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EL ESPEJO FRENTE AL TÓPICO DE LA MEMORIA Y TESTIMONIO DE CENTROAMÉRICA


Enviado por   •  11 de Marzo de 2020  •  Tareas  •  5.956 Palabras (24 Páginas)  •  87 Visitas

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EL ESPEJO FRENTE AL TÓPICO DE LA MEMORIA Y TESTIMONIO DE CENTROAMÉRICA

Castellanos Hernández Michelle Stephania[1] 

Resumen: En el presente artículo busca distinguir el pasado tópico en nosotros,  de  recuperar memorias particulares y obtener experiencias en el presente, hay dos formas de abordar el pasado, como historia y como memoria más reciente, cabe recalcar que ambas son diferentes pues es la forma en cómo vemos el pasado, No saber historia es como sufrir de Alzheimer autoinducido ya que se carece de memoria y coexiste desorientado en un pasado que duele. Para el cumplimiento de tal propósito, serán considerados los aportes de diversos perspectivas teóricas de Maurice Halbwachs Memoria Colectiva, así como algunas observaciones sobre el tema ha hecho el autor Ricoeur Paul La memoria, la historia, el olvido, dando un enfoque de hermenéutico histórico.  Específicamente, el artículo se refiere de la historia-ficción, ejemplos del cual son algunas obras literarias pertenecientes a Horacio Castellanos Moya de Insensatez y María Pérez Yglesia Las Fronteras de Luna y Sol,  para ello se analizara las similitudes entre la actividad de escribir ficciones y la de escribir la historia, que se han posicionado a la hora de reconstruir la memoria del trauma centroamericano, se detallaran algunas de las imágenes que postulan la memoria como un instrumento de medición simbólica y subjetiva de la historia porque el ser de la memoria es devenir, acontecer, y cuando tal manifiesta una potencialidad que se proyecta para incrementar el ser que ya somos, encontrando sus intérpretes en la literatura que, poco a poco, toma distancia y coloca en un espejo frente al campo de batalla.

 “Todo se hunde en la niebla del olvido pero cuando la niebla se despeja,  el olvido está lleno de memoria”

Mario Benedetti.

 

La relación entre memoria e historia se ha convertido, en un objeto de análisis teóricos e innumerables debates, tan estrechas como complejas ya que la historia se apoya y nace de la misma memoria, ambas se entrelazan para distinguirlas debido a un universo plantado de semilla que debe ir a la mano, y no tiene cabida uno en la otra.  Una categoría central de la cultura, del discurso político y hasta de las ciencias sociales, por lo que la historia aspira a una verdad explicativa e interpretativa, proporciona esquemas de medición entre los polos extremos de la memoria individual  y colectiva, mientras que la memoria pretende la idealización, ahí que los mundos se extienden a dos direcciones del pasado y del futuro, de la espera, del vivir-juntos, y a esto los testimonios son sometidos por los historiadores como cualquier otra fuente que forma parte de la memoria, por su parte se afana en recuperar celosamente las experiencias de los testigos, en las historias mínimas, próximas y vitales, en reconocer su carácter único e irremplazable. La memoria comunica los significados para los grupos sociales, que provoca sensaciones que permite dar continuidad al pasado del saber que el ayer tiene permanencia en él hoy, otorgando sentido a los acontecimientos del presente. A lo largo del tiempo ha producido el hombre historias, geografías, correlación justamente de Auschwitz, Vietnam de un infierno que dio origen el deber de memoria, de construcción de relatos basados en experiencias personales y colectivas de las personas víctimas que constituye el otro lado del espejo del conflicto de la batalla, como un obsequio en la posibilidad de recrear el pasado, evocamos los recuerdos como una forma de reconstruir una memoria histórica, una construcción del sentido de su propia historia de tal forma que llega a distorsionar de manera inconsciente la versión oficial de los hechos históricos y llegue, incluso a convertirse en un carnaval, no trata de decir así pasaron las cosas, sino cual es el sentido que para la gente tiene ciertos hechos del pasado, para separarse de nosotros, nuestros propios monstruos que nos asechan en la oscuridad confrontándolos con su propia historia mostrando algo simbólico y subjetivo, donde el pasado es abierto y sigue ahí vivo de obtener experiencias, “la historia es el desarrollo del espíritu en el seno de la humanidad” (Ricœur, 2003; p.401), un álbum de fotos que refleja distintos momentos del pasado como pieza de puzzle del impacto que tuvieron y siguen teniendo la memoria y el olvido producto de investigación de la reconstrucción de lo que paso, qué significado tiene para nosotros, cuáles han sido las conexiones entre los acontecimientos, entre los procesos, entre lo social y entre la gente como lo ha vivido, se hace sobre un método bastante riguroso tratando de conocer las fuentes de ver que significan que hay detrás de esas fuentes. La historia representa y da a la gente una serie de narraciones y novelas, se centran a un hecho inicial del futuro, no se trata de crear un rencor, un odio, sino de conocer nuestro país, el porqué de las cosas, para no cometer otra vez los mismos errores, quien no conoce la historia está condenado a repetirla. 

Desde la perspectiva fenomenológica riqueriana (2003), la cual permite el acceso del concepto de la memoria desde una visión amplia de la experiencia mnemónica que plantea la pregunta por el “¿Qué?” Y luego la pregunta por el “¿Quién?” (p.20), por lo que la memoria es parte de esa construcción de verdad, pero más allá y mientras más puntos de vista de esa construcción, la memoria es más completa hacia el hecho de dejar de ser una abstracción que habitualmente, tiene que acercarse al otro yo, saber qué fue lo qué pasó, la posibilidad de que se escuche todas las voces, lo que nunca se sabe pero si podemos abrirnos al escenario que se dispara por las percepciones sensoriales, dentro de un relato más general y global, lo que se produce una interacción donde se coloca la historia como la retrospección y el proyecto de la memoria, por su parte la memoria pretende singularidad  a la historia diferentes reconstrucciones de vivencias auténticas, por lo tanto es una representación del pasado. Por el contrario Mauricio Halbawachs (2004), muestra que entre historia y memoria existe una contradicción total, partiendo de la dimensión social, es inherente al trabajo de rememoración, es decir, uno se acuerda en común con otros, la diferencia que reside que la memoria tiene límites irregulares e inciertos,  como forma de superar la analogía entre historia y memoria, es así que historia es una división fija e inamovible, de la construcción artificial hecha por otros a un relato único, total de una pieza de ajedrez mental en marcar esas memorias, en lado de la memoria es fermentada, visualiza los recuerdos de las víctimas del conflicto para tocar la conciencia, autentica trasmitida, esa activación de conocimiento, de hechos, de memorias almacenadas son los recuerdos que se hacen actuales, presentes a la realidad de un momento determinado para ser usadas en la percepción del mundo que nos rodea o en las acciones sobre si mismo, todo lo cual se hace desde la corteza cerebral. Pero la corteza no es solo un cofre de recuerdos, sino el ordenador, el administrador y el creador de nuevas memorias.

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