Estrategias De Lectura Isabel Sole
26 de Noviembre de 2013
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Estrategias de lectura. Isabel Solé
1.- El reto de la lectura.
La lectura objeto de conocimiento en si mismo, e instrumento necesario para la realización de nuevos aprendizajes.
¿Qué es leer?
Leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, los objetivos de la lectura son, pues, elementos que hay que tener en cuenta cuando se trata de enseñar a los niños a leer y a comprender. Leer implica comprender el texto, es un proceso mediante el cual se comprende el lenguaje escrito; manejar con soltura las habilidades de decodificación y aportar al texto nuestros objetivos, ideas y experiencias previas; necesitamos implicarnos en un proceso de predicción e inferencia continua.
El proceso de lectura, una perspectiva interactiva. Existen enfoques que a lo largo de la historia han sido elaborados para explicar el proceso de lectura, modelo jerárquico ascendente y descenderte. El modelo interactivo no se centra exclusivamente en el texto ni en el lector, si bien atribuye gran importancia al uso que este hace de sus conocimientos previos para la comprensión del texto. La lectura es un proceso constante de emisión y verificación de hipótesis conducentes a la construcción de la comprensión del texto.
Predecir, verificar, construir una interpretación. Para realizarlas nos basamos en la información que nos proporciona el testo, en la que podemos considerar contextual y en nuestro conocimiento sobre la lectura. Cuando el proceso de predicción no se realiza, la lectura es muy ineficaz.
Las fuentes de predicciones son: la atribución de características permanentes, las situaciones en las que los personajes se mueven, las relaciones que se establecen entre los personajes y el hecho de que los objetivos que se persiguen converjan o discrepen abiertamente, la confluencia de objetivos contradictorios en un mismo personaje y un cambio brusco de situación. Los títulos y otras partes del texto ayudan al lector a fijar la atención en aspectos fundamentales, a orientar sus predicciones ya verificarlas; las interpretaciones, implican la deducción de lo fundamental del texto en relación con los objetivos que nos han llevado a leerlo.
La lectura en la escuela. El problema de la enseñanza de la lectura en la escuela, se sitúa en la conceptualización misma de lo que esta es, de los medios que se arbitran para favorecerla, y de las propuestas metodológicas que se adoptan para enseñarla. La lectura es un objeto de conocimiento, cuyo principal objetivo es que se aprenda a utilizar progresivamente la lectura con fines de información y aprendizaje. El trabajo de la lectura suele restringirse a leer el texto y a responder algunas preguntas sobre él; no se interviene en el proceso que induce a ese resultado, no se incide en la evolución de la lectura para proporcionar guías y directrices que permitan comprenderla, no se enseña a comprender.
Cuando la lectura es considerada un objeto de conocimiento, su tratamiento en la escuela no es tan amplio como sería deseable, se limita al dominio de las habilidades de decodificación.
La lectura, un medio para la realización de aprendizajes. La lectura es uno de los medios mas importantes para la consecución de nuevos aprendizajes. Dentro de la escuela, se pretende que los niños y jóvenes se familiaricen con la literatura y adquieran el hábito de la lectura; también se pretende que los alumnos se sirvan de ella para acceder a nuevos contenidos de aprendizaje. Todos los profesores, de todos los niveles, han experimentado estrategias, métodos, materiales... ya sea para promover la lectura, ya sea para compensar los déficit que ante ella manifiestan algunos alumnos.
2.-Leer, comprender y aprender.
Lectura y comprensión. La comprensión que cada uno realiza depende del texto que tiene delante, y el conocimiento previo con que se aborda la lectura; los objetivos que la presiden; y la motivación que se sienta hacia esa lectura. Comprender no es una cuestión de todo o nada, es relativa a los conocimientos de que dispone sobre el tema del texto y a los objetivos que se marca el lector, dichos objetivos establecen el umbral de tolerancia del lector respecto de sus propios sentimientos de no comprensión. El tema de los objetivos determina tanto las estrategias responsables de la comprensión, como el control que de forma inconsciente se va ejerciendo sobre ella.
El control de la comprensión es un requisito esencial para leer eficazmente; es bueno que se aprenda a leer con distintas intenciones, para lograr fines diversos. Una actividad de lectura será motivadora para alguien si el contenido conecta con los intereses de la persona que tiene que leer, y si la tarea en sí responde a un objetivo. El interés, se crea, se suscita, y se educa, depende del entusiasmo y de la presentación que se hace de una determinada lectura y de la posibilidades que sea capaz de explotar. La lectura , es aquella en la que nosotros mismos mandamos: releyendo, parándonos para saborearla o para reflexionar sobre ella, saltando párrafos... una lectura íntima y por ello individual.
En la lectura en voz alta, hay que asegurarse de que los lectores disponen de los conocimientos necesarios, que no quedan tan lejos de sus expectativas y conocimientos que su comprensión resulte imposible. Leer es comprender, es un proceso de construcción de significados acerca del texto que pretendemos comprender. Es imprescindible que el lector encuentre sentido en efectuar el esfuerzo cognitivo que supone leer, que se sienta motivado y que su interés se mantenga a lo largo de la lectura.
Cuando un lector aprende todo lo que lee, está aprendiendo, en la lectura se da un proceso de aprendizaje no intencionado; cuando leemos para aprender, ponemos en marcha una serie de estrategias cuya función es asegurar este objetivo. Leer comprensivamente y a prender a partir de la lectura facilita que se aprenda a aprender.
3.-La enseñanza de la lectura.
La alfabetización es un proceso a través del cual aprendemos a leer y escribir. El dominio de la lectura y la escritura supone el incremento del dominio del lenguaje oral, de la conciencia metalingüística (es decir, de la capacidad de manipular y reflexionar intencionadamente sobre el lenguaje), y repercute en los procesos cognitivos.
(Garton y Pratt 1991)una persona alfabetizada tiene la capacidad de hablar, leer y escribir con otra persona y el logro de la alfabetización implica aprender a hablar, leer y escribir de forma competente.
Código, conciencia metalingüística y lectura. Leer no es descodificar, pero para leer es necesario descodificar. Aprender a descodificar supone aprender las correspondencias que existen entre los sonidos del lenguaje y los signos o los conjuntos de signos gráficos que los representan. Utilizar estructuras lingüísticas es fundamental para el aprendizaje de la lectura y la escritura; el niño necesita haber desarrollado una cierta conciencia metalingüística para comprender los secretos del código.
Los niños son hábiles usuarios del lenguaje, pueden efectuar sobre él reflexiones espontáneas conscientes. Conciencia metalingüística y alfabetización están estrechamente relacionadas, cada una se beneficia de la otra en el proceso de aprendizaje. La capacidad de leer le proporciona al niño recursos para atender a la forma del lenguaje; el niño posee ciertas ideas acerca del sistema de escritura y las relaciones que se establecen entre él y el lenguaje oral.
Cuando en la escuela el niño se enfrenta al lenguaje escrito, se encuentra ante algo conocido, sobre el que ha aprendido varias cosas. Lo escrito transmite un mensaje, una información, leer capacita al niño para acceder a ese lenguaje; el hecho de que se lean a los niños relatos, cuentos e historias y la conversación posterior en torno a los mismos parece tener una influencia decisiva en el posterior desenvolvimiento de éstos con la lectura, contribuye a familiarizar al niño con la estructura del texto escrito y con su lenguaje. Es frecuente que los pequeños reconozcan globalmente algunas palabras muy significativas, la capacidad de descodificar es la posibilidad de atender de forma deliberada y consciente el lenguaje, y de reflexionar sobre él.
Es necesario tener en cuenta lo que el niño sabe acerca del lenguaje oral y escrito, y ofrecerle la información que requiere en el momento oportuno.
Enseñanza inicial de la lectura y aprendizaje del código. Los intentos del niño por explorar el universo escrito están firmemente dirigidos por su necesidad de acceder al significado del texto en cuestión. El acceso al código debe inscribirse siempre en contextos significativos para el niño, si se trabaja el código de una forma descontextualizada, no sólo no aprovechamos ese bagaje, significativo y funcional, sino que contribuimos a que la idea de la lectura que construya el niño sea errónea: leer es decir las letras, o los sonidos, o las palabras. Si se les enseña que leer es otra cosa, aprenderán otras cosas y plantearán peguntas de acuerdo con lo que se aprende.
Es importante tener en cuenta de que a pesar de que los niños poseen, numerosos y pertinentes conocimientos acerca de la lectura y la escritura, el tipo de instrucción que reciban influirá en el tipo de habilidades que irá adquiriendo. Cabria situar las aproximaciones de que parten de lo que el niño dice, de sus explicaciones sobre los dibujos que realiza, y de la lectura y escritura que el maestro realiza a partir de sus experiencias. En sus primeras aproximaciones al lenguaje escrito, los niños aprenden a reconocer globalmente
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