LA TEORÍA DE LA ESCUCHA COMO ELEMENTO DE LA COMUNICACIÓN

LA TEORÍA DE LA ESCUCHA COMO ELEMENTO DE LA COMUNICACIÓN

Emily Alexia Rivera Valdez

Sección ¨D¨

Comunicación: la escucha activa

La escucha activa consiste en una forma de comunicación que demuestra al hablante que el oyente le ha entendido. Existen varios niveles de escucha que se pueden emplear dependiendo de que del nivel de entendimiento que se alcanza en cada caso:

1. Parafrasear, es decir, resumir lo que ha dicho. Si alguna parte nos ha llamado la atención, podemos resaltar las palabras que más nos han impactado. Es una forma de dirigir la conversación, porque el hablante va a ampliar la información sobre lo que hemos subrayado.
2. Reflejar el estado emocional. Además de que se le ha entendido, se le muestra que se sabe cómo se siente. Ayuda; pero no basta con decir: “sé cómo te sientes” o “te entiendo”.
3. Validar: mostrar que se acepta lo que dice, aunque no se esté de acuerdo. Es aceptable lo que se dice, se entiende; aunque no se esté totalmente de acuerdo.
4. Estar completamente de acuerdo. Hay gente que la única forma que tiene de aceptar la empatía del otro es a través del acuerdo completo de la otra persona.
5. En cualquier caso, se puede cualificar lo que se dice como una opinión propia y no como una afirmación indiscutible. Se hace introduciendo un tono en la expresión que relativice lo que se dice o utilizando frases como: desde mi punto de vista, en mi opinión, etc.

Hay que tener en cuenta que no se puede aceptar aquello con lo que no se está de acuerdo; pero se puede validar lo que se oye y mostrar la discrepancia como una opinión propia. Hay veces en las que la opinión de uno no puede ser de ninguna forma aceptada, aunque sí oída.

Los ejercicios para comunicarse activamente dan resultado si los que hablan tienen algún punto en común en el que estén de acuerdo. Si no es así, hacer ejercicios de comunicación puede llevar a un distanciamiento entre los que lo hagan en lugar de acercarlos.

Para una mejor comunicación es necesario también:

• Tener habilidades expresivas
• Encontrar formas no defensivas de expresarse

Qué no hacer en la escucha activa

A continuación, enunciamos algunos fallos en los que puedes caer cuando pretendes realizar una escucha activa.

1. No rechazar las emociones que el otro manifiesta. Las emociones son reacciones automáticas que frecuentemente se dan en determinadas circunstancias; pero que no son obligatorias y no las controlamos. Por eso, decir a una persona que no debería sentir lo que siente implica un reproche sobre una conducta sobre la que la persona no tiene control. Hay que tener en cuenta que no está en su mano modificar ese sentimiento.
2. No juzgar. Recuerda el dicho bíblico: no juzgues y no serás juzgado.
3. No solucionar el problema. Quien te lo está planteando quiere compartirlo contigo, pero él (ella) es la responsable de solucionarlo. Tú solamente puedes escuchar y dar tu opinión.
4. No interrumpir. Espera a que la otra persona te dé paso, aunque no estés de acuerdo con lo que dice.
5. No cuentes tu propia historia. Recuerda que nadie escarmienta en cabeza ajena. Además, si te está contando algo es para que entiendas su problema y, si cuentas tu historia estaréis centrándoos en la tuya.
6. No des un consejo que no te hayan pedido.
7. No descalifiques cuando des tus opiniones.

Obstáculos para una escucha activa

Atención dividida, no centrar la atención, e intentar hacer muchas cosas a la vez.

Atención a nosotros mismos, comprometemos nuestra capacidad de escuchar al otro.

Fingir que escuchamos, y no lo estamos haciendo.

Quitar importancia, a las opiniones ajenas porque tienen creencias distintas a las nuestras.

ESTRATEGIAS DE COMPRENSIÓN para una escucha activa

Si no aprendemos a escuchar, especialmente en el trabajo, crearemos un ambiente poco saludable y cero productivo. Si deseas trabajar realmente en equipo, tendrás que mejorar la manera en la que te comunicas. Anota las siguientes estrategias para ser un mejor oyente:

1.-CONTROLA TU EGO. Será imposible escuchar al otro y realmente tener interés en lo que dice, si estás más enfocado en lograr que tu argumento sea el ganador. Tienes que pensar en el bienestar de todos los involucrados, no sólo en el tuyo.

2.-NO PIENSES EN UNA RESPUESTA. Una buena manera de saber que no estás escuchando a los demás es cuando en lugar de poner atención en lo que dicen y sienten, sólo puedes pensar en cómo responderles.

3.-RECONOCE LOS SENTIMIENTOS. Distinguir entre escuchar y estar de acuerdo totalmente con el otro es clave para mejorar nuestra estrategia de comunicación. Los buenos oyentes y los expertos en comunicación saben que no es necesario estar de acuerdo con tu interlocutor, sólo saber que los sentimientos del otro fueron escuchados.

4.-ADMITE SI NO ESCUCHASTE. Si no pudiste escuchar algo, sólo admítelo y solicita que te lo repitan de nuevo. Es mejor dar tu opinión o intervenir en el tema si conoces toda la información.

5.-LENGUAJE NO VERBAL. Ocupa tu lenguaje corporal para expresar interés en la conversación. Puedes inclinar la cabeza, inclinar el cuerpo hacia adelante, asentir con la cabeza, mantener contacto visual, etc., estos son indicadores de que estamos comprometidos y principalmente de que estamos escuchando.

6.-PRACTICA LA ESCUCHA ACTIVA. Procura escuchar lo que el otro quiere que escuches. Es decir, trata de ser receptivo ante los mensajes para que puedas comprender, teniendo una acertada interpretación de lo que te quieren comunicar y no tu propia interpretación de la conversación. Esto te evitará muchos problemas personales y en el trabajo. Con la escucha activa mejoras la productividad, las relaciones y los resultados.

La importancia de la escucha activa

requiere un esfuerzo consciente de parte del receptor para escuchar activamente al emisor. En pocas palabras, es dedicarle a alguien toda su atención, de esta forma la gente se siente libre de seguir hablando, incluso cuando usted no tiene nada más que ofrecerle que su atención. La escucha activa bien utilizada genera confianza, cercanía y seguridad.

Utilizando la escucha activa debemos conseguir que nuestro interlocutor se sienta comprendido y libre para expresarse, de igual manera, centrar su atención no solo en lo que dice sino también en lo que siente.

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