De La Antigüedad Virtual A La Zona Pixel

DE LA ANTIGÜEDAD VIRTUAL A LA ZONA PIXEL

La virtualidad es una imagen o espacio que no es real, pero que parece. Abarca el ciberespacio, Internet, el teléfono la televisión y la realidad virtual. La realidad virtual como el espacio que se crea cuando hablamos por teléfono: no es exactamente el lugar en que nos encontramos sino un lugar intermedio.

La virtualidad se ha desarrollado muy recientemente; cuenta con una historia que va del arte clásico y neoclásico del siglo XVIII al internet de nuestros días y a la realidad virtual del mañana.

Interacciones con la Virtualidad

La antigüedad virtual era una experiencia sorprendente y común a finales del siglo XVIII. El neoclásico creaba el acceso a un mundo virtual interiorizado: el espacio de la antigüedad virtual. Las experiencias de algunos autores como Goethe indican que la virtualidad puede comprenderse como la transformación del espacio lejos de la realidad exterior tridimensional y hacia el mundo polidimensional interior del yo. Ilusión que se generaba al observar escenas pictóricas de ensueño. A las cuales solo la elite tenía acceso.

Según las teorías del siglo XVIII sobre la percepción se emitía un juicio que tenía lugar en un punto determinado del cuerpo, fuera del globo ocular, de la glándula pineal o en un espacio indeterminado del cerebro. Las teorías daban por supuesto que la percepción se producía en un espacio físico real del cuerpo haciendo reales a su vez los procesos intelectuales de la vista. Cuanto más se pensaba que la percepción era real, más eran las personas que se interesaban por lo virtual.

En el siglo XIX, la experiencia de la modernidad y las oportunidades que brinda eran tan aterradoras que parecía que todo lo solido desaparecía en el aire.

Los nuevos medios de comunicación desde la pintura hasta el cine fueron creados por la industrialización masiva. Las imágenes en movimiento se inventaron de acuerdo con la idea de que la propia modernidad era una imagen en movimiento, la atención moderna era la visión en movimiento. El cine una serie de imágenes cambiantes creaba un acceso a una dimensión del inconsciente óptico antes no explorado, interpretado como una versión de lo sublime.

La virtualidad se convierte en algo global.

Con la llegada de la televisión la virtualidad se convirtió en algo global. Pues la mayoría ha vivido en la realidad virtual a partir de la proliferación de la televisión. Lo que hará el ciberespacio es convertir la experiencia en interactiva en vez de ser pasiva.

El apogeo de emisiones televisivas en cadena ofrecía una representación del mundo directo y realista. Su espacio visual era habitualmente familiar espacio del proscenio utilizado en el teatro en el que se observa la acción. Pero en la fragmentada era del casting televisivo digital, por cable y vía satélite los canales se basan cada vez más en el estilo visual para atraer y retener a los espectadores, quienes cambian de un canal a otro en busca de un programa o segmento atractivo.

Las cadenas televisivas han optado por programas especiales visuales para mantener su territorio frente a la televisión por cable; en la que las cámaras entraban a lugares que normalmente los espectadores no podían ver. Esta expectación se desarrolló principalmente en los setentas en serien norteamericanas como An American Famili.

En la actualidad los convencionalismos televisivos son aceptados como algo natural como los Reality Shows que han sido sustituidos por formatos televisuales. Los canales como MTV, complementan su programación con anuncios de autopromoción se han convenido en varias versiones de cine de 15 o 30 segundos, que han adoptado las técnicas narrativas del cine alternativo y les han dado un estilo publicitario.

Se ofrece al público el chismorreo y la intriga que realmente quiere sin tener que pasar por el ir y venir de las rencillas familiares y de los problemas económicos. Sin embargo la creación de una versión de baja tecnología y accesibilidad de la televisión por cable no ha sustituido a la televisión de pago tradicional pues continúa siendo muy importante.

Es totalmente cierto que la televisión y los periódicos dirigidos a las masas ofrecen una gran abundancia de banalidades referentes a los famosos, pero con ello no se pone entre dicho a las estructuras de poder que los sustentan.

Telesublimación.

La televisión se ha convertido en la comunidad imaginada de finales del siglo XX; carecer de televisión equivale a carecer de derecho al voto. Aunque la televisión se consume en conjunción con otras actividades domésticas, existen ciertos momentos en que la televisión ofrece una experiencia colectiva del mundo posmoderno fragmentado.

A través de las imágenes que nos ofrece, como la liberación de Nelson Mandela, la televisión nos hace experimentar algo que podría denominarse Sublimación televisual: Un acontecimiento, del que en realidad

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