Didáctica del Nivel Superior

Universidad del Este

Tramo de Formación Pedagógica- Nivel Superior

Segunda Certificación

 Asignatura: Didáctica del Nivel Superior

TRABAJO PRÁCTICO N°1

Estudiantes:

• Barri, Ivan Alejandro
• Suarez, Maria Victoria
• Zanotti, Ayamara Suyai

1. Deberán retomar la definición sobre el campo de la didáctica que desarrollaron en el foro de la clase 1 del curso (pueden tomar una de las definiciones de un miembro del grupo y trabajarla en forma conjunta) A partir de dicha definición se les solicita que:

1. Identifique los puntos de encuentro sobre la conceptualización de la didáctica con los autores propuestos en el material bibliográfico.
2. desarrollen aquellos aspectos que no fueron contemplados en la conceptualización sobre el campo de la didáctica que indicaron en el foro teniendo en cuenta la lectura del material bibliográfico de las primeras unidades

Tomamos la siguiente definición de uno/a de los/as miembros del grupo, expuesta en la actividad del foro de ‘¿Qué entendemos por didáctica?’:

“La didáctica es el área de estudio que se dedica a los métodos y técnicas de enseñanza- aprendizaje. Sumaría que la didáctica tiene que estar situada en tiempo- espacio y en estrecha vinculación con la disciplina a la que hace referencia, por ejemplo la didáctica de la matemática, la geografía, historia, etcétera. A su vez, la didáctica va a variar en función del nivel en donde se desarrolla el proceso de enseñanza aprendizaje.”

Creemos que esta definición incluye varios de los aspectos nombrados en los textos propuestos, como por ejemplo la inclusión de la didáctica dentro del ‘binomio enseñanza- aprendizaje’ (Contreras Domingo, 1994), destacando la relación entre ambos procesos, pero siempre teniendo en cuenta que es solo una de las maneras de manifestarlo y que en este vínculo existen otro tipo de complejidades. ‘Enseñanza- Aprendizaje’ es una relación de dependencia ontológica, que se vive y se crea desde adentro, una interacción e intercambio regido por intenciones determinadas.

La dimensión espacio- tiempo aparece en esta definición y también es importante resaltar, debido a que Comenio (Unidad 1) la señala como la respuesta a una problemática específica en un contexto determinado. En su época, esta era la inclusión y ampliación de la educación (‘enseñar a todos todo’), y método que expuso en su escrito ‘Didactica Magna’. Este método se puede aplicar perfectamente  al contexto de las problemáticas educativas contemporáneas.

Por otro lado, se señala que esta didáctica se encuentra en estrecha vinculación con la disciplina que hace referencia, es por eso que Las autoras Camillioni, Basabe, Cols y Feeney (2007) nombran como ‘didácticas específicas’, que se caracterizan por una delimitación de regiones particulares        del mundo de la enseñanza, estando orientado por ejemplo a las edades de los alumnos, a las disciplinas, al tipo de institución y/o a las características de los sujetos, entre otras.

A su vez, estas autoras también presentan la ‘didáctica general’, donde se señalan varios aspectos interesantes sobre el campo de la didáctica, su aplicación y desarrollo. En primer lugar, indican que este saber en general, se encuentra dentro de las ‘ciencias sociales interesadas’, que poseen una aplicación específica y que su función es incidir y transformar la realidad.  Es por esta razón que también se complejiza determinar el campo de estudio de la didáctica, debido a que será amplio, y tendrá una concepción polisémica, pero la mayoría de los autores citados señalan que es el estudio de las teorías de la enseñanza, pero no se centra en ella sino que también en la planificación, el currículum y la evaluación.

Además presentan ciertos argumentos, dentro de los cuales se sustentan críticamente a favor de la didáctica, algunos de ellos son:

• Las formas que ha tomado la educación en distintas épocas tiene que ver con concepciones de la cultura y la sociedad que sirven de sustento. A veces estas adoptan formas de adoctrinamiento, donde los fines educativos se establecen por encima de ética de los medios pedagógicos, esto ocurre cuando, en algunas ocasiones, cuando las teorías sobre la eficacia educativas privilegian los resultados sin tener en cuenta la modalidad de formación y la libertad de los sujetos;
• Si creyéramos que los diferentes métodos y formas de enseñanza empleados en distintos momentos de la historia, tienen el mismo valor y que son igual de eficaces para el logro de los propósitos educativos, la didáctica no sería necesaria;
• La didáctica tampoco sería necesaria si pensáramos que la enseñanza debe transmitir los conocimientos disciplinarios con igual lógica con la que se descubrieron y con la que se organizaron y justificaron en cada campo disciplinario, entonces la didáctica no sería necesaria;
• Los contenidos curriculares de cada espacio, tienen que ver con las decisiones para que hay que aprender y en consecuencia qué es lo que se debe aprender en cada ciclo de la vida escolar. Si pensáramos que las cuestiones curriculares básicas ya han sido resueltas, que son estáticas y que no es imprescindible someter a crítica constante los principios teóricos y prácticos que las sustentan, entonces la didáctica tampoco sería necesaria.

2- Lea atentamente el siguiente fragmento:

“Lo he preparado todo cuidadosamente, el dispositivo[1] funciona con exactitud cronométrica, las consignas están escritas en la pizarra antes de que entren los alumnos, las mesas están puestas de dos en dos; las fichas individuales en las que cada cual ha de anotar sus observaciones están todas donde toca, junto con todo el resto del material necesario para la experiencia (…) los alumnos podrán comprobar por sí mismos, la exactitud del teorema de Pitágoras (…) Todo listo. Y ahora entran. Me doy cuenta, muy pronto, que no controlo de veras la situación: algo bailotea. Tres alumnos se pasan una cartera como si fuese un balón de rugby. ¿Es que la clase anterior ha sido tensa, o es que esos tres están hoy especialmente excitados? Nunca sabré qué ocurre realmente. (…) Y ese otro se obstina en no entender lo que se le pide que haga (…) Le explico y le explico, y él se inventa objeciones como para dormirse de pie: (…) ¿Dónde está la incomprensión? ¿Qué es lo que lo bloquea? ¿Hay mala voluntad de su parte, o me he explicado mal? ¿O es que mi dispositivo está mal ideado? ¿O es que ese alumno no está al nivel del conjunto de la clase? (...) Ahora es fuerte la tentación de darse por vencido, de excluir simbólica o realmente, al alumno de la clase; de amenazarle con un castigo o, a menudo más eficazmente, de retirarle nuestro afecto. (...) Pero hay que resistirse a la tentación de erradicar la resistencia. Porque la resistencia es un signo, un signo de que allí hay alguien”. (Meirieu, 1998:105-106) [2]

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