Grupo de lexicografía
edwinquinteroDocumentos de Investigación24 de Mayo de 2012
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Para Revista de Lexicografía
Grupo de lexicografía
Facultade de Filoloxía
Campus da Zapateira
Universidade da Coruña
15071 A Coruña
Falsos cognados. Falsos problemas. Un aspecto de la enseñanza del español en Brasil.
Philippe Humblé (Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil)
Es con este título un tanto provocativo que me gustaría llamar la atención sobre un problema que, en la enseñanza del español en Brasil, se ha recalcado mucho, como si fuera el mayor problema de todos: los falsos cognados . El problema parece incluso tan crucial que se le han dedicado varios diccionarios y numerosos sitios en Internet.
¿Qué es lo que se suele indicar con este término? Es lo que a veces se usa graciosamente en anuncios para cursos de lenguas: confusiones entre palabras como ‘exquisito/esquisito’, ‘embarazada/embaraçada’ y otros. Mi hipótesis es que, en realidad, la reducción de los ‘falsos amigos’, o ‘falsos cognados’ a este tipo de ocurrencia esconde el verdadero problema, mucho más sutil, que es que el portugués y el español son lenguas diferentes y que toda desconfianza es poca. El portugués y el español se parecen mucho, pero a veces de una manera inesperada.
Hay en Internet un buen número de sitios que se dedican a avisar al alumno brasileño de los obstáculos que tendrá que salvar al estudiar el castellano. Un sitio como Kactuz enumera 116 palabras fácilmente confundibles. Otros sitios dan listas parecidas, generalmente más cortas. Se puede observar que es un número de palabras que cualquier estudiante brasileño podría aprender de memoria en dos tardes.
Hay también los diccionarios de falsos amigos, o de falsos cognados, de los que se editaron algunos en Brasil. Estos diccionarios son más serios que los sitios Internet y listan un número mucho más extenso de casos. Estas listas, sin embargo, también son criticables, porque parten del presupuesto de que lo que se tiende a confundir son únicamente palabras que tienen una forma igual, pero que significan cosas distintas. No solamente este no es, a mi modo de ver el problema principal, sino que no es una faceta del problema que no implica grandes peligros comunicativos. Efectivamente, los falsos cognados españoles y portugueses pocas veces ocupan lugares sintácticos idénticos, por lo que la posibilidad de confusión es mínima. ‘Borracha’ (esp.) significa algo más bien diferente de ‘borracha’ (‘caucho’ en portugués.), pero como la distribución de estas dos palabras es diferente, parece improbable que dé algún día origen a malentendidos desagradables . No es mi intención, en este artículo, tratar de demostrar que los falsos cognados no son un problema en al enseñanza del español a lusohablantes, sino todo lo contrario. Es el problema principal, pero nunca se identificó de una manera adecuada. El asunto es más complejo porque es, en gran parte, insospechado. Lo que vuelve el aprendizaje del español verdaderamente arduo por parte de estudiantes brasileños son, en realidad, las palabras que suenan lo mismo, se escriben igual, significan lo mismo, pero se usan de una manera distinta. Distingo a estos efectos cuatro tipos de ‘falsos amigos’.
• El primer tipo es el tradicional: dos palabras son casi idénticas, se escriben casi igual, se pronuncian casi igual, pero sus sentidos son diferentes. El ejemplo clásico es el de ‘exquisito/esquisito’.
• El segundo tipo es el de palabras que también son casi idénticas, significan lo mismo, pero que se usan en registros diferentes. Es el caso de, por ejemplo, aclarar y esclarecer.
• El tercer tipo es el de palabras que también son idénticas y significan grosso modo lo mismo, pero que tienen varias acepciones de las cuales una o algunas son diferentes. Es el caso de lástima.
• El cuarto tipo es el de palabras que forman parejas en cada una de las lenguas, con acepciones aparentemente idénticas, pero que funcionan en realidad con restricciones gramaticales o léxicas diferentes. Es el caso de ‘hablar/decir’, ‘falar/dizer’.
Para investigar estas diferentes posibilidades usé, por una parte, un corpus personal de 13 millones de palabras en español. Este corpus se compone mayoritariamente de textos periodísticos latinoamericanos y españoles. Por otra parte usé un corpus de portugués, de un número comparable de palabras, que se compone de textos de la Folha de São Paulo . Usé también un pequeño corpus de lengua hablada de portugués brasileño, de 3 millones y medio de palabras, proveniente del Proyecto Varsul .
Huelga decir que eché mano igualmente, además de estos córpora, de la máquina de busca Google para verificar los resultados obtenidos a partir de los córpora.
Falsos amigos en el registro: aclarar/esclarecer
Un primer ejemplo de falsos cognados insospechados son los verbos aclarar y esclarecer. Por lo que se lee en los diccionarios que consulté, se les podría considerar sinónimos en castellano y en portugués, y ambas palabras serían, por lo tanto, traducciones satisfactorias una de otra: aclarar de aclarar, y esclarecer de esclarecer. Sin embargo, la realidad del uso no apunta en esa dirección. Al echar un vistazo al corpus, notamos que aclarar, en español, ocurre en la forma del infinitivo una vez a cada 63.004 palabras. En portugués, sin embargo, aclarar ocurre una vez a cada 7.647.853 palabras, o sea, 125 veces menos. En el caso de esclarecer, se da el caso contrario. Esclarecer ocurre en español una vez a cada 235.263 palabras, y una vez a cada 59.632 palabras en portugués. O sea, esclarecer es 3,7 veces más frecuente en portugués que en español.
¿Qué se puede deducir de estas cifras? Primero, que esclarecer y aclarar no son simplemente intercambiables en las dos lenguas. Aclarar no es aclarar, y esclarecer no es esclarecer. Segundo, no por eso se puede decir que aclarar en una lengua equivale a esclarecer en la otra, y viceversa. Hay aparentemente otros verbos que ocupan parte del campo semántico, tal como clarificar, explicar, definir, demostrar, ilustrar.
Esclarecer, en español, es lo que se hace más que nada con asesinatos. Aclarar es lo que se hace con dudas e ideas. En portugués, por otro lado, aclarar se usa poquísimo, y no encontré ninguna palabra con la que el verbo se usaría específicamente. Esclarecer, por el contrario, se usa muchísimo, más que nada con palabras como dúvidas, pontos y fatos, en ese orden de frecuencia. Encontré, sin embargo, casos de esclarecer con asesinatos también, como en español. En portugués, finalmente, se aclaran más que nada coisas y questões. En el caso de la palabra dudas, el verbo que se usa más en español es aclarar, y en portugués esclarecer. Sin embargo, en el caso de la palabra asesinato, en castellano, y assassinato, en portugués, el verbo puede ser esclarecer en ambas lenguas.
O sea, aclarar y esclarecer son verdaderos falsos cognados, pero esto no significa que esclarecer pueda traducirse por aclarar, y viceversa. El cuadro es, por lo tanto, complejo. Si alguien dice en castellano que ‘todas las dudas fueron esclarecidas’, será entendido correctamente, pero no se habrá expresado de una manera considerada natural en el contexto. Ahora, tal como era de esperarse en una comunidad lingüística de tantos países, hay reductos en que sí se puede ‘esclarecer una duda’ . Google nos rinde algunos ejemplos. Hay dos cubanos, tres argentinos, un español, un chileno, y un venezolano. O sea: se dice, pero no mucho.
Resumiendo, ¿en qué sentido aclarar y esclarecer son ‘falsos amigos’? En el sentido en que significan lo mismo, pero tienen un matiz de significado diferente en cada lengua. La frecuencia suele acompañar al registro. Palabras de registro más alto suelen ser menos frecuentes que palabras comunes, aunque esto no sea siempre el caso, como sabemos. Hay palabras extremadamente vulgares que no son, felizmente, muy comunes. Generalmente, sin embargo, una palabra poco frecuente es una palabra rebuscada, más elegante, más refinada. Puede ser que ‘esclarecer una duda’ sea perfectamente aceptable en castellano, pero puede no ser una traducción exacta en lo que a registro se refiere. Hay centenares, incluso miles, de ‘amigos falsos’ de este tipo en portugués y español, que no hacen que nos entendamos mal, sino que hacen que no nos comuniquemos de una manera adecuada.
Este, ese, aquel
Ninguno de los diccionarios de falsos cognados que yo conozca menciona el problema de los pronombres y adjetivos demostrativos. Sorprende, sin embargo, el uso que los alumnos brasileños muchas veces hacen de estas partículas, un uso rápidamente incorporado por los hispanohablantes que se vienen a vivir en Brasil. Así no es infrecuente escuchar a alguien hablando de ‘ese teléfono’, cuando el aparato está a su lado. Según las gramáticas tradicionales el uso de esos pronombres es, sin embargo, idéntico en ambas lenguas. Este corresponde a lo que está cerca del locutor, ese a lo que está cerca de la persona con la que estamos hablando, y aquel a lo que está alejado de los dos (Cunha, 1985:3219; Franch y Blecua 1991:598). Pero la realidad parece ser un poco diferente. En portugués, me parece, los pronombres este y esse se volvieron casi intercambiables, y esto no es el caso en castellano. ¿Qué dicen los números? En el cuadro siguiente registré las frecuencias de los pronombres demostrativos españoles y portugueses como aparecen en los córpora que usé.
Español escrito Portugués escrito
Este 1/548 1/4.963
Estos / Estes 1/1.895 1/27.690
Esta 1/713 1/6.862
Estas 1/2.275 1/42.224
Promedio 1/1.357 1/20.434
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