Enemigos del aprendizaje

"Enemigos del aprendizaje"

Te pido por un momento que pienses en lo que sabes y que te imagines que todo eso lo guardas dentro de una pequeña e insignificante caja. En ella encontrarás conocimientos escolares, vivencias, trabajos, parejas. Toda esa información forma parte de lo que sé que SÍ sé.

Y por otro lado, agrégale a esa caja los conocimientos que no sabes. Por ejemplo: yo sé que no sé comandar un barco, tampoco sé tocar el bajo ni hablar japonés así que los agrego a mi caja. O sea esto es lo que sé que NO sé. Entonces, en esta caja están todas las cosas que conocemos y que sabemos que no conocemos. Desde aquí, cuando alguien nos pide ayuda, aconsejamos desde nuestro saber del yo sé... y si no lo sabemos, podemos averiguar cómo, es decir aprender algo nuevo.

¿Pero qué es aprender? Podríamos decir que significa absorber, interpretar para actuar, incorporar conocimientos. Sin embargo, el aprendizaje no es solo conocer, muchas veces pensamos que solo incorporando conocimientos ya aprendimos. Pero esto no es lo único, porque hay personas que saben, pero no ejecutan. Porque para aprender debe haber una coherencia ontológica. No existen solamente los conocimientos, sino también la práctica y como en toda tarea o disciplina, sin práctica no hay aprendizaje. Por ejemplo: si yo pienso que ya sé un tema y no estudio todos los días, dentro de 5 meses no voy saber más que ahora y mis capacidades no mejorarán.

Además, no solo aprendemos lo que entra por la mente, sino desde lo que hace nuestro cuerpo. Y aquí entran las tres distinciones que reconoce el coaching: la corporalidad, el lenguaje y las emociones. Por lo tanto, si estoy siempre desanimado, mi postura es negativa y pienso que no puedo, nunca aprenderé. En cambio, si mi mentalidad es positiva, me mantengo erguido y motivado, siempre habrá oportunidades de aprender algo nuevo.

Lejos de la zona de confort, de los malos juicios y saberes, podemos superar limites y permitirnos vivir fuera de la mente y del contexto y aceptar increíbles caminos desde la experiencia, conquistar metas asombrosas, repletas de objetivos y posibilidades: es decir el NO sé, que NO sé.

Desde aquí siempre estoy activo y abierto a la posibilidad de aprender, a pesar de toda experiencia y conocimiento que ya tengo. Porque manteniendo el hábito de pensar desde lo que no sé, nunca habrá límites ni ambiciones absurdas por alcanzar y podré aceptar que siempre hay oportunidades de incorporar algo mágico y nuevo a la vida.

Pero también es una actitud, una mentalidad poderosa de querer conectar con los demás y conocer ideas fascinantes, a partir de lo que no sabemos y escuchar o interpretar los conocimientos de las otras personas.

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