Farmacia Asistencias

FARMACIA ASISTENCIAL

Información para aproximar al tema a farmacéuticos y profesionales de la salud.

Elaborado por: Germán Umaña M. Químico Farmacéutico.

Este ensayo expone las responsabilidades de los farmacéuticos respecto a las demandas de la sociedad, no solo la necesidad de garantizar la calidad en la producción de medicamentos sino también, su contribución (asistencia) en las actividades relacionadas con la adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos farmacológicos (farmacoterapia).

Consideraciones preliminares

El aumento de la expectativa de vida, de la prevalencia de enfermedades crónicas y de la gama de medicamentos disponibles, hace de la terapia farmacológica la forma de intervención médica más frecuentemente utilizada.

Una farmacoterapia apropiada favorece una atención de salud segura y económica, en tanto que el uso inadecuado de los medicamentos tiene consecuencias desfavorables tanto para los pacientes como para la sociedad en general.

Es necesario asegurar un uso racional y económico de los medicamentos. Los farmacéuticos tenemos una responsabilidad fundamental al respecto.

Antecedentes

La profesión farmacéutica ha experimentado grandes cambios, en el siglo XX se señala la existencia de tres períodos de su desarrollo: el tradicional, el de transición y el de la atención al paciente.

Durante el período tradicional la función del farmacéutico fue procurar, preparar y evaluar productos medicinales. La principal obligación fue asegurar, que los fármacos que se expendieran fueran puros y preparados secundum arte1. Luego, el desarrollo de la industria farmacéutica trasladó el proceso de preparación de gran parte de los medicamentos, de la farmacia a la industria.

La gran expansión del arsenal farmacológico, producto de la investigación y la aplicación del método científico en las ciencias químico–farmacéuticas y biomédicas produjeron cambios profundos y permitió una ampliación de la cobertura tanto en enfermedades que es posible curar como en el número de personas a las que es posible llegar.

Con la Farmacia Clínica (en 1960) inicia una disciplina relacionada con la aplicación de las habilidades farmacéuticas para ayudar a maximizar la eficacia y a minimizar los riesgos de la toxicidad de los medicamentos en los pacientes. Esta disciplina dota al farmacéutico de habilidades y conocimientos para ofrecer consejos referentes al uso de los medicamentos y educar al paciente para que obtenga lo mejor de sus medicamentos2.

Aunque el farmacéutico, dentro y fuera de la profesión, se identificó con la tecnología y producción farmacéutica y como hombre de negocios, en las dos últimas décadas el rol asistencial ha ganado terreno. La farmacia clínica inició su desarrollo como respuesta a la demanda del uso seguro y adecuado de los medicamentos3.

En 1993, el informe de la Organización Mundial de la Salud sobre el papel del farmacéutico en el sistema de atención de salud4 y la guía de Buenas Prácticas de Farmacia: Normas de calidad de servicios farmacéuticos5, establecieron el marco teórico en el que se desarrolla la actividad asistencial de los farmacéuticos.

La Federación Internacional Farmacéutica adoptó los documentos mencionados, conocidos como la declaración de Tokio, que establece la misión de la práctica farmacéutica como la provisión de medicamentos, productos relacionados y servicios para

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