Caso Practico Comportamiento Organizacional

CASO PRÁCTICO

Mil sabores Internacionales, es una cadena de restaurantes muy famoso y exitoso de todo Campeche, pero no siempre fue así; Juan Pérez su fundador es una persona nacida en una familia de clase baja, hijo de un panadero y una ama de casa.

A pesar de haber vivido una situación difícil sus padres lo sacaron adelante, ellos procuraban enviar a Juan a estudiar a las mejores escuelas de gobierno y él era un excelente estudiante, por lo que tenía beca para solventar sus estudios. A temprana edad mostró interés hacia la administración consiguiendo una beca para estudiar Administración en la Universidad, después de terminar la carrera sus padres con mucho esfuerzo lo apoyaron para estudiar una maestría en Finanzas.

Cuando finalizó la carrera tenía el sueño de ser un gran empresario con una cadena de restaurantes exitosos; después de ahorrar mucho logró poner su primer restaurante, pero las ventas fueron negativas, además de otros factores que hicieron que la empresa cerrara 6 meses después.

Después de la quiebra de su primer negocio Juan quedó muy triste pero sabía que no podía seguir así, por lo que decidió salir adelante y buscar trabajo en otras empresas. En una ocasión pasó todas las fases para la selección de personal hasta llegar a la entrevista de trabajo en una buena empresa; el día que se dirigía a la entrevista, la ruta que tomó estaba llena de tráfico, esto hizo que llegara 15 minutos tarde, cuando por fin llegó su entrevistador se veía algo enojado, por consiguiente el resto de la entrevista la hizo de mala manera; a pesar de tener un excelente currículum, a Juan no le dieron el puesto.

Desempleado, se sentía frustrado pues sus sueños no se habían cumplido, hasta que un amigo de su padre, quién era dueño de varios minisúper le ofreció trabajo en una de sus sucursales, pero éste era de cajero, Juan aunque no quería aceptar el trabajo pues no era para lo que había estudiado, terminó por aceptarlo.

Y así empezó a trabajar, siempre ayudaba a los demás y también procuraba dar un trato amable a los clientes; tanto a sus compañeros de trabajo como los clientes coincidían que Juan era una persona simpática, positiva, y responsable con su trabajo. Siempre daba más de lo que pedía, por lo que su jefe se hizo grandes expectativas de él. En poco tiempo Juan fue ascendiendo de puesto.

Cuando el gerente general de la sucursal donde trabajaba se jubiló a Juan le ofrecieron el puesto y sin pensarlo dos veces aceptó.

Como gerente seguía siendo una persona amable, pendiente de las necesidades y sugerencias de sus empleados, todos estaban satisfechos al tenerlo como jefe. A pesar de tener un buen puesto, un excelente sueldo y ser una persona con éxito se sentía un poco inconforme con su vida, pues tenía esa espina de no haber logrado triunfar con un negocio propio.

Un día Juan decidió seguir sus sueños y

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