El Orden Social
PatyRiosCantu25 de Julio de 2014
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1. El orden social
1.1 Concepto de orden
1.2 El orden natural
Presentación
El hombre nace y se desarrolla en la sociedad, la vida social es natural y necesaria al ser humano, por tanto, hombre y sociedad se implican e integran mutuamente. Es evidente por consiguiente que el desarrollo de la sociedad depende de la participación de todas las personas, cada una de ellas con su esfuerzo puede construir una sociedad más justa y así contribuir al Bien Común.
1.1 Concepto de orden
La palabra Orden deriva del latín ordo y a su vez del griego ortos. El término griego ortos significa recto y correcto. De aquí se sigue el significado de orden como la disposición correcta o conveniente de los elementos de un conjunto. Es claro que entre elementos aislados no hay posibilidad de orden así como tampoco puede existir orden en un agregado o montón de cosas, puesto que al no existir un principio de conexión entre ellas solamente formarían un desorden.
Para que exista un orden es necesaria una relación entre sí de los diferentes elementos, pero no basta con que se establezca cualquier tipo de relación, por tanto, el orden consiste en la relación existente entre la pluralidad de distintos elementos en base a un principio que configura al todo ordenado.
Es preciso resaltar la importancia que tiene el principio o estructura que determina una relación ordenada, puesto que la existencia de un principio ordenador muestra como el orden no es algo extrínseco sino que precisamente es algo constitutivo de la estructura, el orden reside intrínsecamente en los elementos puesto que si estos elementos se estructuraran de otra manera entonces resultaría otro orden diferente.
Ahora bien, en cualquier todo ordenado se puede analizar por una parte el aspecto material, que se refiere a los elementos o partes de la pluralidad ordenada, y por otra parte el aspecto formal, que consiste en el principio o estructura por el cual se ordenan los elementos.
La importancia de el aspecto formal para el análisis del tema del orden es porque esto explica como un todo ordenado no es resultado de la yuxtaposición extrínseca de cosas distintas sino que el orden se sigue de una unidad interior, por lo tanto, se define al orden con una mayor precisión, como la unidad de una pluralidad diversa.
Cabe resaltar que si el principio de orden puede transformar una pluralidad de elementos en una unidad, es mediante la disposición que exige un determinado fin, de aquí se sigue que el tema del orden es inseparable del de la finalidad.
Entonces una definición aún más precisa de orden es la siguiente: la relación de una cosa con respecto a otra en función de una finalidad. Por ejemplo, en un reloj encontramos muchas y diferentes cosas: tornillos, engranes, manecillas, etc. El orden con el que se coloca cada una de estas partes es con el fin de que éste funcione, y esta finalidad es el principio ordenador que estructura a cualquier reloj.
Ahora bien, ¿Cómo puede haber orden sin una inteligencia ordenadora?, porque sólo la inteligencia puede proponerse fines, por esto debe señalarse que el orden siempre es producto de un ser inteligente. Retomando el ejemplo anterior, un reloj supone al relojero, quien colocó los distintos componentes de manera ordenada en función de la finalidad de medir el tiempo, por tanto el reloj no puede ser producto de la casualidad.
Por último, puede afirmarse con toda certeza que tanto en el mundo de la naturaleza como en el de las realizaciones humanas, sociales y culturales, encontramos orden, y que este orden, tanto natural como social, tiene sentido por una finalidad, la cuál surge de un principio racional.
1.2 El orden natural
El concepto de orden puede ser sinónimo de cosmos, si se entiende al mundo como un universo ordenado, precisamente la ciencia lo que descubre son las leyes de este orden en el universo o cosmos, más aún, sería imposible hacer ciencia sin la existencia de un orden natural.
En el mundo de la naturaleza, desde el macrocosmos (las galaxias, el sistema solar, etc.) hasta el microcosmos (átomos, electrones, aminoácidos, moléculas, etc.), existe un orden extraordinario y asombroso, orden que poco a poco es descubierto por el conocimiento científico.
Cuanto más avanza la ciencia los nuevos descubrimientos confirman más y más el orden del cosmos, como por ejemplo la regularidad en la marcha de los planetas, en la aparición de los cometas y en las innumerables constelaciones; el orden en el ritmo de las estaciones, en el equilibrio ecológico, en el cuerpo humano; la constatación de que una simple molécula de proteína contiene 18 aminoácidos diferentes dispuestos en un orden bien estructurado, la maravilla de que un solo organismo unicelular posee una multitud de proteínas, además de lípidos, azúcares, vitaminas, ácidos nucleicos, todo indica la existencia de un ordenamiento asombroso.
Ahora bien, observando la naturaleza se descubre que todos los seres tienen una función en el cosmos. Las abejas facilitan la polinización de las flores, el color de las flores atrae a las abejas, los minerales de la tierra y el agua fortalecen las raíces de las flores.
Esto significa que la estructura de los organismos vivos, e incluso del mundo mineral, tiene funciones naturales, es decir, tienen una finalidad. Nada esta ocioso en la naturaleza, todos los seres que existen tiene una finalidad o razón de ser.
Ante esta admiración por la naturaleza surge la pregunta ¿cómo puede darse este maravilloso orden sin una inteligencia ordenadora?. Este orden no puede proceder de la naturaleza, puesto que ésta no puede darse el orden a sí misma, sería tanto como pensar que el orden es producto del azar y esta postura es anticientífica.
Por otro lado, es evidente que el orden de la naturaleza no es producto de la inteligencia humana, dado que sólo lo descubre, y amenos de que se quiera afirmar de manera irracional que este orden complejísimo y asombroso es producto de la casualidad, debemos reconocer que el orden natural es obra del Creador de la naturaleza, Dios.
Cabe señalar que no sólo con conocimientos científicos. Sino que también con la sola observación empírica el hombre va descubriendo el orden maravilloso de la naturaleza, pero este orden natural no se agota en los fenómenos físicos, químicos y biológicos, incluye y se proyecta sobre todo en el mudo humano: en la sociabilidad natural de hombre de donde surgen la familia y la ciudad, y en la ética que orienta a la libertad humana. Por consiguiente el orden social cultural, es el que el hombre crea a partir del descubrimiento y del uso respetuoso del orden natural.
1. El orden social
1.3 El orden social
1.3 El orden social
El hombre vive en un entorno, un mundo de minerales y de seres vivientes forman su mundo externo en el cual se desenvuelve, el ser humano no puede vivir fuera de ese entorno físico y social, no puede aislarse porque su supervivencia depende de su interrelación con todo lo que le rodea.
Como ya se mencionó en toda manifestación del mundo natural existe un orden, llamado orden natural, el hombre está integrado ineludiblemente a este orden universal. En primer lugar se descubre un orden físico que se rige por leyes inmutables sobre el comportamiento de la materia; hay también un orden biológico donde prevalecen leyes naturales que rigen el proceso de la vida: nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte; hay un orden psíquico, donde se descubren leyes que explican los procesos mentales.
De igual manera lo primero que se descubre en la convivencia humana es que la sociedad no es un caos amorfo de actos sin conexión entre sí, es un cosmos ordenado comparable en cierto sentido a la naturaleza. En la vida social existen usos y costumbres que pueden considerarse casi naturales, ciertamente no son naturales en estricto sentido porque las personas, a diferencia de los astros, no están determinadas y modelan su conducta según normas, las cuales aunque son convencionales deben ser congruentes a la naturaleza humana.
Ahora bien, como seres libres las personas pueden cumplir estas normas y contribuir al orden social, o pueden por el incumplimiento de éstas causar el desorden o caos social. Es claro que la vida en común de los seres humanos no podría ser posible si no se mantiene el orden social, este orden se rige por leyes sociales que mantienen el actuar del hombre dentro de unos marcos de comportamiento que permitan la convivencia social.
Muchas veces el ser humano rompe o trata de romper tanto el orden natural como el orden social, lo cual conduce al desorden y al desajuste de las piezas ordenadas. Si el orden natural se rompe todo se vuelve un caos, los problemas ecológicos pueden servir como ejemplo. Si el orden social se rompe se imposibilita la vida en común, puesto que el orden es elemento esencial de la convivencia como base de la vida social, de aquí que en ocasiones se le identifica con la paz y la tranquilidad social.
La corriente del relativismo ha extendido la concepción de que todo conocimiento, toda norma ética y toda estructura social son relativos a un tiempo y a un lugar determinados; que pueden perder toda vigencia porque suponen que todo cambia y todo se transforma, el cambio por el cambio mismo, negando así la existencia de un orden esencial.
Pero
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