Intervencion Docente

INTERVENCIÓN DOCENTE

LA CUESTIÓN DE GÉNERO EN LA ESCUELA PRIMARIA

Es necesario antes de entrar en tema, aclarar qué se entiende por el concepto GÉNERO.

El género no es el sexo, sino el conjunto de significados y mandatos que la sociedad le atribuye al rol femenino y al masculino, en un determinado momento histórico y social.

El concepto “ideal” de género en un tiempo dado, nos condiciona a través de la cultura que todos vamos construyendo a diario, indicándonos una supuesta forma de ser hombre o mujer. Por lo tanto, podemos afirmar que la cuestión de género es una construcción social.

Al pensar en la niñez, no podemos dejar de lado la implicancia y características del proceso de socialización. La familia es el primer grupo social y el más importante en la adquisición de la identidad de género. Las acciones de los padres aparecen como “naturales”. Es la puerta de entrada al mundo social y se constituye en un intercambio dialéctico, según las reglas de la sociedad; es la referencia fundamental de la existencia del sujeto. Mas adelante, a lo largo de la vida, las personas se desarrollan en otros ámbitos capaces de cuestionar o reforzar esta primera visión.

La escuela se presenta como el ámbito inmediato posterior a la familia. Está inmersa a su vez en una sociedad, con una cultura y un momento histórico determinado.

Es interesante, entonces saber cómo se desarrolla el concepto de género dentro de la escuela. La escuela ¿Sirve para reforzar lo adquirido en el seno familiar o presenta una nueva mirada de lo aprendido?

UN DÍA EN LA ESCUELA…

El pensamiento docente sus supuestos básicos subyacentes, quedan al descubierto cuando tienden a considerar, que las diferencias de atención no se deben a intereses distintos entre niñas y niños, sino que piensan que son innatas según el género del alumno.

De esta manera muchos afirman…. “Los varones son más inquietos, pero son muy inteligentes”, “las nenas son calladas, tímidas, se portan mejor”, “el varón es pícaro, habla fuerte y hace chistes que desconcentran a todos, pero la vedad es que son tan ingeniosos”, “las chicas se esfuerzan más y tienen muy buenas notas., los varones son inteligentes lo que pasa es que no se sientan a hacer las cosas”. Son frases repetidas hasta el cansancio dentro de la escuela primaria.

Estas afirmaciones son muestras de los estereotipos que conviven dentro de las aulas.

Y aquí tenemos que definir el concepto de estereotipo:

El estereotipo es una imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad, que presenta un carácter inmutable. En sus orígenes, la palabra nombraba a una impresión tomada de un molde de plomo que se utilizaba en la imprenta en lugar del tipo original. Esta aplicación terminó convirtiéndose en una metáfora respecto a un conjunto de ideas preestablecidas que se podían llevar de un lugar a otro sin cambios.

En su uso actual más habitual, el concepto de estereotipo hace referencia a la imagen mental simplificada y con pocos detalles acerca de un grupo de gente que comparte ciertas cualidades características. Suele utilizarse con un sentido negativo o peyorativo, considerándose que los estereotipos son creencias ilógicas que se pueden cambiar a través de la educación.

Los prejuicios y estereotipos que se transmiten en la familia, escuela, grupo de amigos y otras instituciones generan normas y pautas de comportamiento, expectativas y autoimagen, además del apoyo de los medios de comunicación, que son espejos y formadores de valores y realidades que existen en las sociedades.

¿CUÁLES SON LOS ESTEREOTIPOS QUE LA ESCUELA REFUERZA?

Se espera que una niña sea femenina expresándose con modos delicados, tímidos, suaves. Si así no lo hace se dice que “habla como un varón”, o “es machona”. En cambio en los niños se espera lo contrario y aún cuando no se avalen los diálogos cargados de agresividad y/o insultos, si un niño es delicado, tímido o de modales cuidadosos encaja en el adjetivo de “raro” hasta para los docentes. Esto se acentúa en la percepción de los propios compañeros. El tratamiento hacia los varones por lo general es más rudo

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Otro ejemplo de esto se encuentra en las clases de educación física. Por un lado se divide la actividad por sexos. Mientras los varones juegan habitualmente al fútbol ocupando gran espacio del sitio destinado a la clase de educación física, las niñas realizan actividades en los laterales o espacios reducidos. Los niños ante la manifestación de cansancio, dolor por algún golpe o tropiezo durante la actividad, suelen ser blanco de frases como “parecés una nena”, “llorás como una nenita”, “hacete hombre”, entre otras.

Esto es sumamente nocivo para la configuración de su autoestima

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