Historia Del Arte Argentino

Renovaciones artísticas en la Argentina del siglo XX

El impacto de la modernidad artística en buenos aires generó un movimiento de características propias y contribuyo al desarrollo de lo que se denomino “cultura de mezcla, una combinación de distintos elementos de distinta procedencia . Durante los primeros años del siglo XX entra en crisis el gobierno conservador que gobierna el país desde la primera presidencia de roca en 1880, los inmigrantes de distintas nacionalidades que llegan a finales del siglo 19 comienzan a ser vistos como una amenaza, la conflictividad social crece, anarquistas y socialistas impulsan sus reclamos. Desde el estado se sancionan leyes como la de residencia, que expulsa a todo extranjero que provoque desorden.

En este contexto surgen debates en la constitución de la identidad nacional, dado que se tiene una percepción pesimista de la realidad Argentina. Las artes plásticas se involucran en estas discusiones, el arte nacional es considerado pobre y escaso, se señala como principal problema al sistema sociopolítico vigente, al que ven dominado por su cosmopolitismo, el mercantilismo y el materialismo positivista . Se considera que el arte argentino puede progresar si los artistas se adaptan al medio ambiente de la nación. Ese medio ambiente parece darse solo en el ámbito rural el espacio de las tradiciones nacionales en oposición a las constantes transformaciones originadas por el aluvión de inmigrantes. Mientras la ciudad es vista como un paisaje adverso, el paisaje rural es considerado privilegiado para alcanzar la buscada identidad nacional. Identidad en el que se afirma el papel de “el granadero del mundo”. El tema más recurrente que abordan los artistas de la época, es el paisaje, recurriendo al costumbrismo gauchista, criollista o indigenista. El tratamiento de las pinturas se da por medio del cruce de varias modalidades expresivas, caracterizadas por exhibir un lenguaje residual en una modernidad periférica de los años XX-como así la denominó Isabel Sarlo- . En él, conviven lenguajes del impresionismo, de la pintura regional española, simbolismo, el realismo” de fin del siglo”, además la metáfora también forma parte de esta iconografía. De esta manera, podemos ver que la finalidad de las pinturas, es la de promover estereotipos fáciles de incorporar a la concepción nacionalista.

El paisaje rural

Esta “mezcla” de lenguajes da a lugar a un proceso de renovación artística con sus propias peculiaridades. Podemos observar que en la obra “La mazamorra” de Fernando Fader se renueva concepciones impresionistas que buscan afianzar un nacionalismo de raíz hispano-criolla. El paisaje “La mazamorra” se encuentra plena de serenidad y silencio, a la sombra de un algarrobo se reúnen una pareja de campesinos después de la tarea. La materia de la obra –rugosa, espesa, vibrátil– contrasta con la acción detenida de los personajes, el fogonscito con la olla de la mazamorra, despide un leve humo que apenas envuelve las figuras sentadas, el hombre con un plato en la mano, en el plato se quiebra un rayo de sol que domina todo; contraluz y afuera de la escena hay dos caballos cansados. La composición trae una paleta clara pincelada impresionistas, la mezcla óptica de los colores y la expresividad cromática en la representación de la naturaleza. Hay en él un despliegue de una nueva indagación sobre el color, personas animales, vegetación que constituyen un todo armónico, en la mirada de Fader que los integra con una paleta clara con una característica combinación de verdes, azules, lilas y amarillos con toques de blancos.

La mazamorra, 1927

Óleo sobre tela, 100 x 120 cm

Colección Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires

El paisaje urbano

Además de los géneros paisajísticos, se acopla el paisaje

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