La organización de la institución educativa
MANUMANU1983Apuntes3 de Septiembre de 2021
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Programa especializado en XXXXX
Módulo 1: la ESTRUCTURA de una institución educativa.
Clase: La organización de la institución educativa.
Contenido
- La matrícula.
- Los docentes y el equipo pedagógico.
- La infraestructura o la sede educativa.
- Recursos para el aprendizaje o didácticos.
- El entorno.
Desarrollo
Una institución educativa se debe comprender como un espacio de trabajo diseñado y organizado para desarrollar programas pedagógicos, culturales y de liderazgo social. El consabido ente establece acciones fundamentales de administración como cualquier empresa; pues planifica, efectúa y evalúa acciones. Tiene una jerarquía directiva que produce ideas y decide, asimismo otro nivel de ejecución y desarrollo formado por docentes, empleados administrativos y el sector laboral (obreros educacionales). En los casos donde existen instancias de coparticipación electas (como son las comunidades educativas, los consejos educativos y centros de estudiantes) estas ayudan a llevar la gestión educativa participando en la toma de ciertas disposiciones transitorias.
Las instituciones educativas están organizadas en cinco grandes dimensiones que son las que evidencian y ratifican su condición de entidad formativa. Estas dimensiones son: la matrícula, el equipo pedagógico, la sede educativa, los recursos para el aprendizaje y el entorno.
1.- La matrícula:
Está definida como el número de estudiantes inscritos en una determinada dependencia o espacio educativo durante un periodo de tiempo específico. Los estudiantes son la razón de ser de toda entidad educativa.
Dirigir o coordinar una matrícula escolar es cuidar ese conjunto de personas que la componen y que conocemos regularmente como alumnos (en cualquier nivel y modalidad del sistema educativo). Pues desde un niño, pasando por un adolescente y hasta un adulto mismo, deben ser objeto de máximo interés del Director y su equipo dentro de un establecimiento educativo. Revisar desde su evolución conductual (si son niños o adolescentes) o su rendimiento académico (en el caso de cualquier grupo etario; adultos inclusive). Y es que en su condición formativa todo plantel debe medir y reflexionar sobre los procesos académicos con sus propios participantes.
La matrícula no sólo son estadísticas o números; son rostros, son seres humanos ávidos de atención, son sujetos en formación y demandan un abordaje para con ellos a cualquier nivel o modalidad del sistema educativo. Entre más preciso sea el acompañamiento de ese educando más exitoso será el producto. Lo complejo está en el abordaje de matrículas muy numerosas (1000 o 2000 estudiantes), para lo cual se necesitan equipos de trabajo comprometidos a asumir fracciones de dicha matrícula en ese contacto permanente y evolutivo que debe tenerse con cada sujeto social.
De allí la necesidad de conocer en detalle la matrícula para darle la mejor atención posible; inclusive, en el mundo existen estudios de cuarto nivel (postgrados) compuestos por programas universitarios que le dan un trato individualizado a cada sujeto matriculado, cuidando sus intereses académicos particulares a través de tutorías y asesorías en áreas del saber muy específicas. Lo cual alimenta las buenas referencias académicas y humanas de dichos programas, garantizándole larga vida a los mismos.
Es importante considerar que en los niveles educativos más bajos (entiéndase escuela de primeras letras y la escuela secundaria) debe observarse a la matrícula de forma indivisible con la familia, por el ejercicio mismo de la corresponsabilidad educativa; considerada en algunos países latinoamericanos como un derecho (casos como el de Venezuela y Colombia). La misma ha sido definida como el ejercicio compartido, entre familias y docentes, de los procesos formativos de los niños y adolescentes, intentando llevar una escuela consensuada y auditada permanentemente para el beneficio de los sujetos participantes (en la educación superior o de adultos no existe o se desvirtúa el concepto de corresponsabilidad educativa) . En el caso de los niños y adolescentes, en el marco de la educación pública y gratuita, el abordaje de la matrícula debe vincular lo socio-económico con el tema sanitario; por ejemplo, la detección de un niño que este bajo de peso y talla indica muy seguramente problemas de aprendizaje producto de no estar bien alimentado.
Ciertamente, en algunos casos, al hablar de niños y adolescentes, el proceso de formación alcanza hasta los representantes, pues si tienes una niña con insectos malófagos (piojos) debes informar y formar a la madre o al padre en el tema para solventar el problema. Se concluye, indefectiblemente, que en edades escolares inferiores a los 18 años la matrícula no viene sola, sino que viene acompañada del núcleo familiar. Es aquí donde son importantes los equipos o departamentos de protección y desarrollo estudiantil para atender y resolver cualquier necesidad o falencia que presente estudiante alguno, tema para el que no hay edad muchas veces, pues desde la atención médica, psicológica y hasta económica, bajo un sistema de becas, siempre será de interés social y colectivo.
2.- Los docentes y el equipo pedagógico:
En este caso nos referimos al magisterio que hace vida en las unidades educativas y a todo ese equipo adjunto que complementa las funciones docentes con tareas burocráticas y de mantenimiento de la planta física (como lo es el personal administrativo y obrero).
En materia de gestión humana, es fundamental atender a las necesidades del personal que hace vida en cualquier organismo, no es solamente pagar una cantidad de dinero por los servicios prestados; es asumir la atención de sus necesidades como política de la institución o del Estado (si fuese el caso), bajo el lineamiento de un salario más social (que implique el acceso a la salud, a bienes y servicios, a la formación permanente y a la recreación inclusive).
Para los trabajadores en general, es importante el reconocimiento constante a su labor dentro de la institución como incentivo moral ante un entorno laboral y social. Si no faltó en todo el mes a su trabajo, debe hacérsele llegar un oficio o correo en el cual se le dignifique el esfuerzo felicitándolo por su responsabilidad en sus funciones. Eso es cuidar el ego y la emocionalidad de los maestros (y del resto del personal). El director del plantel debe cuidar a la principal herramienta que tiene para atender a la matrícula de la institución y tener calidad educativa como fin último.
3.- La infraestructura o la sede educativa:
Muchos teóricos evaden el tema fisiocrático de los procesos educativos, pero ciertamente debe entenderse que sin agua, sin energía eléctrica o sin baños en funcionamiento sería harto fatigoso echar a andar la enseñanza en un aula de clases. Y aun cuando las nuevas praxis educativas indiquen que la virtualidad es el futuro de la educación, siempre habrá un espacio físico que utilizar como centro logístico, repositorio de archivos o espacio para la planificación administrativa y de desempeño pedagógico. La infraestructura asimismo le da institucionalidad y seriedad a cualquier centro educativo, pues hace tangible y apreciable, en gran medida, las labores administrativas y pedagógicas.
En la educación es tan importante la logística como para los militares en las faenas bélicas. Para el seguimiento de las condiciones de infraestructura debe existir un subdirector administrativo, que muchas veces se recomienda que no sea un profesional docente sino profesional afín a los asuntos burocráticos (administrador, economista o relacionista industrial), para poder llevar el tema de los servicios y del buen estado de las instalaciones con la pericia y eficiencia necesaria. Pues la lógica administrativa tiene varias aristas, a saber;
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