DE LA EDUCACIÓN A LA ADMINISTRACIÓN Y VICEVERSA

DE LA EDUCACIÓN A LA ADMINISTRACIÓN Y VICEVERSA

JUAN CARLOS JIMENEZ SUAREZ

2021

INTRODUCCIÓN

En la actualidad, para poder sobrevivir a la agresividad de los mercados, las empresas requieren liderazgos enfocados en el cumplimiento de sus objetivos y de procesos innovadores que le permitan adaptarse a los cambios bruscos del entorno. El año 2020 puso a prueba todas nuestras habilidades y capacidades para plantear estrategias y perder lo menos posible en la pandemia ocasionada por el COVID-19, que aún sigue impactando nuestra economía. Los establecimientos educativos se vieron gravemente afectados, teniendo que cambiar drásticamente sus metodologías y replantear nuevas formas para seguir prestando sus servicios: pasar de una educación presencial a una modalidad 100% de Trabajo Académico En Casa o lo que coloquialmente se ha denominado “Virtual”.

Es aquí donde aparece el término administración a evidenciarse, como esa capacidad que tiene el líder, en este caso el Rector, de llevar a la institución a nuevo nivel planteando estrategias nos solo a nivel académico sino también a nivel administrativo. Por tal motivo, creo fuertemente que, en el contexto educativo, la Gerencia Administrativa y la Gerencia Educativa su complementa mutuamente por lo que una no puede existir sin la otra. Para Castillo (2015), Gerenciar en educación implica conducir la institución educativa por medio de un conjunto de habilidades directivas que reconceptualicen las formas de pensar y actuar en los diferentes procesos administrativos, pedagógicos, de gestión, curriculares, comunitarios para alcanzar eficacia, eficiencia, del centro escolar. Es decir, que la administración debe verse con un enfoque integral y no como algo que independiza unos procesos de otros, todo debe ser un engranaje que cuando funcionan de la manera correcta conlleva al alcance las directrices planteadas en la Planeación Estratégica.

¿CREE USTED QUE LA GERENCIA EDUCATIVA DEBE DE ESTAR EN CABEZA DE PROFESIONALES EN ÁREAS ADMINISTRATIVAS O POR EL PERSONAL DOCENTE, TENIENDO EN CUENTA QUE DEBEN DE TENER CONOCIMIENTOS Y EXPERIENCIA EN PLANIFICAR, GESTIONAR, CONTROLAR Y EVALUAR LOS OBJETIVOS PLANTEADOS EN CUALQUIER INSTITUCIÓN EDUCATIVA? ¿POR QUÉ?

Como se ha planteado en el párrafo introductorio, la Gerencia Educativa debe contemplarse desde un punto de vista integrador que busca la eficiencia de todos sus procesos y logra encaminarlos hacia el mismo fin. Chiavenato, citado por Marin (2016), establece que la administración es el proceso de planear organizar, dirigir y controlar unos recursos para dar respuesta a unas tareas de acuerdo con unos objetivos corporativos. Esto quiere decir, que para dirigir una establecimiento educativo solo se requiere de una persona que pueda plantear las directrices que encaminen el proyecto y que, a través de estrategias, se puedan alcanzar las metas propuestas.

En mi opinión, tanto un profesional en administración o un profesional en docencia pueden dirigir y Gerenciar los establecimientos educativos siempre y cuando cada uno desde su percepción pueda formarse en las habilidades que complementan el funcionamiento de las instituciones. Es decir, si el Rector es un Administrador de Empresas debe buscar la forma de capacitarse en las áreas misionales de la educación que le permitan ampliar su espectro y verificar como funciona una institución educativa; en el caso de que un docente sea el Rector o Gerente Educativo, este debe buscar las formas de complementar su conocimiento con temas relacionados con la administración de recursos financieros, humanos y tecnológicos que soportan la actividad educativa.

Citando a Quinn (1994), un gestor en una empresa educativa debe tener las siguientes competencias: Como director: toma de iniciativas, fijación de metas y delegación eficaz; como coordinador: planificación, organización y control; como mentor: auto comprensión y comprensión de los demás, comunicación interpersonal y desarrollo de los subordinados; como facilitador creación de equipos, toma de decisiones participativas y gestión de conflictos y Finalmente, como innovador: convivir con el cambio, el pensamiento creativo, y la gestión del cambio. Bajo esta premisa, en ningún momento el autor plantea que sea un administrador o un docente quien dirija el establecimiento educativo, lo que si deja en claro es que esta persona debe tener la competencia suficiente para afrontar los retos que implica Gerenciar una empresa educativa.

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