El Derecho,la Civilidad Y Lo Publico Creando Vida

El derecho, la civilidad y lo público:

Creando Vida

En el momento en el que la tarea de escribir un ensayo acerca de la civilidad, el derecho y lo público me fue asignada y más aún, que ese ensayo debía ser realizado luego de ir a uno de los parques más representativos de Bogotá, a interactuar con un grupo de personas cuyos nombres apenas me sabía, un sábado a las siete de la mañana, lo primero que vino a mi mente fue: “¿Madrugar un sábado? No lo puedo creer”. Por más de que la actividad que estaban proponiéndome en esos instantes parecía ser interesante y fructífera para mis conocimientos, relaciones interpersonales y mis calificaciones, no lograba evitar ese sentimiento agobiador de saber que tendría que atravesar una ciudad (¡Peor aun viviendo en Chía!) para “analizar” unos aspectos que vivo en el día a día directa o indirectamente, al interactuar con otras personas.

Ese sentimiento desapareció en cuanto llegué al parque y pude vivir una actividad que me abrió la mente y la cual puedo considerar una de mis más productivas experiencias académicas y cuyos frutos voy a plasmar en este trabajo.

El objeto principal de este ensayo, es explicar cómo esos tres elementos (el derecho, la civilidad y lo público) se relacionan y mostrar como una experiencia de vida puede llegar a ser más útil para comprenderlos que la lectura de muchos libros.

Para esto, definiré primero cada uno de estos tres elementos (derecho, civilidad y lo público), para luego analizarlos individualmente de acuerdo a mi experiencia en la actividad realizada en el parque Simón bolívar, y finalmente los relacionaré para determinar en qué grado dependen el uno del otro.

Civilidad

Según la Real Academia de la Lengua, la civilidad es “sociabilidad, urbanidad”. La palabra civilidad viene de sociabilidad que viene del latín societas (sociedad), es decir, “un grupo de individuos marcados por una cultura en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una comunidad”, primer punto clave, un grupo de individuos. Es decir, para que exista civilidad, debe haber personas organizadas en comunidad que compartan ciertas costumbres. Además de esto debe existir urbanidad, que es la corrección y cortesía en el trato con los demás. En síntesis la civilidad es: el grupo de personas que se relacionan entre sí, de manera cortés y cordial dentro de una comunidad.

Para que haya civilidad son necesarios dos elementos; coherencia funcional y armonía operativa. Estos dos factores, son primordiales para la existencia de vida y la generación del tejido social en el cual se desarrolla la civilidad. Además de estas características debe existir un sentimiento en procura de la búsqueda de lo deseable (lo igualmente bueno para todos). Este sentimiento se caracteriza por ejemplificar el nivel más avanzado de la Teoría de la evolución social de Jurgen Habermas (en la que existen tres niveles en los que se desarrollan los procesos cognitivos), el post-convencional en el cual los individuos se rigen por principios universales y buscan el bien de la comunidad en general, no únicamente en pro de satisfacer sus propias necesidades.

En el ejercicio percibí la civilidad en su máxima expresión; personas de todas las edades realizando diversas actividades al aire libre, las autoridades del parque promoviendo el ambiente sano y procurando que la jornada se llevara a cabo con éxito, y sobre todo sin ningún tipo de prejuicios sociales. Como dijo Lloyd Fallers “La civilidad permite eliminar la tensión que existe en las diferencias de la sociedad y los diversos grupos a los que pertenecemos”.

Lo publico

En palabras del filosofo argentino Ernesto Garzón Valdés lo público “está caracterizado por la libre accesibilidad de los comportamientos y decisiones de las personas en sociedad. Más aún: cuando ellas desempeñan algún cargo dotado de autoridad político jurídica, la publicidad de sus actos se convierte en un elemento esencial de todo Estado de derecho” (Valdés, 2005). Según Garzón Valdés lo que caracteriza a lo público es la transparencia.

Es aquí donde se pueden llegar a generar contradicciones. Si lo público es por definición, lo que le pertenece al populus, ¿Hasta qué punto lo público es propiedad exclusiva del pueblo? ¿En qué momento interviene el Estado para regular las relaciones y el uso de lo público? ¿Cómo evitar que las personas hagan uso indebido de lo público, cuando no solo les pertenece a ellas como individuos? Aunque estas cuestiones son claves para entender la importancia de lo público en la sociedad, su desarrollo será objeto de trabajos posteriores.

Lo que sí se puede decir es que al igual que la libertad, lo público tiene unos límites que no pueden cruzar otras personas. En el caso especifico del ejercicio en el parque Simón Bolívar, el buen uso de lo público requiere respetar el derecho de las otras personas a respirar un aire limpio, por lo cual las autoridades intervienen en caso de ver a alguien fumando o utilizando de manera indebida los

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