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Documento De Trabajo


Enviado por   •  11 de Febrero de 2013  •  1.496 Palabras (6 Páginas)  •  277 Visitas

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NOS OPONEMOS A CAMBIAR PRINCIPIOS DE IZQUIERDA POR VOTOS PARA GOBERNAR

Nacido como un movimiento partido, el PRD se ha transformado en una maquinaria electoral sostenida por profesionales, ajena a cualquier forma de militancia voluntaria no asalariada; desligada de las luchas sociales emergentes e incapaces de ofrecer a la sociedad una visión de país y de política distinta a la dominante. Más que un Partido de ciudadanos, se ha convertido en grupos de presión, en una asociación de clientelas que intercambian lealtades y votos por servicios y complicidades.

Al Partido lo hemos convertido en una “cofradía” de grupos políticos que basan su fuerza, en su capacidad de intimidación. No importa si la fuerza contendiente tiene una mejor propuesta política, sólo se le aplica el factor numérico y de la estructura para minimizarla o hacerla desaparecer; lo importante es tener el control de los espacios partidarios, aunque no se tenga la mínima idea de para qué sirve un Partido

Frente al Partido que se inserta en el juego democrático y se actualiza, están sus caudillos. Paradójica o absurdamente, la contribución histórica de las expresiones de la izquierda mexicana y al PRD se resume de la siguiente manera: haber convertido a la democracia en una mayor utopía que el socialismo.

La democracia implica un reparto del poder o pérdida del mismo (pero mejor es perder los ideales y principios que el control partidario) es, un método para decidir y quién decide son los electos; pero, ¿son legítimas las decisiones de los electos si el método para elegirlos no lo es? Baste con recordar el número de despensas que se utilizan en los procesos de elecciones internas.

¿Para qué contar los votos si ya sabemos que la historia y la moral nos dan la razón?

El retroceso es lamentable, en las escenas de la falta de institucionalidad de las distintas expresiones perredistas, observamos la derrota del proyecto de civilidad democrática; una tragedia para la izquierda que pudo ser moderna, tolerante y democrática.

La crisis en el ejercicio de la política se produce cuando ya no existe deliberación, la soberbia moral, se ha apoderado del PRD. El Partido está secuestrado por las “tribus”, pero no sólo por ellas, sino por la intransigencia política. “El mayor peligro de los hombres cuando gobiernan es su seguridad de poseer la verdad absoluta y aun más peligroso es, cuando los demás se lo creen”, de tal forma se ha sustituido la discusión racional por el compromiso negociado.

El nuevo autoritarismo está aquí, su esencia radica en su fundamentalismo que como cualquier otra tendencia teológica obliga a que seamos democráticos por decreto, sin que podamos utilizar nuestra libertad en la toma de decisiones; se nos enseña entonces, que la verdad es la que se nos impone al margen de nuestro entendimiento y que en la toma de decisiones, se nos ahorra el complejo proceso del pensamiento que nos permite elegir.

¿Cuál es la causa de inestabilidad en el PRD? La tesis primordial que a manera de hipótesis nosotros presentamos, es la siguiente:

Surge como consecuencia del rápido cambio social y de la veloz movilización política de los nuevos grupos al interior del partido, todo esto, junto con el lento desarrollo de las instituciones políticas, que han socavado los fundamentos tradicionales de los dirigentes y de las instituciones partidarias tradicionales. Esto ha hecho que se compliquen a su vez, enormemente los problemas en la creación de nuevas bases de asociación, que unan la legitimidad con la eficacia.

El problema no es la libertad en el PRD, sino la creación de un orden público legítimo, puede haber orden sin libertad pero no libertad sin orden.

La política en el PRD funciona con la energía de sus personalidades, no con la energía de sus instituciones.

Los que deciden (en cualquiera de sus niveles) creen que golpear al adversario es estratégico y los acerca a la victoria. No nos damos cuenta de que estamos perforando el barco en el que todos navegamos. Los intereses particulares no hieren solamente a sus enemigos: hacen hoyos en el navío del que todos dependemos.

Cuando los perredistas hablemos institucionalmente, no habrá cabida para líderes populistas imaginándose toda suerte de complots, ni tampoco existirán los contenidos políticos que se ponen y se quitan, como si fueran trajes de luces. La política de las personalidades que vive el PRD y sus corrientes, tienen un problema: que llegan a representarse exclusivamente a sí mismos, convirtiendo a la política, sólo en afinidades y antagonismos personales.

El principal objetivo de la política deja de ser el logro de metas públicas,

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