Enc. Proyecto Nutrición y Alimentación Ministerio de Educación

A día de hoy la humanidad ha sufrido tal grado de expansión que es requerido un mayor abastecimiento y producción de la fuente que nos mantiene vivos, el alimento. Hoy en día las grandes compañías solo tienen como prioridad una sola cosa, dinero. Sin importar la calidad, estado y tratamiento de sus mercancías. El ser humano, hoy tiene un serio problema a nivel social, le da una mayor prioridad a cubrir de la forma más rápida posible esta necesidad, la alimentación, y deja de lado su porpia salud. Exige y desea lo rápido, económico y “fresco”. ¿Qué problemas a largo o corto plazo puede originar esto? La respuesta es bastante sencilla, si el ser humano no se alimenta de forma correcta esto le puede llegar a causar enfermedades y problemas entre los cuales se encuentran: la diabetes, la obesidad, cáncer, etc.

El problema radica en cómo las franquicias de comida rápida, las cuales son el principal origen de esta problemática, tratan y transforman estos productos. Se tiene conocimiento acerca de cómo es este proceso desde que se trata al animal, hasta que se procesa el producto. Los resultados simplemente son crueles, fuera de cualquier realidad. Es impactante que para poder cubrir y producir, esta “comida”  día a día se sacrifiquen miles y millones de animales, de una forma despiadada. Es lamentable el hecho de que el ser humano es completamente ignorante e inconsciente acerca de lo que ingiere diariamente, y cómo es que estas conductas son permitidas aún.

Antiguamente o tradicionalmente, los animales deben ser criados cierto tiempo para asegurar la mejor calidad en los productos de este animal, sin embargo, las compañías se han encargado de manipular este proceso y de cierta forma acelerarlo mediante productos o sustancias que introducen a los alimentos que les otorgan a estos animales. ¿Cuál es el problema de esto? Debido a esta decisión los alimentos pueden desarrollar toxinas y provocar serias enfermedades tanto en el animal, como en el consumidor. Anteriormente la alimentación era bastante variada según la especie, ahora lo que están implementando es el uso del maíz para alimentar a cualquier tipo de animal, aunque este no ingiera tal alimento. Es su uso, debido a su relativo bajo costo, facilidad de obtención y abundancia. Al transformar de forma tan radical su alimento, estos animales pueden desarrollar problemas e incluso deformaciones. Algunas de estas cosechas de maíz puedern llegar a tener altas porciones de aflatoxinas. Estas son altamente cancerígenas, producen toxicidad y cáncer de hígado. Se han detectado en diferentes cultivos en el campo y cosechas.

“Otras marcas le ponen antibióticos a los lienzos lo cual pasa a la carne del pollo, pero las bacterias se vuelven resistentes por lo que no hacen efecto” (Food Inc.). Esto es la muestra más clara que lo que les dan a estos animales para el crecimiento esta simplemente destrozando su salud y perjudica al mismo tiempo la nuestra. Lo que nosotros estamos realmente consumiendo de manera inconsciente no es más que un conjunto de sustancias y productos químicos.

Dejando de lado lo nocivo que puede llegar a ser el consumo de estas especies, hablemos del proceso que sufren los animales para llegar hasta nuestras estanterías del supermercado. Las especies son mutadas (con el uso de clembuterol el cual es el encargado de acelerar el proceso de formación de una especie) y después de unos 45 días son mandadas a un lugar encargado de convertirlas en alimento. Durante este proceso se usa el amoniaco, el cual funciona como antimicrobiano en el caso de la carne para reducir el riesgo de infección por E. Colli 0157 h57., entre otras enfermedades. Ésta es una bacteria que causa una infección con diversos síntomas que muestra síntomas, como diarrea grave con sangre, dolores abdominales, además de daño renal comenzando entre 1 a 9 días después de la exposición.

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