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Alcoholismo En Jovenes


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2014  •  2.679 Palabras (11 Páginas)  •  164 Visitas

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ALCOHOLISMO EN LOS JOVENES

Vivimos en una cultura de la droga, desde la mañana cuando tomamos cafeína o, al desayuno, hasta la noche, en que podemos relajarnos al volver a la casa, con un aperitivo alcohólico, o un inductor del sueño con un somnífero, recetado por el médico, estamos utilizando diferentes sustancias, que afectan sobre el Sistema Nervioso Central, para enfrentar el estrés de la cotidianeidad. Muchos además se activan a medida que trascurre el día, aspirando nicotina.

Pero hoy nos vamos a enfocar especialmente en lo que es la llamada “droga legal”, el alcohol, y más específicamente el alcohol que es consumido por los jóvenes.

Básicamente, por las características propias de la adolescencia. Sabemos que es un período de inestabilidad, de búsqueda y de cambios. En esta etapa del desarrollo, sobresale una actitud cuestionadora que se opone a las normas. El joven en este momento de su vida está convencido de tener la razón en todo y que la realidad es tal y como él mismo la percibe. Los únicos que podrán influir sobre él, serán personas que le despierten admiración y los mismos se convertirán en modelos a seguir. Usualmente no eligen sólo una persona sino que van tomando rasgos que les agradan de diferentes personas y van construyendo su propia personalidad.

Una de las principales características de la adolescencia es que el cuerpo inicia la producción de hormonas y se presentan cambios en los órganos sexuales, lo cual implica dos cosas importantes; primero, viven con el deseo a flor de piel y segundo, sienten que ya “son grandes”. Dos rasgos complejos, pues sienten que ya son grandes para beber, están convencidos de que saben lo que hacen, se sienten orgullosos de hacerlo y si a eso le sumamos el deseo previo y la falta de inhibición que produce el alcohol, tenemos como resultado jóvenes ebrios teniendo conductas sexuales de riesgo, que fácilmente pasarán del uso al consumo abusivo de alcohol e incrementarán sus probabilidades de acercarse a otras drogas.

Los adolescentes no hablan de alcoholismo puesto que en general no beben entre semana y no le dan importancia; es algo que se hace normalmente para pasarlo bien... Sin embargo, sobrepasarse todos los fines de semana y comenzar a depender de ese hábito conlleva también un tipo de alcoholismo, que crea dependencia y adicción. Hay jóvenes que si no beben ya no lo pasan bien o no se relacionan adecuadamente, que necesitan el alcohol para sentirse más seguros. Generalmente, los jóvenes que acaban dependiendo poco a poco del alcohol, empiezan a beber también entre semana y a distorsionar sus horarios habituales.

Antes de seguir, vamos a definir lo que es realmente alcoholismo; el alcoholismo es un padecimiento que genera una fuerte necesidad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de determinados síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo, el cual va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga.

Existen varios factores por los cuales los jóvenes empiezan a consumir alcohol, como por ejemplo, una relación con los padres basada en excesos, carente de límites; influencia de los medios de comunicación, presión social, deseos de adaptación social y pretensiones de madurez, soledad en el hogar, depresión, hiperactividad, timidez, falta de madurez, familiares alcohólicos, patrones de comportamiento obsesivo compulsivo, ambientes hostiles y de riesgo como lugares de consumo, entre muchos otros.

El consumo de esta sustancia en adolescentes se vuelve un problema cuando afecta la salud, las relaciones sociales, el desempeño académico o laboral y en general, la vida de la persona que bebe o de las personas que le rodean. En síntesis, cuando se pasa del uso al abuso.

El alcohol perjudica las áreas del cerebro responsables del aprendizaje y la memoria, las habilidades verbales y la percepción visual-espacial. Por consiguiente, el consumo excesivo de alcohol afecta la creación de nuevos recuerdos, las habilidades de resolución de problemas, el pensamiento abstracto, la atención y la concentración. Los estudios sugieren que el consumo de alcohol en adolescentes afecta de forma negativa la función neurocognitiva, como la capacidad de estudiar y obtener buenos resultados en los exámenes. Debido a que la adolescencia es una etapa muy importante para el desarrollo cerebral, el consumo de alcohol puede tener efectos negativos a largo plazo en su vida adulta.

Pero no solo en el área del aprendizaje afecta el alcohol a los jóvenes si no también en todos los ámbitos de la vida diaria, tales como: los adolescentes corren un riesgo mayor que los adultos a desarrollar enfermedades como la cirrosis del hígado, pancreatitis, infartos hemorrágicos y algunas formas de cáncer, están más expuestos a iniciar actividad sexual temprana, situación que los expone a un mayor riesgo de contagio con el virus del SIDA, las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados; de igual modo, incrementan la probabilidad de verse afectados por la impotencia y la disfunción eréctil, son 4 veces más vulnerables a la depresión severa que aquellos que no tienen un problema de alcohol, el consumo de alcohol entre adolescentes ha sido asociado con muertes por suicidio y accidentes de tránsito, el alcohol afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado siendo esto contraproducente para el período de crecimiento en el que se encuentran los adolescentes, incrementa la vulnerabilidad de los jóvenes frente al consumo de otras sustancias adictivas, existe una correlación importante entre el consumo de alcohol y la violencia, y por último, el inicio de consumo de alcohol en la adolescencia incrementa 4 veces la probabilidad de padecer trastornos de personalidad e incrementa al doble el riesgo de ser alcohólico antes de los 24 años.

Si se identifica un caso de alcoholismo, principalmente lo que se debe hacer es buscar ayuda y asesoría especializada. En este caso no sirve de mucho ir a cualquier psicólogo o psiquiatra, es indispensable recurrir a instituciones dedicadas al tratamiento de este tipo de problemas, allí nos ayudarán a identificar la gravedad del problema y nos darán alternativas terapéuticas.

Por otro lado, es nuestro interés analizar el alcoholismo como un problema social ya que el mismo tiene un impacto negativo en las vidas de un segmento considerable de nuestra población y sobre el mismo existe un amplio número de personas con gran preocupación, el análisis del alcoholismo puede partir de su consideración como forma de desviación social; así que sería una gran mentira el decir que el alcohólico sólo afecta a su familia y a sus conocidos, el alcohólico

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