Diseño + Educación

Diseño + Educación

Desde la prehistoria, el “diseño” como una actividad creativa de proyección, ha evolucionado a la par del ser humano. En México, aunque aplazadamente, el diseño ha venido adquiriendo un nuevo papel dada la apertura comercial, creando así cierto tipo de competencia entre las empresas y sus productos, que llevan a la Mercadotecnia. El diseño se convirtió no sólo en una herramienta para comunicar las cualidades y atributos de los productos, sino para innovar y diferenciar a los mismos. Es posible afirmar que la sana competencia es un factor que ha propiciado una nueva forma de concebir al diseño, al menos en términos mercantilista$.

En términos sociales, el diseño también es muy relevante pues contribuye a elevar los niveles de bienestar de las personas, ya que, sin pensarlo, es un determinante esencial de la calidad de vida. “El diseño afecta a todas las personas, en todos los detalles de lo que hacemos cada día”, afirma John Heskett en El diseño en la vida cotidiana . Bernhard Bürdek, por su parte en Diseño. Historia, teoría y práctica del diseño industrial , plantea que “el diseño ha dejado de representar una elaboración artesanal y ha pasado a ser una disciplina en sí misma con carácter científico”.

El diseño tiene ahora un nuevo papel, un rol socialmente más relevante. Ha afectado a otros campos como la electrónica, la industria automotriz, la informática o la del mueble, en lo que a diseño se refiere. Por su parte, y en términos generales, los expertos de mercadotecnia e ingeniería reconocen hoy la relevancia del diseño y procuran aplicarlo desde el primer momento. Sin duda, el diseño está en nuestras vidas y lo seguirá estando. Se seguirán produciendo muebles, autos, material gráfico, productos de consumo regular, productos industriales, en fin, y como lo afirma de nueva cuenta Bürdek, “se seguirán necesitando cada vez más diseñadores, pero con características diferentes a las de antes e inclusive a las de ahora”. Se necesitarán diseñadores que investiguen la esencia real de las cosas y desarrollen productos casi modelos y que se enfrenten a la falta de la imaginación y a lo absurdo, dando pie a la famosa frase de no inventar la rueda.

Lo anterior, sin duda, plantea un reto, un reto complejo tanto para nosotros como futuros LDG, como para las escuelas que enseñen diseño. El nuevo rol del diseño requiere de un nuevo organismo de conocimientos y actitudes más “ad-hoc” con las exigencias sociales, por lo que es importante replanear los planes de estudio, valga la redundancia, y la enseñanza del diseño en nuestro país. Los planes de estudio de las escuelas de diseño, en general, conservan gran parte de la tradición ancestral y sólo muy pocas han intentado romper con la enseñanza basada en enseñanza de la historia, en lugar de estimular a los alumnos a experimentar. El diseño, en nuestros tiempos, necesita de conocimientos multidisciplinarios, de nuevos conocimientos teóricos, técnicos, tecnológicos, metodológicos y, por supuesto, éticos.

Mi padre, al mencionarle lo anterior, dijo que ese modelo educativo, casi onírico, no es algo nuevo y que podría aplicarse más allá del diseño. Es por eso que las empresas establecidas, hacen contacto con ciertas escuelas

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