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La Ética En El Trabajo En México


Enviado por   •  30 de Septiembre de 2013  •  2.367 Palabras (10 Páginas)  •  264 Visitas

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La Ética en el Trabajo en México

Introducción

Antes de iniciar con el tema, quisiera plantearme la siguiente pregunta ¿en qué contexto hablamos de ética profesional?, ¿Cuál es la importancia de este tema en nuestro contexto laboral? Sabemos que la corrupción social se ha agudizado desde los años 90, en la cual han participado profesionales de distintas carreras como diversas universidades y estratos sociales. El espacio político termino corrompiendo la actividad profesional. Ante tal acontecimiento, la actividad profesional debe recobrar su sentido a partir de la afirmación de su propio espacio. Desde ahí puede ayudar a recobrar el sentido de la moral social tan decaída.

Entender el papel de la ética en el trabajo requiere entender las profesiones, su acontecer y naturaleza. Desde ahí podremos comprender que hablar de ética no es simplemente un asunto adicional de buena voluntad, sino que es aquello que le da sentido a la práctica profesional.

Durante 2009 el 51% de las empresas en nuestro país fueron defraudadas por sus empleados, de acuerdo con el suplemento de México en la encuesta de delitos económicos 2009 de PricewaterhouseCoopers. Esta cifra de por si alarmante, es más si consideramos que el promedio global fue de 30% y de 35% en Centro y Sudamérica.

Según los expertos, existe lo que ellos llaman “El Triangulo de la deshonestidad”, el cual se conforma por tres elementos:

1. La presión de delinquir,

2. La racionalización de nuestros actos (convencernos de que no estamos actuando mal) y,

3. La oportunidad.

Hoy las empresas en México se dan cuenta de esta realidad y por lo que toman cada vez más medidas para evitar estas situaciones, que si bien hacen daño al patrimonio de la organización, tienen efectos mucho más graves en quienes delinquen y son descubiertos, como la pérdida de su reputación, el respeto de otros, e incluso su libertad.

Algunas medidas preventivas para evitar que esto ocurra pueden ser:

• Crear una línea de denuncia anónima. Esto puede disminuir la incidencia hasta en un 50%,

• Mandar un mensaje de cero tolerancia ante estos actos,

• Comunicar en forma explícita un código de conducta y ética,

• Contratar y promover gente apta y con reputación intachable y,

• Aplicar pruebas e implementar sistemas para comprobar la honestidad de los empleados en forma recurrente.

Se tiene conocimiento que esta ultima recomendación ha arrojado resultados ambivalentes, en una encuesta realizada por el equipo de producción de un programa radiofónico, como resultado se obtuvo que hay personas que están dispuestas a pasar por estos filtros, pues “el que nada debe, nada teme” y otros que se sienten ofendidos ante la posibilidad de ser cuestionados.

Tanto las medidas preventivas como las investigaciones han aumentado en el entorno corporativo de nuestro país, y han dado pie al crecimiento de empresas que se dedican a la prevención de estos delitos.

En nuestra vida profesional existe lo que entiendo como un “contrato emocional” con las empresas para las que trabajamos. Este contrato debería ser percibido como justo por ambas partes y proporcionar una base de equidad entre nosotros y nuestros empleadores, incluyendo valores que nos ratifiquen porque trabajamos en la actividad que realizamos y recibimos un pago por ello, entendiendo nuestra relación como justa y satisfactoria, por lo menos temporalmente.

Siempre habrá alguien que gane más que nosotros, que sea más listo, que crezca más rápido, y muchas veces no entenderemos las razones o las consideraremos injustas. Si dejamos de ver el jardín de al lado, que siempre es más verde, y nos concentramos en regar el nuestro, sembrar lo que queremos que florezca y lo cuidamos con dedicación y empeño, al final tendremos todos los frutos de los cuales podremos sentirnos orgullosos, que hablaran de quienes somos. Estaremos contribuyendo a tener un mejor país y seguramente dormiremos mejor y seremos más felices.

Las empresas pueden ser corresponsables al no implementar medidas que rompan con el triangulo de la deshonestidad, pero al final la responsabilidad de una vida recta esta en cada uno de nosotros.

Desarrollo

¿Cómo va la ética en nuestro país? ¿Es sensato seguir hablando de ética en nuestro país cuando encontramos un déficit moral en todos los niveles? Por eso algunos pueden sostener que hablar de ética en nuestro país es como hablar de la “dentadura del pollo”. Sin embargo aunque los hechos sean así, no debemos dejarnos aplastar por ellos.

Pero; ¿Es racional seguir hablando de ética en este contexto?, a opinión muy personal creo que sí, porque el hombre, es un ser teórico por naturaleza, el cual se resiste a someterse a los hechos fríos y obscuros. ¿Por qué es posible seguir hablando de ética? Porque los seres humanos, a pesar de nuestros condicionamientos, hacemos opciones fundamentales (personal y social). En la primera desarrollamos las capacidades intelectuales y morales. La ética tiene que ver con el bien personal; la autorrealización o felicidad. En la segunda, tomamos la decisión de realizar el bien común, para lo cual participamos en una actividad urbana. De lo contrario, nuestra existencia social se pone en riesgo, porque el bien común abarca la realización de las necesidades indispensables para vivir humana y dignamente. Al final ambas opciones son en realidad una misma opción que se expresa de dos maneras. Es decir, que la ética tiene que ver con el compromiso de ser una buena persona, la cual pasa por la realización del bien común y la búsqueda de la plenitud de nuestra existencia.

Sin embargo, contra la concepción liberal tradicional, dicha opción requiere de condiciones previas que la hacen posible, no es un acto espontaneo ni esporádico. Entre las condiciones previas están, especialmente el marco de referencia cultural, el saber practico y la sensibilidad. Curiosamente la búsqueda de esas condiciones es ya una búsqueda ética, la cual nos lleva a interrogar a nuestro marco de referencia, en especial la referida a la corrupción. ¿Cuáles son sus causas? ¿En qué nos involucra? ¿Cómo afrontarla o enfrentarla? Requerimos pues, cuestionar, interrogar, y al hacerlo estamos planteando una opción ética. Interrogantes que nos llevan a la búsqueda de la vida buena. La interrogación y la búsqueda son entonces dos

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