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La Educación En Las cárceles


Enviado por   •  26 de Abril de 2014  •  2.424 Palabras (10 Páginas)  •  371 Visitas

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LA EDUCACIÓN EN LAS CÁRCELES

1.- La educación es un derecho de todos. 2.- La atención a la población carcelaria constituye uno de los modos más significativos por las que el Estado puede renovar el compromiso con el respeto a ese derecho y la democratización de toda la sociedad. En una sociedad democrática la educación es indispensable.

Hacer visible lo invisible. El respeto del derecho a la educación de los presos no sólo

no forma parte de las reivindicaciones de lo que se ha dado en llamar “opinión

pública”, sino que muchas veces cuenta con su desaprobación.

1.- La educación en las cárceles por lo tanto no es la educación de los presos, sino

la educación permanente de todos aquellos que tienen algún vínculo con la prisión ;

presos, guardias, familiares de los reclusos, profesionales externos, etc. la educación la harán todos, no sólo los educadores.

2.- Las autoridades deberán promover y garantizar la educación para todos; deberán garantizar coherencia, estimularla, buscarla y ser su guardiana. Una coordinación nacional de los diversos poderes públicos sería entonces un instrumento

esencial y coherente.

3.- Se debe dar espacio al educador. Aprender es encuentro con otra persona,

aprender con él.

La educación es un derecho que debe respetarse y preservarse. Nunca puede intrumentalizarse y no tiene que ser asociada a la rehabilitación. Es un derecho, se

tiene simplemente por el solo hecho de ser persona. No debemos explicar ni convencer.

Alfabetizar no es solo aprender a leer y escribir, alfabetizar no es simplemente conocer las letras. Es suscitar y sustentar la motivación para un aprendizaje que no

siempre habrá de ser funcional. La alfabetización es un proceso, no una clase. No

se alfabetiza de la misma forma en que se decide mejorar un objeto.

La educación no formal es importante en las cárceles. Su flexibilidad ofrece mayores opciones para los presos.

La educación en las cárceles debe apuntar a fortalecer las prácticas y las instituciones democráticas y contribuir a la formación ciudadana.

La educación de adultos en las cárceles y la metodología para llevarla a cabo ha de

ser una educación centrada en la tolerancia que reconozca la diversidad.

SÍNTESIS: La educación en contextos de encierro conforma un escenario altamente complejo. Los establecimientos educativos que funcionan en instituciones penitenciarias desarrollan sus actividades en un campo de tensiones permanentes, generadas no solo por la particularidad de su alumnado sino por un difícil contexto de funcionamiento en el que priman las cuestiones de seguridad.

En este trabajo se analizan, primeramente, los contextos institucionales implicados, cárcel y escuela, considerando sus orígenes y su estatuto actual. Luego, se reflexiona acerca de la potencia de la educación para las personas privadas de libertad desde líneas teóricas vinculadas con la educación de jóvenes y adultos, no solamente con una mirada puesta en el futuro -cuando se salga en libertad-, sino con aquella que permite generar un proyecto de vida distinto, aun en condiciones de reclusión.

Introducción

La educación dentro de establecimientos penitenciarios es uno de los escenarios más complejos y quizás menos estudiado del campo de la enseñaza en nuestro país. La particularidad de su alumnado y el difícil contexto de funcionamiento definen una situación surcada por múltiples variables que implican diversos niveles de abordaje (UNESCO, 1995).

Los destinatarios de la educación en cárceles forman parte de la población a la que está dirigida la educación de jóvenes y adultos. Sujetos de múltiples exclusiones, su existencia nos revela en primer lugar una realidad educativa: "[...] la incapacidad como sistema de incorporar y retener a la población cuando tiene la edad de integrarse al trayecto que le corresponde en el sistema educativo" (Gracia de Millán, 2005) y, por el otro, acusa una asociación entre exclusión y marginalidad que suele estar relacionada con bajos o prácticamente nulos niveles educativos, que alertan sobre las necesidades de formación de este colectivo, si desde las instancias responsables se les pretende dar alguna oportunidad real de construir un proyecto de vida distinto al delito.

La escuela en contextos de encierro funciona a modo de una institución dentro de otra y supone conjugar prácticas y marcos normativos entre el sistema penitenciario y el sistema educativo con lógicas de funcionamiento diferentes: en el primero la del castigo y el disciplinamiento, fundante del derecho penal y las prisiones; y en el segundo la lógica del desarrollo integral de los sujetos, fundante de la educación1.

En todas partes las ofertas educativas destinadas a las personas privadas de libertad son heterogéneas y dispares, según el establecimiento penitenciario del cual dependan. Esencialmente se componen de planes de alfabetización, educación primaria, secundaria y en muy pocas jurisdicciones superior no universitaria y universitaria; sin embargo, la oferta educativa más difundida es la desarrollada a través de cursos breves de capacitación laboral, de diverso nivel y calidad. Los distintos actores que participan de estas propuestas -agentes penitenciarios, docentes, internos, funcionarios, familiares, etc.-, tienen diversos enfoques y valoraciones acerca de la función de la educación en este ámbito. Así, están dirigidas a los mismos sujetos pero cumplen distintos objetivos: ocupación del tiempo libre, re-socialización, disminución de la agresividad, proyección a la reinserción laboral, entre otras. Es decir, que en estos ámbitos conviven concepciones contradictorias o divergentes acerca de la función de los establecimientos penitenciarios y de la educación dentro de ellos.

Es en este marco que se despliegan diversos interrogantes que orientan el desarrollo del presente trabajo e indagan acerca de la posible incidencia de estas escuelas como productoras de significados con potencia para la reformulación de los proyectos de vida de los internos. En tal caso, ¿en qué condiciones puede habilitar una vida digna intramuros?, ¿cuáles son las circunstancias que

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