerzas que actúan permanentemente sobre el sistema econó­ mico, deberían ser suficientemente lentos para no poner en peligro la gra­ vitación hacia las posiciones de largo período. Si por otra parte, los cam­ bios fueran rápidos, deberían darse de una vez por todas a fin de que des­ pués de un período de transición, la gravitación hacia nuevas posiciones de largo período se impusiera de nuevo. Este tipo de cambio en las causas últi­ mas o permanentes que afectan el sistema económico se estudiarían bajo el encabezado de movimientos seculares (Garegnani, 1976).

La asociación entre sistema económico abstracto, sistema económi­ co real y tiempo, no significaba de'ninguna manera que los resultados de largo período eran resultados observables en la economía real, mucho me­ nos que solamente regían cuando hubiese transcurrido algún período ca­ lendario. Lo que sí significaba, es que estos centros existían como normas intrínsecas que regían en todo momento las tendencias del sistema econó­ mico real.

La noción de largo período, fue el resultado lógico de la visión que se impuso el siglo pasado de la forma como el sistema capitalista busca auto­ máticamente sus centros de gravitación: "como una máquina que actúa in-

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dependientemente del deseo de los hombres" (Meek, R.L., 1965). Por este automatismo, los centros de gravitación, las posic.iones de largo período, fueron llamados las posiciones naturales del sistema económico. Así, el sistema económico estaría permanentemente tendiendo hacia sus precios natu­ rales, hac.ia su tasa de ganancia    atural, etc.

La legitimidad de este método de enfocar el análisis económico dependería fundamentalmente, por tanto, de la existencia de tendencias reales del sistema capitalista a fluctuar en torno a ciertos centros de gravitación. Cuando uno pasa a investigar acerca de las bases que tuvieron los economistas clásicos para afirmar que tales tendencias se darían en el sistema capitalista, en otras palabras, cuando uno indaga sobre las bases objetivas que permitieron sostener que en un sistema de mercado los precios en todo momento estarán buscando su nivel natural, lo que se encuentra es un sustento empírico sobre el comportamiento real del sistema capitalista y sobre las instituciones en que se apoya. Fue la observación de la forma en que funciona el capitalismo, lo que condujo a ver en la competencia entre los propietarios del capital, el elemento fundamental de la dinámica del sistema. Son las presiones competitivas entre los capitalistas, que se expresan en la búsqueda de mayores niveles de rentabili­ dad para el capital, y la movilidad del capital entre distintas ocupaciones, que

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