Comprensión Lectora
Edith197426 de Agosto de 2013
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PRUEBA
DE LECTURA Y
LENGUAJE ESCRITO
(PLLE)
Donald D. Hammill.
Stephen C. Larsen
J. Lee Wiederholt
Joanna Fountain-Chambers
Traducido por Fernando Albornoz
1982.
“Servicios para Educadores Profesionales”
5341 Industrial Oaks Blvd.
Austin, Texas 78735
USA
1. EVALUACION DE LA LECTURA Y ESCRITURA
Muchos profesionales consideran que la lectura y la escritura figuran entre las formas más elevadas, deseables y complejas de la comunicación humana. Se les considera elevadas debido a que, en general, su desarrollo sucede una vez que el estudiante tiene dominio sobre el lenguaje hablado; se les considera deseables porque son la marca distintiva de la persona educada; y se les considera complejas porque comprenden una infinidad de factores que se interrelacionan, incluyendo el pensamiento, la gramática, el vocabulario, la ortografía, la puntuación y el uso de mayúsculas. Por esas razones, la mayoría de las escuelas procuran adiestrar a los estudiantes en las disciplinas de la lectura y de la escritura desde los años de la primaria hasta la secundaria.
La prueba de lectura y lenguaje escrito (PLLE) fue formulada con el fin de proporcionar un amplio examen diagnóstico de lenguaje escrito, apropiado para estudiantes de distintas edades y niveles escolásticos.
Para entender y poder usar las pruebas de lenguaje escrito, incluyendo la PLLE, los educadores, sicólogos y otros profesionales necesitarán familiarizarse con (1) los propósitos del examen, (2) los componentes de la habilidad en lectura y escritura que deberían ser evaluados, (3) los formatos para evaluar el lenguaje escrito y (4) los componentes generales de la prueba de lectura y escritura.
PROPÓSITOS DE LA EVALUACIÓN DEL
LENGUAJE ESCRITO
Los resultados de un esfuerzo de evaluación bien conducido pueden utilizarse para : (1) identificar aquellos estudiantes con notables deficiencias en el lenguaje escrito en comparación con otros alumnos y que, por lo mismo, necesitan ayuda especial; (2) delinear las determinadas destrezas del estudiante en varios niveles de capacidad en la lectura y la escritura; (3) documentar el proceso del estudiante en programas de desarrollo para la lectura y escritura; y (4) realizar la investigación en estas dos disciplinas.
A continuación trataremos en detalle cada uno de dichos propósitos.
1. IDENTIFICACIÓN.
Uno de los propósitos principales por los que se evalúa el lenguaje escrito es para identificar aquellos estudiantes que estén sufriendo dificultades en la lectura y la escritura. Hasta hace poco, los educadores identificaban a estos estudiantes basándose principalmente en juicios subjetivos sobre la destreza que sus estudiantes demostraban en la escritura. Esto se debía, en parte, a que la mayoría de los exámenes diseñados para probar o “medir” esa destreza, no revelaban la verdadera capacidad del estudiante en la comunicación escrita o a través de la lectura. Por el contrario, esos exámenes se concretaban a medir su destreza en forma aislada, como la lectura de palabras sueltas, la puntuación o el uso de las letras mayúsculas, etc. Esta práctica es lamentable ya que, como lo han hecho notar maestros experimentados, muchos estudiantes logran buenos resultados en ese tipo de exámenes, pero distan mucho de saber leer y escribir eficazmente.
Puesto que los juicios del maestro suelen ser subjetivos y el examen de destreza es a menudo superficial, no es sorprendente que el proceso de identificación de estudiantes deficientes en la lectura y la escritura sea tan difícil y carezca de confiabilidad. Sin embargo, los resultados de un examen con normas de referencia, bien diseñado, pueden ser usados para analizar a los estudiantes e identificar en breve a aquellos cuyos logros estén a nivel notoriamente inferior que el de sus compañeros. Una vez identificados, estos estudiantes podrán recibir la ayuda necesaria para superar las dificultades diagnosticadas.
2. DELINEACIÓN DE APTITUDES Y DEFICIENCIAS
El segundo propósito por el que se evalúa la escritura es para poder determinar las destrezas y las deficiencias específicas del estudiante. Esto es de mucha importancia, sobre todo al establecer las metas y el contenido de los programas de instrucción. Como es el caso de otros aspectos de la enseñanza del lenguaje, la buena lectura y escritura comprenden el dominio de varias destrezas independientes y la habilidad de combinarlas de tal forma que hagan del lenguaje escrito una tarea agradable y posible de ejecutar con facilidad. Si un estudiante muestra dificultad en aprender a leer y a escribir, los educadores deben estar capacitados para determinar con exactitud dónde está ocurriendo la falla. La importancia de precisar las destrezas y las deficiencias de un estudiante en la lectura y la escritura es esencial, especialmente cuando un maestro ha evaluado el rendimiento de un estudiante y lo encuentra “deficiente”.
Por ejemplo, la capacidad de determinado estudiante puede estar significativamente por debajo del nivel de sus compañeros. Si se limita únicamente al juicio clínico, es muy posible que el maestro tenga dificultad en determinar cual entre todos los componentes de la lectura y la escritura es el que origina la dificultad. Un examen diagnóstico bien diseñado puede ayudar al profesional a evaluar la habilidad del estudiante en varios de los componentes del lenguaje escrito. Asimismo, el examen puede ayudar a determinar el grado de facilidad con que el estudiante puede documentarse a través de la lectura, así como expresar sus pensamientos, emociones y opiniones en forma escrita. Por consiguiente, el uso de las pruebas multi-dimensionales de lenguaje escrito deberá acrecentar notablemente el conocimiento que el maestro tiene sobre las deficiencias del alumno y conducirá a la elección de estrategias correctivas convenientes.
3. DOCUMENTACIÓN DEL PROGRESO
El tercer propósito de la evaluación en lectura y la escritura es el de documentar el progreso del estudiante en un programa diseñado para mejorar su destreza en la lectura y escritura. Tal documentación es necesaria por dos razones. Primero, puesto que la eficacia de la instrucción que se imparte a los estudiantes está cada vez bajo mayor escrutinio; a un creciente número de maestros se les exige que demuestren que sus esfuerzos traen como resultado mayor aprendizaje. Por esta razón, muchos educadores necesitan pruebas para documentar el aprovechamiento del estudiante. Los resultados de dicha prueba proporcionan datos objetivos, confiables y válidos del aprovechamiento en aspectos generales y específicos del lenguaje escrito. Al emplearse en esta forma, los exámenes también facilitan la evaluación por parte de los educadores sobre lo apropiado de determinado programa de instrucción.
La segunda razón por la cual se documenta el progreso del estudiante en actividades instructivas es con el fin de proporcionar al estudiante una retro-alimentación positiva. Dicha retro-alimentación puede consistir en repasos mensuales de su progreso en el dominio de las habilidades que involucra el lenguaje escrito y en el mejoramiento general de la calidad de trabajo. En ciertos casos, los resultados de la prueba sirven para demostrar que cierto estudiante ha logrado o está por lograr el nivel requerido, o la necesidad de cambio de enfoque en la instrucción con el fin de promover el progreso.
Obviamente, una prueba de lenguaje escrito puede ser de gran ayuda para demostrar el mejoramiento académico y para alentar a los estudiantes con el progreso logrado.
4. INVESTIGACION
Los educadores están conscientes que una investigación científica requiere, entre otras cosas, el uso de medidas estandarizadas que faciliten el estudio adecuado de la destreza en cuestión. Para llevar a cabo la investigación sobre el lenguaje escrito, son necesarios instrumentos de alta y demostrada confiabilidad y validez. Tener a la disposición estos instrumentos permite poder comparar los puntajes de un estudiante con los de sus compañeros de la misma edad y nivel escolástico. Al no hacer uso de dichos instrumentos, una buena investigación sobre el lenguaje escrito resulta a menudo aleatoria e incierta.
Los tipos de investigación que requieren el uso de pruebas incluyen cualquier medición del comportamiento de grupos y todos los estudios correlacionados; a saber, las pruebas estandarizadas para estudiar (1) los efectos de ciertos impedimentos sobre la capacidad de leer y escribir y (2) todos los tipos de comportamiento de grupos en los que la lectura y la escritura son un factor común. Tal investigación expone la esencia de la lectura y la escritura. Los estudios longitudinales que documentan cómo y en qué etapas los niños aprenden a leer y a escribir son de gran importancia en el entendimiento de los aspectos progresivos del lenguaje escrito. Por medio del análisis correlativo, las relaciones entre la lectura, el pensamiento, el habla y la escritura podrán explorarse detenidamente. Estos temas de investigación y otros que no se han mencionado se facilitan mediante el uso de pruebas viables de la expresión escrita.
COMPONENTES DEL LENGUAJE ESCRITO
Para poder leer y escribir correctamente, es necesario dominar por lo menos dos
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