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El cultivo de cacao

andresp225Trabajo23 de Marzo de 2013

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TALLER REGIONAL ANDINO DE APLICACIÓN TECNOLOGICA EN EL CULTIVO DEL CACAO

(6, 7,8 de Marzo, Quevedo-Ecuador)

AMBIENTE, FISIOLOGIA Y AGRONOMIA DEL CACAO

Freddy Amores

El componente central de cualquier sistema de producción agrícola son las plantas. Como cualquier organismo vivo éstas necesitan de insumos ambientales provistos por el entorno que las rodea para cumplir sus procesos de crecimiento y producción. La generalización se aplica también al cultivo del cacao.

El entorno ambiental del cual las plantas reciben insumos necesarios para cumplir sus funciones vitales tiene componentes llamados recursos naturales. Luz, aire, lluvias, temperatura, humedad relativa y suelos se encuentran entre los más conocidos. Las condiciones ambientales representan la expresión integral del comportamiento de los recursos antes mencionados y pueden ser muy variables al pasar de un lugar a otro. La variabilidad ambiental esta presente entre zonas productoras de cacao, entre áreas dentro de una misma zona productora, entre lotes dentro de una misma finca, y aun pueden encontrarse variaciones ambientales dentro de una misma huerta cacaotera.

Una mayor comprensión sobre las características y comportamiento de los recursos naturales, los servicios ambientales que se derivan de éstos en beneficio del cultivo y estándares de estos servicios para satisfacer las necesidades de crecimiento y producción del cacao, representa sin duda una información muy valiosa para el productor al momento de tomar decisiones y acciones respecto al manejo agronómico del cultivo en la búsqueda de incrementos de productividad.

ENTORNO AMBIENTAL

Temperatura

La temperatura determina el ritmo de los procesos vitales dentro de la planta. Los bajos promedios de temperatura mensual afectan sensiblemente el crecimiento, floración y obviamente la fructificación del cacao. La planta del cacao evolucionó en ambientes del trópico húmedo y esa es la razón por la que este cultivo se explota con éxito dentro de un rango de temperaturas medias mensuales que van de 20 a 28º C. Se consideran óptimas las temperaturas medias mensuales de 23 a 24º C. Las temperaturas promedios mensuales superiores a 30º C e inferiores a 20º C no favorecen la explotación comercial del cacao. En el lugar donde se cultiva el cacao no deberían producirse temperaturas medias diarias inferiores a 15º C. La diferencia de temperatura entre el día y la noche no debe ser inferior a 9º C. El sombreamiento es una práctica para regular el efecto de las temperaturas excesivas en el cultivo. Puesto que la altitud y la temperatura estan vinculadas, no se recomienda la siembra de cacao a mas de 1000 metros de altitud por el riesgo de que las plantas sufran alteraciones fisiológicas que perjudiquen la producción.

Luminosidad

Una fracción de la radiación solar es simplemente luz. La energía luminosa es capturada por las hojas del cacao (mediante un pigmento llamado clorofila) para llevar a cabo la fotosíntesis. El proceso fotosintético produce las primeras substancias orgánicas que son la base para una serie de nuevos procesos que sostienen otras funciones vitales de las plantas. El cacao en su forma natural evolucionó bajo la sombra de árboles más altos en el pie de monte de la Cuenca Amazónica. Por esa razón se afirma y se ha comprobado que es un cultivo que se beneficia con el sombreamiento, aunque la sombra excesiva perjudica la productividad del cacao. Durante los primeros tres años de vida del cacao el sombreamiento puede llegar hasta el 60%; en las huertas adultas será suficiente un sombreamiento del 30% para garantizar un buen desempeño productivo. El cacao se puede cultivar a plena exposición solar pero presenta un incremento substancial de su demanda por agua y nutrientes; si esta demanda no es satisfecha en su justa medida entonces la huerta se deteriora rápidamente.

Precipitación

El cacao es muy sensible a la falta de humedad por eso es importante que la lluvia (precipitación) que se recibe en una zona cacaotera se encuentre bien distribuida a lo largo del año con un periodo seco de pocos meses. Promedios anuales entre 1200 a 2500 mm de lluvia son adecuados para el cacao. Hay que tener en cuenta que el exceso de lluvia aumenta el riesgo de incidencia de enfermedades; por otro lado bajo condiciones de mucha lluvia la topografía debe favorecer un buen drenaje para evitar encharcamientos prolongados del suelo que perjudiquen al cultivo. La productividad se afecta también en forma importante cuando se produce un periodo de muchos meses sin lluvias. Si la irrigación es factible durante la época seca, el cultivo de cacao responde con importantes incrementos de rendimiento.

Humedad relativa

La humedad relativa se refiere al porcentaje de vapor de agua que contiene la atmósfera. Con baja humedad relativa, por ejemplo valores menores al 70%, las plantas sufren mayor pérdida de agua por evapotranspiración (pérdida de agua a través de las hojas y el suelo); el problema se agrava si en el sector se producen vientos frecuentes. Los niveles de humedad relativa entre el 80 y 85% son normales para el cacao. Niveles superiores al 85% acentúan el problema de incidencia de enfermedades y las plantas parásitas que crecen sobre el cacao, mas aun si es una zona con alta humedad relativa durante la mayor parte del año.

Viento

El viento y mas que nada las brisas proveen un recurso ambiental importante. Sirven para remover y renovar las masas de aire dentro de la huerta. Las brisas leves remueven el aire y con éste el exceso de vapor de agua y anhídrido carbónico que se acumulan sobre la superficie de las hojas y frutos de cacao; mediante este proceso nuevas masas de aire se ponen en contacto con las hojas. Las brisas y la entrada de luz a la plantación son útiles para mantener secas las mazorcas y tejidos tiernos de las plantas, ayudando a reducir en forma importante la infección por Escoba de Bruja y Moniliasis. De allí que las podas oportunas y adecuadas permiten una mayor ventilación interna de la huerta de cacao mejorándose su desempeño productivo.

Suelos

El cacao se cultiva en una amplia variedad de suelos pero prefiere suelos fértiles con alto contenido de materia orgánica. Además, deben ser francos, profundos, con buena retención de humedad y un nivel de drenaje suficiente para evitar encharcamientos. La profundidad efectiva del suelo debe tener al menos 1 metro para garantizar un buen desempeño del cultivo; una profundidad óptima es 1.5 m. El suelo proporciona a las plantas varios servicios ambientales, entre ellos el almacenamiento y provisión de agua y nutrientes, espacio para el desarrollo radicular, entre otros beneficios.

FISIOLOGIA DE LA PLANTA

Fotosíntesis

Las plantas fabrican en su interior las substancias orgánicas que requieren para su crecimiento y producción. La fabricación comienza a partir del proceso conocido como fotosíntesis mediante el cual se producen los primeros carbohidratos. Estos a su vez son insumos que intervienen en otros procesos para la formación de azúcares más complejos, almidones, proteínas, grasas, etc. La fotosíntesis se define como la combinación de anhídrido carbónico y agua en presencia de luz solar (capturada por la clorofila) para formar substancias orgánicas básicas.

La productividad de una planta de cacao depende en gran medida de la capacidad fotosintética de sus hojas, de la cantidad de superficie foliar disponible para llevar a cabo la fotosíntesis, y finalmente de la distribución de los productos de la fotosíntesis a los diversos órganos de la planta, entre ellos los frutos se convierten en un destino importante para la distribución de los productos de la fotosíntesis.

La capacidad fotosintética de las hojas a su vez depende de la cantidad de anhídrido carbónico que absorben por unidad de superficie. La cantidad de anhídrido carbónico que absorben las hojas de cacao es 3 veces menor que en las hojas de algodón, 4 veces menor que en las hojas del árbol de caucho, 5 veces inferior que en las hojas de tabaco que son plantas con mayor necesidad de luz. Este hecho explica porque las plantas de cacao funcionan bien sin estar cultivadas a plena exposición solar.

La superficie foliar a su vez depende del número de hojas que tenga la planta en un momento determinado. Las hojas del cacao tienen varios estados de crecimiento durante su periodo de vida. Cuando tienen aproximadamente un mes de edad presentan el máximo potencial para llevar a cabo la fotosíntesis. La capacidad de la planta para producir carbohidratos se relaciona estrechamente con la superficie foliar expresada a través de índice de área foliar (IAF). El IAF representa la sumatoria de la superficie de todas las hojas que tiene la planta en un momento dado dividida para el área del suelo cubierta por la proyección de la copa de la misma planta. A medida que el IAF aumenta, la planta tiene más capacidad fotosintética y por tanto mayor potencial para fabricar carbohidratos, emitir hojas nuevas y alimentar las mazorcas en crecimiento. Los diferentes tipos de cacao tienen diferente tamaño de hojas y el IAF puede variar de 1.4 a 5.6 según tipo de cacao de que se trate. Al momento de las podas debe de tenerse presente este concepto; en la medida en que la planta tenga una buena arquitectura de la copa (ramas

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