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Caso Stanford


Enviado por   •  2 de Febrero de 2014  •  2.015 Palabras (9 Páginas)  •  307 Visitas

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1. INTRODUCCIÓN

Stanford Financial Group era una empresa de finanzas con sede en Galleria Tower II en Uptown Houston, Texas, Estados Unidos. Y Allen Stanford operaba la empresa.

En febrero de 2009 la Securities and Exchange Commission acusó a la empresa de cometer fraude. El 27 de agosto de 2009 el director de Finanzas de la empresa, James Davis, se declaró culpable de varios delitos federales y admitió que la organización estaba involucrada en un fraude desde hacía mucho tiempo.

Allen Stanford fue condenado el 14 de junio del 2012 a 110 años de prisión por fraude. Había sido declarado culpable en marzo de haber engañado a unos 30 mil inversores de clase media como maestros jubilados, veteranos y trabajadores de más de cien países, mediante un esquema Ponzi, a través del Banco Stanford International, con sede en Antigua. Stanford, ocupaba el lugar 605 de la lista de personas más ricas del mundo en 2006, según la revista Forbes, con 2 mil 200 millones de dólares

2. VIDA DE STANFORD

Señor Robert Allen Stanford (nacido el 24 de marzo de 1950) es el presidente del Stanford Financial Group of Companies. Stanford fue el primer norteamericano de ser concedido el título de sir por la nación de Antigua y Barbuda. Estudió finanzas en la Universidad de Houston, donde consiguió su primera fortuna inmobiliaria a principios de los ochenta gracias a la expansión de la empresa de seguros y de la inmobiliaria que su abuelo fundó en 1932.

A principios 2009, Stanford llegó a ser el sujeto de varias investigaciones de fraude, y en el 17 de febrero de 2009, fue cargado por la SEC con fraude y múltiples infracciones de leyes de valores, e implicado en una fraude de $8 mil millones en certificados de depósito. En el 27 de febrero de 2009, la SEC enmendó su queja para describir el fraude como un esquema masivo de Ponzi.

Los clientes de Stanford son inversionistas opulentos, las instituciones, y las compañías a través del mundo. Los activos bajo gestión son más de $50 mil millones. En los años ochenta, Stanford y su padre se enriquecieron comprando bienes raíces deprimidos en Houston y vendiéndolos años después cuando el mercado recuperara. Cuándo su padre se jubiló en 1993, Stanford tomó control de una compañía de 500 empleados. Stanford movió su banco al Caribe en los años ochenta, primero a Montserrat y entonces a Antigua.

Los informes surgieron a principios de febrero 2009 que la SEC, la Oficina Federal de Investigación, la Oficina de Florida de Regulación Financiera, y de la Industria Financiera la Autoridad Regulativa, un cuerpo mayor de descuido de sector privado de EEUU, investigaron la compañía de Stanford, preguntando por que Stanford siempre tenía regresos de mercado a sus depositantes más alto que otros. Stanford reclamó que sus Certificados de Depósitos fueron tan seguros como, o más seguro que, bonos asegurados por los Estados Unidos.

3. LA ESTRATEGIA DEL FRAUDE

El magnate que recibió el título de caballero (Sir) en Antigua, se rodeaba de personas prestantes y políticos importantes para atraer a sus clientes a quienes ofrecía altas tasas de interés sobre los Certificados de Depósito (CD) que abrieran en su banco Stanford International Bank. Según el diario canadiense Globe and Mail, el Consejo Asesor de Stanford estaba integrado por: Luis Giusti, ex presidente de Petróleos de Venezuela; Peter Romero, ex embajador de Estados Unidos en Ecuador; Adolf Ogi, ex presidente de Suiza; Jorge G. Castañeda, ex canciller mexicano; Alfredo Arízaga, ex ministro de finanzas de Ecuador y Lee Brown, ex alcalde de Houston.

Los altos créditos que ofreció durante los últimos 15 años de más del 10% anual provenían de su “estrategia de inversión única” que consistía en reflejar ganancias engañosas en los Estados Financieros reflejando una multitud de transacciones internacionales hechas a través de su red de empresas afiliadas que operaban bajo la “marca registrada” Stanford Financial Group. En su folleto promocional mencionaba que estas inversiones estaban avaladas por una aseguradora inglesa y que sus inversiones eran cuidadosamente vigiladas por “más de 20 analistas”, pero según expedientes judiciales, sólo él y James Davis, su amigo de la juventud, financiero de su empresa, conocían la estrategia real de inversiones de la empresa. Bajo la sombrilla de esta “marca de empresas” están Stanford Group Company y de Stanford Capital Management, también bajo investigación federal en Estados Unidos. Así mismo muchas otras empresas que prestan servicios financieros mayoritariamente en EEUU, en el Caribe y en Latinoamérica están asociadas a este grupo.

Stanford inició en 1988 su presunta actividad fraudulenta con su primer banco Guardian International Bank que operaba en la isla de Monserrat situada en el Caribe en territorio de Gran Bretaña. Esta actividad se ejercía con un importante número de conspiradores especialmente de Antigua y que mutó al Stanford International Bank con filiales en Ecuador, Colombia, México, Panamá, Perú, Venezuela y 30 oficinas en los Estados Unidos.

4. EL PRINCIPIO DEL FIN

El fraude presentado por la SEC empezó salir a la luz cuando Stanford vendió certificados de depósito a través del Stanford International Bank a unos 50,000 clientes. Las autoridades bursátiles pidieron cuentas sobre el paradero de ese dinero, pero los responsables de Stanford no supieron responder. Según revela la demanda, los clientes pensaban que su dinero estaba invertido en activos líquidos, que la gestión la llevaban más de veinte analistas y que las inversiones las supervisaban las autoridades de Antigua. Todo resultó ser una trama bien trazada, según la demanda de la SEC.

El dinero, en realidad, estaba invertido en activos ilíquidos y el 90% de la cartera escapaba de cualquier supervisión. Tampoco se percataron los clientes de que, en lugar de los veinte gestores, sólo Allen Stanford y su director financiero, James Davis, manejaban su dinero. Ninguna autoridad de la Antigua supervisó nunca inversión alguna. Una vez abierta la caja de Pandora, también se supo que Stanford mentía cuando afirmaba que no le había afectado el fraude de Madoff. Simplemente fue una excusa para no reembolsar el dinero a los clientes que simplemente reclamaban lo que era suyo.

En el juicio contra el magnante los fiscales se dieron cuenta de que la firma auditora C.A.S. Hewlett con sede en Antigua, estaba vinculada

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