FORMACIÓN TEÓRICA Y PRÁCTICA PARA LA AT EN EDUCACIÓN PRIMARIA

FORMACIÓN TEÓRICA Y PRÁCTICA PARA LA AT EN EDUCACIÓN PRIMARIA

Guiones dirigidos

Guión 1. Aspectos básicos sobre su origen y desarrollo que permiten una clara conceptualización de la AT

La acción tutorial es un componente básico de la tarea educativa en el que está involucrado todo docente, que implica docencia y orientación. Por lo que todo el profesorado es potencialmente tutor; y  por ello, aunque en un momento dado no ejerzan tal responsabilidad, la formación necesaria debe darse en cualquier profesor. Esta actividad debe considerar la diversidad de contextos de intervención y su variabilidad, para ofrecer soluciones adaptadas a las realidades sociales complejas a las que se intenta dar solución desde el sistema educativo. Es específica para cada etapa y que a tiende a las características individuales del alumnado procurando una atención personal, académica y socialmente integrativa.

La figura del tutor representa el lado de la educación que va más allá de la instrucción. Se concibe al tutor como un educador en el más amplio sentido del término, como un orientador, que favorece el pleno desarrollo personal de sus alumnos.

Los antecedentes de la orientación son inherentes a la sociedad y a la propia educación, en aspectos delimitados por la propia relación entre el maestro y el alumno o el preceptor y el aprendiz. Ya en la época clásica, autores como Sócrates, Platón y  Aristóteles, en el s. IV A.C o Cicerón y Quintiliano, en el s. I D.C, plantean la necesidad de adaptación de los procesos de instrucción y el estableciendo diferencias en función del carácter, creencias, intereses, habilidades y conocimientos personales.

Durante la Edad Media, aunque la educación formal queda vinculada a la enseñanza religiosa; y la tutorización, referida a aspectos profesionales instrumentales con la figura del aprendiz gremial, autores como Santo Tomás de Aquino en su obra Summa Theologiae y Quaestiones Disputatae del s. XIII, la enseñanza eficaz en el conocimiento y desarrollo de todas las potencialidades humanas, como un efecto deseable de estos procesos. Y en el Renacimiento, la orientación vinculada a los intereses y capacidades en función de la elección de la profesión.

En el s. XVII, Descartes, Pascal, Montesquieu, Locke, Kant o Marx, sostienen la necesidad de que en los procesos educativos se ofrezca experiencia en toma de decisiones y el conocimiento de las aptitudes que permitan una adecuada elección. Pero el auténtico origen de la orientación se produce a finales del s.XIX con el inicio de la sociedad industrial, la migración a las ciudades, y la nueva organización social que transfiere el principal rol educativo de las familias a la escuela. Hazen (1836), Merrill (1895) y Sidney (1899), proponen inventarios de profesiones y características que los sujetos deberían poseer para desarrollarlas, cursos de orientación escolar y visitas a centros de trabajo para una adecuada elección profesional y la instauración de servicio de orientación en la escuela para mejorar la inserción socio laboral.

Sin embargo, no es hasta bien entrado el S. XX, caracterizado grandes desigualdades y reformas sociales, cuando se produce una  universalización y democratización la integración de la Orientación Educativa en el sistema educativo. Pearsons (1905) crea  el Breadwinnet Institute, Boston Civic Housey y Vocational Bureau para asesorar a inmigrantes y jóvenes desempleados. Rechaza el darwinismo social y critica la rigidez curricular como causa del abandono escolar. Centrándose en tres puntos fundamentales: autoanalizar las necesidades y aptitudes, proporcionar la información requerida acerca de las diversas ocupaciones, y adaptar la información que el orientado tiene de sí mismo con las ocupaciones. La institución creada por Parsons fue absorbida por la Universidad de  Harvard, que la transformó en un Departamento de Orientación.

La  institucionalización de la orientación dentro de los roles de la figura del profesor se plantea desde las propuestas de Weaver (1904) con la dedicación de ciertas horas a la labor orientadora, que sería sustituido en los años 40 por un orientador profesional a tiempo completo y Wheatley (1908) con la incorporación escolar de cursos de información ocupacional  y creación de servicios de orientación. Davis (1914) en su obra Vocational and Moral Guidance, requiere de la integración de la  orientación en la escuela, para la mejora de la imagen de sí mismo y el aumento de la responsabilidad de los estudiantes. Suponiendo todos estos aspectos, un  giro de la orientación profesional hacia la orientación educativa y del acercamiento de la figura del orientador profesional al rol del tutor. Pero el primero en emplear  el término Educational Guidance u Orientación Educativa como  una actividad educativa de carácter procesal, fue Kelly (1914), dirigida a proporcionar ayuda al alumno, tanto en la elección de estudios como en la solución de problemas de ajuste o de adaptación a la escuela.

A mediados del s. XX, el tratamiento de las disfunciones emocionales y la reinserción laboral de excombatientes en una nueva organización del trabajo, produce un gran desarrollo de la orientación. Este proceso supone una transición de la  orientación vocacional o guidance sólo con funciones de adecuación profesional, al counselling que integra la ayuda individualizada y la toma de decisiones con un papel más activo del orientado a lo largo de toda su vida. Y se especifica en el desarrollo de modelos específicos como el modelo clínico de atención individualizada, que Proctor, Bloomfield y Wrenn (1931)  en Workbook in Vocation, sostienen desde las teorías de higiene mental, la psicometría y la psicología vocacional.

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