Delincuencia Juvenil
frank198822 de Junio de 2013
4.453 Palabras (18 Páginas)370 Visitas
DELINCUENCIA JUVENIL
Hemos llegado a una época en México en la que la delincuencia se nos ha ido de las manos. Los grupos criminales van en aumento y con más fuerza. Han puesto en jaque al gobierno que padece de falta de estrategias eficaces. Capturan a los líderes pero es un cuento de nunca acabar pues rápidamente los puestos son ocupados por el que le sigue de menor rango. La mayoría de esos grupos se conforma de niños y jóvenes que simplemente son utilizados como si fueran desechables. Esto debe analizarse desde el trasfondo, no simplemente con estrategias armadas. De continuar con las mismas políticas, los gobiernos de México y Estados Unidos estarían exponiendo que no tienen la capacidad estratégica ni militar para enfrentar a la delincuencia organizada. El resultado hasta ahora ha sido la violencia sin precedentes en México, la creación del mercado de consumo de drogas más grande del mundo en Estados Unidos y otro en aumento en México.
Pero ¿Qué se puede hacer contra este gran problema? ¿Por qué las personas se hacen parte de esos grupos criminales que dañan tan fuertemente a la sociedad? ¿Qué factores influyen? ¿Cómo podría prevenirse? ¿Qué medidas debe tomar el gobierno?
Este trabajo pretende demostrar cómo prevenir la delincuencia juvenil es una parte esencial para mejorar la seguridad en México, siendo la base de la prevención del delito en la sociedad. Veremos cómo es que los problemas estructurales que han perseguido a la sociedad desde la fundación del Estado como son la pobreza, la falta de oportunidades laborales, falta de educación, entre otros, son los motores del crimen organizado en este país.
Un niño con equilibrio en su vida, su salud y con información lleva una vida conforme a las leyes, siendo prósperos, sin afectar a otras personas. Pero es importante que se les brinden el ambiente necesario. De lo contrario son personas con déficits del desarrollo de la personalidad y más propensos a cometer delitos.
Debemos poner mayor atención en nuestros niños ya que son el futuro, son la base. Es importante prevenir comportamientos delictivos llevados a cabo por niños, antes de que sean delincuentes, ya que en esa etapa aun se puede modificar su comportamiento a largo plazo a contrario que las intervenciones con adultos y jóvenes.
Se deben implementar programas en las escuelas para concientizar a los menores, explicándoles que es lo que está pasando, qué son realmente estos grupos criminales, cómo se manejan y qué es lo que les puede pasar. También agregando programas recreativos que tengan a los menores haciendo algo de provecho mientras se encuentran solos, ya que debido a la situación del país y la creciente pobreza los padres se ven obligados a trabajar dejando solos y expuestos a sus hijos. El consumo de drogas en México se ha extendido a casi todos los grupos sociales; se le considera un problema de salud pública, además de que se le relaciona con acciones delictivas y violentas.
Por último es necesario modificar las reformas de la ley de menores infractores. Puesto que existen casos muy graves como el de ¨el niño sicario¨ o “El Patojo”, a quien con 16 años de edad se le implica en 51 homicidios. Los jóvenes entran al reclusorio de menores y tienen una penalidad que se termina al cumplir los 18 años, o que son mínimas más allá del delito o los delitos que hayan cometido. Éste es uno de los argumentos con los que el crimen organizado engancha a los jóvenes puesto que no pasa nada grave.
Hoy en día los grupos delincuenciales reclutan a menores de edad para cometer los actos ilícitos. Hay que trabajar de manera integral desde las edades tempranas, en el marco jurídico, en el aspecto que tiene que ver con la educación, con la cultura, con el deporte, con las adicciones, la salud, lo psicológico, social, etcétera.
¨Un país que presente serios problemas en la salud de sus habitantes tendrá problemas para llevar adelante un plan nacional de desarrollo de sus propios pobladores, del uso de sus riquezas y del bienestar de sus habitantes¨.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es el
“bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y, en última instancia el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación”
Es primordial considerar todos los elementos que integran a la salud. Concebir al humano entendiendo que existen varios aspectos que forman parte de un solo fenómeno.
Popularmente se considera que la salud del hombre representa solo los aspectos biológicos, mientras que a los temas mentales: de personalidad o psicológicos, no se les tomaba en cuenta. Así se requiere ser sano, física y mentalmente para esto es importante desarrollarse sanamente.
El seno familiar es la fuente principal para que el niño sea un adulto de triunfo y no cometa un delito.
El niño es como un disco en blanco y todo lo que ve de pequeño de 0 a 12 años, imita en la adolescencia; es por ello la importancia de que el niño en el núcleo familiar tenga un buen desarrollo psíquico, y que los padres mantengan la sana convivencia en el ambiente familiar, ya que es la base de lo que el niño sea en el futuro, un buen ciudadano o un delincuente.
El comportamiento delictivo se genera, se nutre y se mantiene dentro de las relaciones sociales. Lo que significa que el comportamiento de los jóvenes se encuentra muy influenciado por los lazos que desarrollan con los grupos sociales más importantes en sus vidas (familia, amigos, escuela), siendo estos lazos sumamente determinantes en su futuro comportamiento.
La carencia o insuficiencia de la educación se asocian con muchos males sociales como pobreza, violencia familiar, fármaco dependencia y delincuencia. Cuando un individuo no encuentra una forma socialmente aceptada de acceder a los beneficios de la cultura en la que vive, a través del desarrollo de habilidades formadas en medida por la educación, busca llegar a ellos a través de la violencia.
La incidencia de delincuencia juvenil está definida en términos de arresto y de comportamiento como robar, saltar y dañar otras personas.
La literatura criminológica más reciente señala como ámbitos con factores de riesgo más influyentes en el comportamiento antisocial y delincuente de los jóvenes, la familia, la escuela, el grupo de amigos, el consumo de drogas y la comunidad.
Distintos autores sostienen que las problemáticas más frecuentes que presentan los menores son el abandono o retraso escolar, dificultades en las relaciones interpersonales, falta de habilidades sociales, baja autoestima, falta de proyecto en vida, farmacodependencia, desintegración familiar y conductas sexuales inadecuadas.
La familia juega un papel relevante en el proceso de socialización de los jóvenes, influyendo en gran medida en su futuro comportamiento (prosocial o antisocial). Estrechos vínculos entre padres e hijos, buena comunicación, supervisión y control de los hijos o una disciplina adecuada, reducen el riesgo de delincuencia juvenil Por el contrario, una falta de supervisión, cambios en la estructura familiar, malos tratos, disciplina férrea o alternada, malos ejemplos conductuales, falta de comunicación o carencias afectivas, incrementan los riesgos de comportamientos delictivos por parte de los jóvenes.
La violencia intrafamiliar vivida por un niño, deja cicatrices de por vida, y es un elemento para que el niño sea un potencial delincuente; producto de la transformación familiar sufrida en su desarrollo sensorial o motriz. Los niños maltratados tendrán más probabilidades de delinquir al no haber adquirido controles internos sobre comportamientos desaprobados socialmente.
Junto a la familia, la escuela aparece como un factor determinante en la correcta educación y socialización de los jóvenes, operando como un inhibidor de la delincuencia, ya que el éxito académico y buenas actitudes hacia la escuela reducen la delincuencia, aunque en algunos casos el fracaso escolar o un temprano abandono escolar opera en sentido contrario como un facilitador de la delincuencia.
El grupo de amigos es importante en el desarrollo psicosocial al ofrecer a los adolescentes un sentido de pertenencia, un soporte emocional y normas de comportamiento, señalándose como un factor de gran influencia en la delincuencia juvenil, hasta llegar a afirmarse que la asociación con amigos delincuentes es el mejor predictor de la delincuencia en las investigaciones actuales.
Evidencias empíricas sugieren también una fuerte relación entre el consumo de drogas y la delincuencia, sustentándose, a su vez, que los factores de riesgo que contribuyen al consumo de drogas son los mismos o muy similares que los que influyen en la delincuencia.
Factores sociales y comunitarios parece que también tienen influencia en la delincuencia juvenil, aunque es el área más discutida de las examinadas. De todas formas, aunque su influencia directa sea menor, sí parece que el estatus socioeconómico, aspectos ecológicos y ambientales del lugar donde se habita, viviendas sin las adecuadas condiciones de habitabilidad, sin servicios de agua luz etcétera, pueden influir en la delincuencia juvenil.
Se mencionan también como factores predictivos de futuros comportamientos antisociales o delictivos una serie de factores individuales de carácter fundamentalmente psicológico desarrollados en la infancia. Desórdenes internos como nerviosismo, preocupación o ansiedad; problemas psicológicos como hiperactividad, problemas o dificultades de
...