Docencia universitaria y competencias didácticas

Docencia universitaria y competencias didácticas

LAS CINCO IDEAS CENTRALES:

1) Para una formación por competencias se le demanda al docente el dominio de idiomas, el manejo de la informática (saber), el desarrollo de competencias interactivas, comunicacionales o socio–relacionales (saber ser) y el manejo de las relaciones humanas (que incluye la necesidad del manejo de personal, la coordinación de grupos y el trabajo en equipo), así como una serie de requerimientos denominados operativos (saber hacer), vinculados a la aplicación de los conocimientos a situaciones concretas. Finalmente, la flexibilidad, la polivalencia y la versatilidad son cualificaciones que todo docente debe poseer.

Las cualidades o connotaciones incluidas en este perfil docente, son exigentes, porque contempla ámbitos que regularmente no se preveían en el pasado, tales como el dominio de idiomas y el manejo de la información con el uso de equipos informáticos. Los conocimientos, además, no sólo se ubican en el nivel cognitivo sino que se proyectan a la aplicación ante situaciones concretas y de solución de problemas. Se agregan cualidades como la flexibilidad, la polivalencia y la versatilidad, que constituyen retos para cualquier docente en su formación con el fin de acercarse a las exigencias de la educación actual.

2) Es importante enfatizar que la convivencia se construye cultural, histórica e ideológicamente en el interjuego de relaciones de poder. Enseñar a convivir es enseñar que las relaciones sociales deben basarse en la equidad y en la solidaridad. En este mundo globalizado los retos para los docentes, emanados de una realidad dinámica y contradictoria, se encaminan hacia el manejo de las incertidumbres y hacia la preparación para el riesgo, el azar, lo inesperado y lo imprevisto, dejando atrás una visión estática del mundo.

Esta idea sobre la convivencia se remarca en la figura del docente, pues los procesos educativos actualmente enfatizan la importancia de la equidad y la solidaridad como valores que la sociedad necesita urgentemente. Sin embargo, la educación está enfrentada a una contradicción de esta sociedad que se volvió global, y en donde la competitividad y productividad son sus características de identificación. Por lo cual, la tarea docente debe ser muy crítica y reflexiva para convertir los procesos educativos en aprendizajes equitativos y solidarios.

3) En el ámbito de la investigación la figura del tutor alude a la del investigador que se responsabiliza académicamente del estudiante de manera inmediata, directa y permanente; establecen una relación de trabajo y crean un proyecto de formación específico para el estudiante (Sánchez, 2000). Es en este espacio mediado por múltiples situaciones en donde se pone en juego la formación del futuro investigador.

Aparece en esta idea el lugar de la investigación como tarea del tutor junto a la responsabilidad que tiene la educación superior de profundizar en la tarea central de investigar. Los estudiantes universitarios deben proyectar

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