Ensayo sobre discriminación en la educación

¡Apostemos por una educación sin discriminación!

A lo largo de la historia, la sociedad ha venido desarrollando actos discriminatorios a diversos sectores sociales por motivos de nacionalidad, religiosos, étnicos, condición física, económica, credo político y orientación sexual,  razón por la cual el artículo 27 de nuestra Constitución Política establece la igualdad ante la ley y la no discriminación.

Sin embargo, a pesar de contar con instrumentos jurídicos nacionales e internacionales que respaldan los derechos que tenemos todas las personas sin discriminación, no se puede negar que en nuestro país existen situaciones en donde se discrimina por la orientación sexual e identidad de género, como resultado de la cultura machista y patriarcal en la que vivimos.

Muchas personas evitan hablar de diversidad sexual por considerarla una temática tabú, llena “prejuicios”, y porque toca el tema religioso y  la moral. Esa es precisamente la razón por la cual se tiende a discriminar a las personas por su orientación sexual, ya que se les ve como personas “raras”, “pecaminosas”, es decir diferentes al resto.

La discriminación por orientación sexual e identidad de género se viene dando en nuestro País en diversos espacios, siendo el ámbito educativo uno de ellos. En el año 2012 la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) realizó un informe de Fiscalización sobre “Respeto a los Derechos Humanos de las personas de la Diversidad Sexual por parte del Ministerio de Educación” en donde logró identificar que las formas de discriminación y violencia tanto por estudiantes como por docentes son: burlas, bromas, humillaciones, agresiones físicas y verbales, aislamiento, rechazo y falta de aceptación y rechazo (pág. 68)

No se puede negar que tanto la familia como el sector educativo juegan un rol fundamental en la enseñanza de los niños y niñas, por lo tanto es importante que reciba una educación integral, sin discriminación, sin estigmas con un enfoque de derechos humanos, es decir, eso es lo ideal, lo adecuado, no obstante la realidad es otra, puesto que se requiere en términos general educar a la sociedad en materia de derechos humanos, ya que existen personas que discriminan y rechazan por falta de información, conocimientos y sensibilización sobre determinadas temáticas.

La escuela debe ser un entorno agradable y amigable para la niñez y adolescencia, sin embargo, sino se garantizan estas condiciones mínimas serán espacios perturbadores y no sanos y esto se ve reflejado en situaciones específicas de estudiantes que son discriminados por su orientación sexual:

La discriminación se incrementa cuanto mas visible es nuestra identidad sexual. A causa de esto durante nuestra vida escolar tenemos que esconder nuestra identidad sexual “para sobrevivir” y tenemos que actuar y fingir para no ser identificadas, con toda la carga sicológica negativa que esto provoca (GEDDS, 2009, pág. 25)

La sociedad adultista y machista en que vivimos, tiene bien interiorizado el hecho que las personas homosexuales no tienen derecho porque las consideran anormales o que no encajan dentro de los esquemas tradicionales, esa es la visión que tienen la mayoría de los docentes quienes se ven influenciados por los cimientos religiosos y por lo que se dice de generación en generación.

No podemos negar que como funcionarios y funcionarias de la administración pública debemos darle prioridad a lo establecido en nuestra legislación, referente al principio de igualdad y no discriminación, razón por la cual las y los docentes deben brindar una atención integral, alejada de los criterios personales referente a determinados temas. El sector educativo como estructura tiene que reflexionar y modificar algunas prácticas discriminatorias hacia estudiantes homosexuales, lesbianas y trans.

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