LA MEMORIA

G.V

LA MEMORIA:

UN NO OLVIDO DE LOS AÑOS DE REPRESIÓN.

Durante este periodo predominó la violencia desde el poder gubernamental, que se concretó en violaciones de los derechos humanos, el irrespeto a la vida y la dignidad humana, la separación del diálogo, es decir la intolerancia infinita, para con quienes pensaban diferente a lo establecido.

Entre los años de 1984 y 1988, asciende al gobierno León Febres Cordero, influyente político socialdemócrata, ofrecía a los ecuatorianos, “pan, techo y empleo”, pero lo que con él se iba a inaugurar, era ese proceso de tortura y desaparición de personas, que sin duda han quedado en la impunidad, pero no en el olvido, sino en la memoria de cada ecuatoriano, que tiene en su vida, a alguien desaparecido, por este gobierno autoritario.

En el Ecuador hasta ahora ha sido imposible lograr justicia, para con los aludidos en ese gobierno y en parte ha sido “aprovechando la fragilidad de la memoria de los ecuatorianos y ecuatorianas” . Estos personajes hoy se emplean en cargos públicos, caminan libremente sin ningún cargo de consciencia.

Solo falta “volver atrás”, y comenzar con ese proceso desbordado de dolor e impotencia, ante los abusos de autoridad, ejercida en un país, no solo contra los adultos, sino también contra niños y jóvenes, desaparecidos, con el caso de los hermanos Restrepo, que represento el meollo, para que todo el suplició saliera a luz pública.

El expresidente pretendió implantar el modelo neoliberal en el país por medio de una política de Estado autoritaria, que utilizó frecuentemente los recursos del miedo y el terror para paralizar y fraccionar a todos aquellos que se oponían a su proyecto. A partir de ello se daba las maneras para que todo siguiera su causa, no olvidemos, que hasta antes de morir, el Ecuador, seguía en sus manos, ya no reprimiendo, pero si coartando las libertades económicas.

Puedo decir que la memoria, es asunto de cada uno de nosotros, que no en todos aparece por igual, ya que las nuevas generaciones poco o nada les interesa, el pasado, nuestra historia, lo que nos hizo que cambiáramos, lo que forzó a la lucha por reivindicar los ideales y para impedir que vuelva a repetirse ese grave dolor, de ahí también que la memoria se convierte en un “tema cerrado”.

Nos volvemos amnésicos, por segundos, para evitar sufrir y llevar a nuestros pensamientos, toda esa rabia comprimida, ese sentimiento de impotencia, frente a los hechos más espantosos y repudiables, como es el darle muerte al otro, sin pensar que somos hermanos de la misma nación, que estamos en el mundo para ser solidario, el uno con el otro, pero solo podemos ponernos, de parte de los que tienen el poder y lo utilizan para hacer el mal, para destrozar ilusiones, y hacer lo que les plazca.

Este régimen se convirtió en el verdugo del movimiento insurgente, “Alfaro VIVE Carajo”, que se estableció en su gobierno y entorpecía las reformas que implantaba el presidente; muchos de estas personas desparecidas, con la ayuda de militares y policías,

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