GESTION RESPONSABLE DE RRCC
nikos14 de Julio de 2012
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“GESTIÓN RESPONSABLE Y ÉTICA DE LAS RELACIONES COMUNITARIAS”
PROBLEMA
El desarrollo de la mayor parte de la actividad empresarial en el Perú no ha generando como resultado la satisfacción respecto de un necesario desarrollo local, regional y/o nacional. La población en su mayoría percibe más bien como nociva y prepotente la presencia de actividades empresariales en su entorno como es el caso de la explotación de yacimientos mineros y la industria hidroeléctrica. Ello debido a que el impacto ambiental y social ha resultado por lo general negativo; y por otro lado la promoción del desarrollo socio-económico no se ha presentado de manera oportuna, nítida en cuanto a propuesta de proyectos sostenibles, y real en cuanto a las necesidades de las comunidades que acogen la actividad empresarial.
Frente a ello, es evidente que no es posible hablar de desarrollo y éxito empresarial cuando precisamente las empresas han venido operando en comunidades fracasadas.
• ¿Porqué las empresas debería relacionarse antes, durante y después del desarrollo de sus proyectos con otros actores?
• ¿Cómo debería hacerlo?
• ¿Cómo aporta el estudio de las Relaciones Comunitarias en este sentido?
OBJETIVO
OBJETIVO PRINCIPAL
Analizar la importancia del desarrollo de lineamientos socio-culturalmente en las RELACIONES COMUNITARIAS como parte de una real responsabilidad empresarial. Entendemos que la planificación y gestión de dichas relaciones deben de tener como resultado la integración de los actores [stakeholders] de manera empática y sinérgica de modo que exista un balance real entre desarrollo económico, social y una auténtica satisfacción sociocultural local y global.
OBJETIVOS SECUNDARIOS:
• Analizaremos un caso real del fracaso de las relaciones Empresa – Sociedad – Estado debido a una falta de atención a los diversos factores socioculturales.
CASO CONGA YANACOHA [CAJAMARCA]
• Analizaremos la respuesta política y politizada del Estado a través de la dación de la Ley N°29785 [Ley de Consulta Previa] y la reciente aprobación de su reglamento a través del Decreto Supremo 001-2012-MC.
• Investigaremos mediante una aproximación simple la percepción del ciudadano urbano en torno a los factores socioculturales y su importancia en la gestión empresarial.
JUSTIFICACIÓN
Hoy en día la importancia de la acción social, entendida como aquellos hechos o acciones que permitan el desarrollo de la sociedad y las comunidades en las que la actividad empresarial se hace presente requiere no sólo una retribución económica por el uso y explotación de recursos naturales además del impacto ambiental y sociocultural que se produce, sino también requiere de una identificación e integración más sensible de los actores involucrados a efectos de lograr un cambio y contribuir a crear un impacto positivo en las comunidades en las que viven y trabajan.
INTRODUCCIÓN
Los aspectos socioculturales de la modernidad empresarial parecen ser un tema ignorado y poco estudiado o abordado por las principales corporaciones que operan en nuestro país, y que les ha traído como consecuencia el tener que enfrentar diversos conflictos sociales emergentes en distintas partes del territorio peruano donde se realizan actividades económico extractivas. El presente artículo aspira a comprender y realizar un desarrollo teórico y analítico que desea reflexionar sobre las formas tradicionales de las relaciones comunitarias que han sido malentendidas o desplegadas erróneamente. Una manera de aproximarnos a la realidad será abordar el caso de la Minera Yanacocha S.R.L. y su propuesta de desarrollo del Proyecto Conga en el departamento de Cajamarca, un caso de lamentable desgaste y prepotencia que ha fragmentado el tejido social de dicha zona y que tiene que ser replanteada y estudiada para evitar presentes y futuros casos de violencia social que sólo genera resentimiento, desconfianza y mayor frustración entre los actores sociales del trinomio Estado – Empresa – Sociedad.
CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO
1.1. ASPECTOS SOCIOCULTURALES DE LA MODERNIDAD EMPRESARIAL
Transcurrida la primera década del siglo XXI, nos encontramos en una situación generalizada de transformación de los estados nación y de los procesos globalizadores que reorientan el nuevo orden mundial, en este sentido cabe hacer una aproximación detenida a ciertos fenómenos sociales que resultan de dichas transformaciones. El estudio u observación del rol que van asumiendo los actores sociales o sujetos sociales, permite reconocer que la profundidad y el rumbo que asumen los cambios no se deben sólo a la expansión del mercado mundial, a la internacionalización del capital y al desarrollo de la informática; por el contrario, el dinamismo de estas fuerzas impersonales responde a la actuación de los seres humanos y a las relaciones que entre ellos establecen [1]. La modernidad empresarial probablemente ha omitido negligentemente prestar atención a los procesos sociales en los que el impacto de actividad empresarial se ha tornado parcial o integralmente cuestionada por los actores sociales en los contextos en los cuales se desarrollan las distintas actividades propias del giro empresarial. Ello ha significado dar una respuesta progresiva que trata de entender y comprender el modo de relacionarse mejor con las comunidades locales donde se tiene presencia y se despliegan actividades económicas.
1.2. APROXIMACIÓN A LA NOCION DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
En un contexto expansivo del fenómeno de la globalización y sus efectos sobre los actores sociales y las comunidades locales, nacionales e internacionales, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) surge como la manera oportuna o idónea de restablecer el equilibrio entre el desarrollo económico y el desarrollo social. Sin embargo, las relaciones Estado – Empresa – Sociedad no ha logrado alcanzar un consenso entre los distintos actores sociales sobre cuáles son los roles que cada cual debe asumir en pro de un desarrollo sostenible y un mundo más equitativo en términos económicos y de oportunidades en cuanto a educación, salud, trabajo y esparcimiento [2].
La capacidad de generar confianza de las pequeñas y grandes empresas empieza a desgastarse a fines del siglo XX y más aún en los años 90 como consecuencia de un agresivo capitalismo y liberalización de los mercados nacionales a los más grandes y desarrollados capitales globales. A pesar del fuerte crecimiento económico, la visión cortoplacista centrada en el beneficio económico ignorando las externalidades medioambientales y sociales derivadas de la acción empresarial, se vio acusado por el irreversible y grave deterioro del medioambiente y una creciente desintegración o divisionismo social que afectó terriblemente la imagen y confianza en la actividad empresarial que históricamente abanderó el desarrollo local y social de los países en general.
Ante la pérdida de confianza social, el comportamiento empresarial reasumirá su rol social obligándose a establecer un equilibrio entre la actividad neurálgica de la empresa – productos y servicios – y las relaciones con los grupos implicados en ella – stakeholders – dando lugar así a las denominadas “economías de red”, que dejan de lado los comportamientos tradicionalistas en los que la empresa era el núcleo del proceso de creación de valor [3]. Esta urgente realidad, ha obligado a las empresas a tratar de obtener resultados más positivos en términos de reputación, no sólo en el ámbito económico sino sobre todo en el de responsabilidad social o de atención al impacto de la actividad empresarial en el contexto en el que opera.
La noción de Responsabilidad Social Corporativa se ha vuelto evolutiva en el ámbito empresarial adquiriendo fuerza con la globalización y rápida expansión de las diversas actividades económicas empresariales, una toma de consciencia por el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a la gestión de la actividad empresarial misma. Por ello, desde un punto de vista de la Comunidad Europea podemos aproximarnos a una definición de la RSC asumiéndola como la integración voluntaria de las preocupaciones sociales y medioambientales en las operaciones de negocio de una empresa y en la relación con sus interlocutores o grupos de interés [4].
El Perú no ha sido ajeno a esta realidad de perdida de prestigio y confianza de la actividad empresarial en los diversos contextos donde operan realizando actividades extractivas de mineral, petróleo, hidrocarburos u otras actividades de orden industrial. Sin embargo cabe resaltar que en sus inicios la RSC entendida y gestionada desde las empresas existentes se han visto afectadas por fenómenos como la corrupción de funcionarios del ámbito privado y público, asistencialismo pragmático, actitud paternalista, o indiferencia social en el peor de los casos.
Pese a lo acotado el desarrollo de la Responsabilidad Social Corporativa ha logrado sentar las bases hacia un nuevo modelo económico-empresarial que exige un real y fundamentado Desarrollo Sostenible en el que la generación de la riqueza necesariamente asuma un rol de contribución y protección del medio ambiente, cohesión social,
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