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Apuntes De Derecho Penal


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2011  •  10.271 Palabras (42 Páginas)  •  652 Visitas

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EL DERECHO PENAL.

1.1. Concepto.

No existe un concepto único de Derecho Penal pues éste dependerá no solamente del momento histórico en que se desarrolle o de la escuela a la que pertenezca el autor que la exponga, sino también a las ideas propias de este, por lo que habrá que reconocer tantas definiciones como autores que las plantean, sin poder hacer una descalificación de las mismas.

Para Cuello Calón el Derecho Penal es el “Conjunto de normas que determinan los delitos, las penas que el Estado impone a los delincuentes y las medidas de seguridad que el mismo establece para la prevención de la criminalidad”.1 Una definición más sencilla es la que nos da Pessina “Conjunto de principios relativos al castigo del delito”. Otra definición que resalta la consecuencia del acto es la de Mezger “Conjunto de normas que regulan el ejercicio del poder punitivo del Estado, conectando al delito, como presupuesto, a la pena como su consecuencia jurídica”. Para Carrancá y Trujillo el Estado es quien se encarga de regular al Derecho penal y nos da la siguiente definición “El Derecho Penal objetivamente considerado es el conjunto de leyes mediante las cuales el Estado define los delitos, determina las penas imponibles a los delincuentes y regula la aplicación concreta de las mismas a los casos de incriminación”.

La finalidad del Derecho Penal en general, es la protección de los intereses de la persona humana, los que constituirán los bienes jurídicos; más no todos los intereses, sólo aquéllos de superior jerarquía, a los que otorga esa protección mediante la amenaza y la ejecución de la pena.

1.2. Necesidad del derecho penal.

Todos los intereses que es Derecho intenta proteger son de importancia incalculable sin embargo de entre ellos hay algunas cuya tutela debe de ser asegurada a toda costa por ser fundamentales en determinado tiempo y lugar para garantizar la supervivencia misma del orden social.

En toda sociedad existe una serie de intereses contrapuestos que provocan conflictos entre las personas que la forman. Para hacer compatibles los intereses de todos, para resolver los eventuales problemas que pudieran surgir y, en definitiva, para hacer posible una convivencia ordenada, existe el Derecho.

En una primera aproximación podríamos decir que el Derecho es un conjunto de normas y principios, escritos o no, que regulan la convivencia y que, si no se respetan de forma voluntaria, pueden ser impuestos por la fuerza. Por tanto, para que el Derecho sea eficaz necesita de un poder de coerción, que ejerce el Estado a través de sus instituciones; es decir, el Estado tiene el monopolio legítimo de la fuerza, dentro del marco establecido por las leyes.

Si queremos que las normas que regulan la convivencia sean justas, es preciso que tanto dichas normas como el poder político capaz de hacerlas cumplir sean legítimos. Esta legitimidad se consigue mediante la coincidencia de los valores sobre los que se han construido éstas y los valores dominantes en la sociedad; además, es imprescindible que el menciona do poder político sea representativo de los ciudadanos. Por ejemplo, podemos afirmar que en nuestro entorno cultural unas leyes que hiciesen discriminaciones por razón de sexo o de raza nos parecerían claramente injustas, dado que existiría discordancia entre las mismas y el valor de no discriminación comúnmente aceptado en nuestra sociedad. Del mismo modo, un poder político impuesto por la fuerza, y por tanto carente de representatividad, nos parecería ilegítimo, ya que entre nosotros domina la idea de que quienes ostentan el poder político deben ser elegidos.

En definitiva, para que el Derecho sea justo es necesario que las normas y principios que lo forman se adapten a los valores y a la idea de justicia predominantes en la comunidad que ha de regir. En otras palabras, es fundamental que el Derecho positivo, que es el Derecho vigente, coincida con el Derecho natural1 formado por aquellas reglas que representan un ideal de justicia para una sociedad determinada; si dicha coincidencia no se produce, las normas impuestas por el Estado se convierten en mandatos injustos.

Podemos concluir diciendo que el Derecho es un conjunto de normas y principios, escritos o no, que, si no se cumplen de forma voluntaria, pueden ser impuestos por la fuerza legítima del Estado para regular la convivencia de una sociedad, con la idea de hacer justicia. Existen diversas acepciones del Derecho natural según el modo de pensar de quien las formule. Para Castán, el Derecho natural es el conjunto de principios universales de Derecho concebidos por la razón y fundados por la naturaleza del hombre. Para las concepciones positivistas, el Derecho natural está formado por los valores dominantes en una sociedad determinada.

Del Derecho se ha dicho que es un conjunto de normas jurídicas que forman un sistema cerrado, al punto que las soluciones hay que buscarlas en las propias normas, criterio válido durante mucho tiempo y que, por lo demás, hay cierta cuota de certeza que ofrece seguridad jurídica a las relaciones sociales que se desarrollan en ese lugar y tiempo.

En principio, digamos que es un conjunto de normas de carácter general, que se dictan para regir sobre toda la sociedad o sectores preestablecidos por las necesidades de la regulación social, que se imponen de forma obligatoria a los destinatarios, y cuyo incumplimiento debe acarrear una sanción o la respuesta del Estado a tales acciones. Estas normas no son resultado solamente de elementos racionales, sino que en la formación de las mismas inciden otros elementos, tales como intereses políticos y socioeconómicos, de valores y exigencias sociales predominantes, en tanto condicionan una determinada voluntad política y jurídica, que en tanto se haga dominante se hace valer a través de las normas de Derecho. A su vez esas normas expresan esos valores, conceptos y exigencias, y contendrán los mecanismos para propiciar la realización de los mismos a través de las conductas permitidas, prohibidas o exigidas en las diferentes esferas de la vida social.

La diversidad social y de esferas en que metodológica y jurídicamente se pueden agrupar, es consecuencia del nivel de desarrollo no sólo de las relaciones, sino también de la normativa y de las exigencias de progreso de las mismas, pero aún con esta multiplicidad de normativas existentes, el Derecho ha de ser considerado como un todo, como un conjunto armónico. Esa armonía interna puede producirse por la existencia de la voluntad política y jurídica que en ellas subyace. En sociedades plurales la armonía de la voluntad política depende de la coincidencia de intereses de los grupos político partidistas predominantes en el legislativo

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