La escuela y la carcel, como institucion

TRABAJO PRACTICO N°2

“La escuela analogía con la cárcel”

DOCENTE: Alessio, Jorge

ALUMNO: Gonzalez, Matias Sebastian

AÑO: 2015

La escuela, analogía con la cárcel

        En este trabajo voy a tratar, desde mi punto de vista, analizar en base a conceptos de institución, situaciones hipotéticas, experiencias propias y material otorgado por el docente, a la escuela con la cárcel.

        Puedo decir que una institución es algo que surge en base a una idea de ordenamiento social, basado en un sistema de leyes. Dentro de una institución podemos encontrar estructuras rígidas de nivel jerárquico.

        En una escuela se encuentran en gran número a los estudiantes obligados por derecho a recibir educación y son los que le dan un sentido a dicha institución. Están agrupados por edades, en grados separados y deben acatar a la estructura social que se les impone, ésta a su vez es una representación, o bien está orientada a la sociedad “libre”, de un estado a la cual pertenece. En cada grado hay un maestro o maestra, sus deberes serán enseñar contenido preestablecido por el estado. En ocasiones son reguladores de la ley en tanto a las conductas sociales de los estudiantes. Más arriba podemos encontrar al cuerpo directivo encargados de la administración de la institución desde el cuerpo docente hasta lo edilicio.

        Dicho esto de esta forma parecería que los alumnos padecen de una situación de encierro que no solo se da en la escuela, sino también cuando sean ciudadanos “libres”. Y no es por causa de aislarlos en aulas cerradas y patios cerrados, tiene que ver la disciplina que tiende a corregir ciertas conductas que podrían llegar a comprometer la estabilidad social del grupo de alumnos. Y de esta manera alienarlos para que sean estudiantes obedientes de las leyes. Encerrar para educar es un concepto que se puede apreciar de dos puntos de vista; uno, la de proteger, cuidar, mientras el estudiante atraviesa una formación, y el otro es el de disciplinamiento, la hostilidad de rectificar un comportamiento.

Puedo encontrar, por mi bagaje escolar, características disciplinarias al momento del ingreso a la institución escolar con el llamado de un timbre o una campana, una vez dentro; en la formación de filas de menor a mayor, la oración a la bandera, el saludo a los/las docentes y el o la director/a (nunca saludamos de forma “oficial” al personal auxiliar y esto me demuestra un orden jerárquico establecido), y el ingreso de forma ordenada y por grado a las aulas correspondientes. Una vez en el aula la disposición de los bancos orientados al docente y al pizarrón también es símbolo de una conducta. El timbre o campana también sirve para anunciar los recreos y la finalización de la jornada. Todo esto responde a una disciplina de conductas militares. El resto son disciplinas de contenidos, como matemáticas, lenguaje, educación física, etc.

        La escuela tiene como fin preparar al estudiante para la vida cotidiana, laboral, para que sigan expandiendo su conocimiento y/o especializarse en alguna disciplina. En definitiva, la socialización del individuo.

        Si esta institución no logra concretar con su ideal de socialización, el individuo “mal formado” quedaría expuesto a caer en manos de los reguladores de la ley del estado, la policía, otra institución, y en el peor de los caso podría ser enviado a la cárcel.

        Esta institución, la cárcel, en similitud con la escuela es un edificio completamente cerrado, con un patio donde los convictos salen al recreo y al sonar el timbre deben volver a sus celdas o almuerzan o cenan. Están constantemente siendo vigilados por los guardias que se ocupan de prevenir conductas que comprometan la seguridad de los demás. El objetivo de encerrar a un individuo, es separarlo de la sociedad por considerarlo peligroso, separar al convicto de la criminalidad, reeducar al detenido para su reinserción en la sociedad, acallar a los oponentes políticos (esta circunstancia se produce, de manera especial, en las dictaduras, aunque también en las democracias pueden existir prisioneros políticos), impedir que los acusados (reos) puedan huir comprometiendo su próximo proceso, se habla, en este caso, de prisión preventiva. Aquí se ve una situación de encierro hostil por parte de las autoridades, debido a un comportamiento considerado criminal por la sociedad y que puede variar la pena según el grado.

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