EDUCACION DE CALIDAD

EDUCACION DE CALIDAD

Por ZARQUIS ASDRUBAL BAREÑO MARTINEZ

Magister en Economía, U.N:

Durante años, y se diría que generaciones, se ha venido discutiendo cual es el tipo de educación que el país debería implementar para desarrollar la capacidad cognitiva de la población y llegar a lograr los estándares internacionales que sobre la calidad de la educación es imperativo mantener en Colombia. Igualmente, se investiga la metodología más apropiada para que la transmisión del conocimiento sea la más idónea para el tipo de población que se tiene. Y hasta ahora se han revisado cuidadosamente, metodologías de enseñanza implementadas en otros países de igual nivel de desarrollo, que hoy han alcanzado el salto social y económico que los hace estar dentro del selecto club de los países emergentes. Pero siempre se ha fracasado en el intento y aún se sigue buscando la cuadratura del círculo del sistema educativo que genere una alta calidad en educación y así avanzar en el mejoramiento del bienestar de la población. Se siguen generando resultados insatisfactorios, resultados negativos. Pues los organismos internacionales, encargados de calificar el nivel de conocimiento que se tiene en el nivel medio, siguen calificando la educación colombiana como de mala calidad. Y esta calificación la obtienen con la aplicación de las pruebas PISA, que cada tres años realizan entre los jóvenes de diez a quince años, en una muestra de 15.000 adolescentes, tomados aleatoriamente con significativa rigurosidad en su aplicación. La última prueba, realizada el año 2012 dejó mal presentado al tipo de educación que se imparte en Colombia, pues el país ocupó el puesto 63 entre 65 países del orbe, donde se aplicó la prueba. En Colombia, la mayoría de los jóvenes son incapaces de entender lo que leen y de usar bien las matemáticas. Y si se llega con este tipo de falencias a la educación superior, es como construir edificios Space, sin diseños apropiados y con fractura de suelos.

Y en educación superior, no estamos tan avanzados. Con la referencia de que se habla solamente de los que estudiaron diurno. La tendencia es que las universidades sigan formando profesionales y promocionando personas con título profesional. Pues hay que hacer la diferencia. Los profesionales son aquellos que tuvieron sindéresis durante su formación académica, y las personas con título profesional, son aquellas a quienes solo les importó sacar nota aprobada de cada asignatura. Su interés fue obtener el título, así el acerbo académico sea muy bajo. Por su parte, el estudio superior nocturno presenta debilidades más fuertes en la formación académica. Pues los estudiantes nocturnos salen cansados y llenos de conflictos de su trabajo, para llegar a escuchar una clase magistral o participativa, como se hace actualmente. Los catedráticos de los estudios superiores nocturnos, también son profesionales que en el día desarrollan otra labor, no exenta de trabajo y conflicto, Y llegan a sus clases, cansados y con temas para que sus estudiantes trabajen en grupo, y así soliviantar la carga académica. Y la sola lectura y elaboración de un resumen de un pequeño documento, que generalmente es la visión de un solo autor, no es suficiente para poder hacer entender el contexto y el tema a desarrollar. El estudiante nocturno no crea la capacidad de análisis, pues su conocimiento del contexto es mínimo o inexistente.

Por otra parte, si se analiza el ranking mundial de las mejores mil universidades del mundo, las colombianas no están tan bien clasificadas. En él se señala que la Universidad Nacional está clasificada en el puesto 368 del ranking mundial; la Universidad de Antioquia, le sigue, clasificada en el puesto 918; y la Universidad de los Andes en el puesto 938. A nivel latinoamericano, esas mismas universidades que aparecen como las mejores tres

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