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LA DISCRIMINACIÓN HACIA LOS HOMOSEXUALES EN MÉXICO

lizestrell8 de Octubre de 2013

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“LA DISCRIMINACIÓN HACIA LOS HOMOSEXUALES EN MÉXICO”

A través de la historia la homosexualidad se ha mantenido estigmatizada, denigrada, agredida y oculta en algunas sociedades, mientras que en otras se considera normal y hasta necesaria. Debido a los cambios culturales que el mundo ha sufrido, la homosexualidad se ha transformado en un fenómeno que cada vez toma mayor presencia y relevancia en la sociedad contemporánea, en la cual aún se evidencian conductas de discriminación hacia dicho fenómeno a pesar de la cantidad de estudios y publicaciones científicas realizadas por organizaciones civiles en favor de los derechos de los homosexuales y científicos de la conducta sexual humana (como Alfred Kinsey y Evelyn Hooker), que siguen siendo no tan fructíferas en sus esfuerzos por contrarrestar tales actitudes, lo que se traduce en acciones de discriminación en ámbitos escolares, laborales, culturales, familiares y en casos extremos, no por eso poco frecuentes, crímenes de odio y asesinatos.

En el caso de México aunque la discriminación es considerada como delito hoy en día se siguen registrando casos de actos de discriminación e incluso asesinatos contra personas homosexuales, dichos actos de discriminación se consideran como factor predisponente para llevar a cabo una agresión que puede culminar en rechazo social o crímenes de odio.

Introducción

La homosexualidad es un término ampliamente usado en la actualidad, que en el contexto social define a una persona que mantiene relaciones sexuales con otra persona de su mismo sexo.

El homosexual siempre depende de la cultura en donde se desarrolle el sujeto para su definición: En Grecia antigua el homosexual era un modelo a seguir de amor trascendente y espiritualizado, luego, en la tradición judeocristiana la homosexualidad (sodomía, nombre proveniente de la perniciosa cuidad bíblica de Sodoma) es condenada por las fuerzas religiosas de esta tradición hasta el renacimiento, luego las definiciones otorgadas por los estudios de Kinsey y Hooker, llegando hasta nuestros días donde la cultura homosexual es ahora un fenómeno que no se debe ignorar si se quiere comprender la sexualidad humana holísticamente.

La historia nos demuestra cómo desde el inicio de la civilización han existidos hombres y mujeres con diferente preferencia sexual, que en ocasiones ocupan rangos de prestigio en su sociedad; pero es solo desde la mitad del siglo XX hasta el siglo XXI donde se ha notado el gran cambio en cuanto a la percepción social, derechos humanos, civiles y otros beneficios a favor de la comunidad homosexual.

La homofobia, miedo o rechazo a la homosexualidad (Castañeda, 1999), presente en nuestra sociedad ha engendrado diferencias importantes entre lo normal y lo raro, entre la heterosexualidad y la homosexualidad, creando baches en el conocimiento de la sexualidad humana y de algunos de sus aspectos, los cuales, a falta de información científica y libre de prejuicios, se catalogan comúnmente como cosas ajenas a lo normal. Y la homosexualidad, ha adquirido adjetivos que la califican, a través de la historia, desde aberración espiritual hasta enfermedad genética.

Este miedo y rechazo hacia las personas que prefieren entablar relaciones eróticas y afectivas con personas de su mismo sexo ha servido como factor motivante de discriminación, rechazo, agresión y violencia hacia estas personas.

En México, en el periodo de 2001 a 2005, se han registrado 164 casos de asesinatos contra gays y lesbianas, y de 1995 a 2005 un total de 387 casos, de los cuales, el mayor numero corresponde a la Ciudad de México con un total de 137 casos en este periodo.

Esta es una cifra alta, la cual equivale a decir que en este periodo de tiempo, cada 9 días, aproximadamente, una persona fue asesinada en el país por pertenecer a esta minoría sexual.

Collado (2007), menciona que debido a los prejuicios de algunas familias de personas homosexuales, que no reclaman ni denuncian las desapariciones u homicidios por vergüenza o temor de crítica social, esta cifra parece que no ser absoluta y que más casos aun permanecen en el olvido, sin ser mencionados o cuantificados por organizaciones en defensa de esta minoría como la Comisión Ciudadana Contra los Crímenes de Odio por Homofobia (CCCCOH).

Resulta motivo de importancia para la población en general y para las autoridades de centros escolares, sociales y laborales reducir los índices de discriminación hacia personas con preferencias sexuales diferentes en base a información científica y social, para al mismo tiempo comenzar a minimizar cada vez más las cifras de homicidios que evidentemente afectan a la sociedad en general, que afectan la integridad de ésta y los derechos de libertad de expresión de las personas de cualquier preferencia sexual e ideológica.

LA HOMOSEXUALIDAD EN LA HISTORIA

Grecia Antigua

En el libro de Platón, Symposium, se cuenta la historia del joven Alcibíades, quien trata de seducir a Sócrates. Empieza por invitarlo a comer, a beber y a jugar con el, en todas estas citas el primero se le insinúa, pero Sócrates se mantiene frígido. Después culmina el relato cuando Sócrates duerme en casa de Alcibíades después de que éste le invita a dormir luego de una cena que se prolongo hasta la noche. Sócrates acepta y Alcibíades le acecha en la noche, se mete a la misma cama que el y le increpa para que los dos tengan relaciones sexuales. Sócrates sigue manteniendo su postura y el joven Alcibíades solo tiene que contar que no paso nada, que fue como despertarse del lecho de un padre o un hermano.

Los griegos no contaban con una palabra para la homosexualidad. La sexualidad de los varones griegos se dividía en dos formas: los hombres podían y debían tener una mujer con quien procrear y compartir un hogar, con quien tener hijos. Pero también podían mantener relaciones con hombres, como si de una segunda sexualidad se tratara, dicha sexualidad era bien aceptada y se le consideraba como normal, como de un amor celestial en comparación con un amor común, también.

La sexualidad griega mantenía el concepto de que el amante menor o eromenos se dejaba enamorar por el amante mayor o erastes. Esto significa que el amante menor debería de tomar como ejemplo a seguir al amante mayor, mientras que este se enamoraba del menor por representar el ideal pleno de la juventud, con todo el conocimiento disponible para aprenderlo, con toda la vida por delante, y también con la belleza física propia de la juventud o sea el cuerpo recién en formación del futuro hombre maduro (es importante recordar que era solo en las clases altas donde se podía practicar esta sexualidad)

Se practicaba la relación intercrural entre el erastes y el eromenos.

(El sexo intercrural (del latín inter-, «entre» y crura, «piernas»), también conocido como sexo femoral1 o sexo interfemoral, consiste en una serie de posturas sexuales con penetración y sin penetración en la que uno de los dos participantes sitúa su pene entre las piernas del otro (a menudo con lubricación), y ambos participantes obtienen placer mediante la fricción genital resultante, que simula el coito con penetración. El sexo intercrural era una práctica extendida en el sistema pederástico de la Antigua Grecia entre el “erastes” (amante) y el “eromenos” (amado), en el que el sexo anal era considerado degradante para el participante pasivo.)

“La relación intercrural consistía en que el amante mayor eyaculaba en las piernas del amante menor que se colocaba de frente a este. La relación entre estos dos hombres se consideraba que nutria de fuerza anímica e intelectual al amante menor, y que era una especia de amor mas elevado y sublime que el amor que solo conseguía la procreación. De esta forma se observa que entre los griegos existían las relaciones sexuales entre hombres, en un contexto cultural y filosófico que aceptaba tales relaciones y les concedía un titulo relevante en la vida diaria de sus hombres. “

Acerca de la homosexualidad femenina en la Antigua Grecia se sabe poco, pues los griegos, desconociéndose aun el motivo, no escribieron mucho sobre la homosexualidad de sus mujeres. Tampoco se sabe mucho acerca de Safo, quien fuera la residente mas famosa de la isla de Lesbos, poetiza que expresaba en sus poemas una fuerte atracción y amor hacia las mujeres; como menciona Mondimore (1998) una revisión de la vida de Safo hace suponer que las mujeres, al menos en el siglo VI a.C. y en Lesbos, al igual que los hombres, podían expresar su preferencia sexual, la que sea, sin condena social.

Sodomía

Los estoicos, del siglo III a.C. recamaban en sus escritos que toda forma de placer, obviamente incluido el sexual, era indebida y por lo tanto debía de abandonarse. Años después de la muerte de Cristo, algunos teólogos se influenciaron por estos escritos y apoyaron tal pensamiento en lo referente a la conducta sexual de las personas de esa época. Su argumento era sencillo: toda clase de placer sexual es malo; las relaciones sexuales solo deben servirá para procrear y nunca para satisfacer el placer.

Dicha postura se basaba en el análisis filosófico de los teólogos, entre otros, como el de Santo Tomas de Aquino, del siglo XV. Su análisis encuentra que las cosas son como son por que Dios las ha hecho así, entones él deduce que los actos que no conllevan esta lógica natural de las cosas son por ende contra natura, como la masturbación, la

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