Gestión del Director en una Escuela primaria que piensa en los aprendizajes de los estudiantes

Hacer escuela desde la participación a la implicación para mejorar  los aprendizajes de  todos los estudiantes

Resumen:

A través de la presente narrativa  se comparte una experiencia referida al establecimiento de redes interinstitucionales, la implicación de los adultos referentes en los proyectos de la institución educativa,  y cómo esto se traduce en la mejora en los aprendizajes de todos los estudiantes. Se trata de una institución pública de Educación Primaria en un Centro Poblado del interior del departamento de Paysandú.

 El problema, del cual se parte, para el desarrollo de la gestión 2018, refiere, básicamente  a la  escasa participación efectiva  de las familias en las actividades de la escuela, lo que conlleva a problemas en los aprendizajes de un porcentaje importante de alumnos, inasistencias significativas de niños, trayectorias escolares complejas, relacionamiento distante entre la escuela,  las familias y la  comunidad.

La enseñanza de los contenidos es  alejada de sus expectativas, de aquello que los ayude a entender y participar de su entorno, tornándose como natural asistir o no asistir a la Escuela. El trabajo en redes con otras instituciones, si bien estaba instalado; no era sistematizado, había intervención cada vez que se detectaban problemas, no desde una mirada de prevención ni implicación.

Ante este  estado de situación, se aspira a “crear” una «Comunidad de aprendizaje», mediante una apuesta de organización participativa, apuntando a la transformación de la Institución  y de su entorno, dándole un fuerte valor de espacio cultural por excelencia.

 La participación de todos (equipo directivo, profesores, familias, alumnado, instituciones sociales del entorno...) es un pilar importante, un  recurso eficaz para que los estudiantes puedan desarrollar al máximo sus capacidades sin que la situación social o contextual condicionen la igualdad efectiva de oportunidades.

Se parte de la premisa que las Familias, la  escuela y las instituciones sociales que hacen al entramado social  tienen el objetivo común de educar a las  personas, en términos de complementariedad hacia una educación integral.  Se consensa que el trabajo en redes en educación tiene dos aspectos a considerar, en primer lugar la educación no se produce  exclusivamente  en la escuela y el segundo término que, al fin de garantizar trayectorias  en situaciones específicas  en las que se reconozca vulnerabilidad educativa, se hará la participación conjunta con otros actores sociales.

Introducción:

Se asume el Rol de  Director desde una gestión eficaz y eficiente con énfasis en los aspectos administrativos, pedagógicos y Comunitarios en un mismo nivel de concreción; con un elevado nivel de expectativas en relación con el rendimiento de los alumnos, así como conocer y trabajar desde las trayectorias de los estudiantes desde la mirada de las neurociencias; atender y  entender a  la gestión desde la  participación activa de todos los miembros de la comunidad educativa; apostando al trabajo desde el reconocimiento y la puesta en práctica de las emociones;  la colaboración y la colegialidad entre los docentes generando  autonomía que redunde en la calidad de los aprendizajes de los alumnos desde decisiones creativas e innovadoras con fuerte concreción e implicación de los alumnos en las propuestas, tanto a nivel clase, como a nivel institucional.

Se hace énfasis, a su vez en la formación como trayectoria de los propios docentes desde el territorio, a la vez de compartir miradas sobre prácticas de aula con directores de la jurisdicción;  y por último, pero menos importante, desde el valor de la evaluación tanto del centro como de los aprendizajes impartidos. Se institucionaliza a la evaluación como un dispositivo de proceso, donde el niño sea participe activo de ese proceso, mediado por el docente. Esto implica monitorear aprendizajes en el desarrollo de las secuencias de intervención y no esperar al cierre de las instancias de enseñanza para intervenir.  

Lo expresado anteriormente se fundamenta en las aportaciones de Bolívar, Antonio, quien sostiene que "el legado de las escuelas eficaces ha aportado, al menos, cuatro grandes lecciones:

a) Poner en crisis la supuesta impotencia de la escuela para reducir la influencia de los contextos familiares y sociales, mostrando que todos los alumnos pueden aprender, dadas las condiciones y el apoyo apropiado.

b) Reconocer el centro escolar como responsable del aprendizaje (o no progreso en el aprendizaje) de los alumnos, incrementando la propia autoestima profesional.

c) Aceptar que la calidad de la educación sólo puede ser juzgada por referencia a los resultados alcanzados por "todos" los alumnos, valorados en términos de equidad (poder compensatorio de la escuela).

d) Destacar la importancia de un trabajo conjunto, fruto de un sentido de comunidad y visión comparada del centro".

Este Maestro Director, asume con preocupación la calidad de los aprendizajes de los estudiantes, las formas que se transitan hacia ellos y la gestión que hacen los docentes de las trayectorias de éstos,  a la vez que preocupa  la escasa participación activa de las familias  en las actividades de la Escuela y la relación de ésta con las demás instituciones del entorno más próximo.

Otra preocupación en la gestión tiene vinculación con las trayectorias de los alumnos con énfasis en aquellos con problemáticas detectadas en la adquisición de aprendizajes.

Atendiendo a los aportes de Arce, Laura  sobre “Adaptaciones curriculares: factores que reclaman su aplicación en el aula” en Revista Quehacer Educativo de Junio de 2006, se sostiene que la atención a la diversidad (  )  “… es un desafío para la escuela, es un desafío elaborar   prácticas educativas que contemplen la inclusión social la diversidad, los intereses personales y las inteligencias múltiples. Es aconsejable que los profesionales de la educación tengan en cuenta los aportes de la psicología y es preciso realizar las adaptaciones curriculares correspondientes para posibilitar el progreso de los alumnos. La educación de calidad debe favorecer el camino hacia la equidad y las nuevas tecnologías que se incorporan a la escuela deben ponerse al servicio ella…”

La diversidad es una característica del ser humano porque todas las personas, por suerte, son diferentes en sus particularidades físicas y psíquicas; cada uno recibe a través de la herencia unas características físicas y unas potencialidades determinadas, desarrolladas en un ambiente también determinado. Esto es lo que nos hace ser únicos como especie y diversos a la vez.

Bajo esta perspectiva y en mi calidad de orientador de primer orden, gestiono ante los docentes la idea de que se debe trabajar desde marcos de Heterogeneidad. Asumo junto a ellos que: “El maestro debe ocuparse precozmente de conocer el grupo de alumnos para poder detectar las desigualdades e integrarlas en su planificación de forma enriquecedora y contenedora. A partir de dicho conocimiento podrá armar su planificación negociando algunos temas a trabajar, despertando el interés y haciendo del aprendizaje un material de interés general, proponiendo estrategias, actividades y escuchando las propuestas del alumnado. De esta manera creará  un grupo en el que se viva un clima colaborativo, el aprendizaje será entre todos y para todos, y se aprenderá de forma interactiva.

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