Ejemplo de la Administración

ENSAYO: “¿QUIÉN MOVIÓ MI QUESO?”

En la vida, todos tenemos el deseo de conseguir algo o llenar varios aspectos para sentirnos plenos, difería según la persona; puede ser dinero para satisfacer nuestras necesidades o caprichos y de esta manera tener seguridad para un futuro o simplemente ser una persona exitosa con poder. Puede ser paz, tener salud, que es lo que es base para que sigamos el día a día y cumplir objetivos. Algunos soñamos con formar nuestra familia y otros con el trabajo ideal, sin importar cuál es tu meta, objetivo o lo que persigues en la vida, es necesario entender y encontrar la mejor manera de lograrlo, para ser feliz sin olvidar el disfrutar el camino que todos los días hay que emprender para obtener lo que se sueña.

Cuando se tienen claras las metas que se quieren alcanzar debe saberse también que el cambio es inminente e inevitable y que lo mejor que podemos hacer es adaptarnos lo más rápido posible, entre más fácil lo hagamos y más flexibles seamos, menos nos costará alcanzar nuestras metas y más satisfechos nos sentiremos. Ocurre, sentimos comodidad, creemos tener todo bajo control, dejamos de lado que nada es para siempre, es efímero y debe disfrutarse mientras se tiene. Al momento que esta situación cambia, nos sorprende y muchas veces nos provoca temor y sufrimiento.

El miedo es una sensación que nos detiene en todos los aspectos de nuestra vida, cuando te preguntas: ¿qué haría yo sin el miedo? descubres que al arriesgarte sólo puedes ganar, la comodidad no te deja crecer, reinventarte y explorar nuevos aspectos, por lo que cuando identificas que te encuentras en tu zona de confort debes preguntarte que más deberías de estar haciendo.

Es importante ser insistente, prever, no conformarse, buscar de una forma y si no funciona de otra, puesto que la vida es así, a prueba y error, pues cuando las cosas no salen como nosotros esperamos solemos desmotivarnos, lo mejor requiere siempre de esfuerzo, ganas de hacerlo bien, fe y perseverancia.

Nuestro cerebro es complejo, las emociones en varias ocasiones nos juegan mal en las que nos desanimamos, perdemos de vista lo importante, dudamos de nosotros mismos. Arrastramos el pasado, tenemos ansiedad por el futuro y nos olvidamos del presente que es lo más importante y para lo que vivimos.

Si conseguimos vivir pensando que la vida se compone del constante cambio, cuando este ocurra no nos será difícil adaptarnos y nos evitaremos el sufrimiento de querer seguir en algo que ya no existe, esto aplica en muchos aspectos como el trabajo, la familia y las relaciones. Tenemos que tener siempre esto en mente, somos responsables con cada decisión que tomamos de mejorar nuestro presente, si no hacemos nada sólo perdemos tiempo, que jamás regresa, no podemos privarnos de vivir la vida lo mejor que podamos, sólo tenemos una y es muy corta hay que arriesgarse.

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