Lenguaje De Los Etereotipos

Los estereotipos son generalizaciones de los diferentes aspectos más comunes o más polémicos de la sociedad, un conjunto de prejuicios que han quedado a lo largo del tiempo y que pasan a formar parte de la sociedad. Los estereotipos se van formando en mayor parte por los Medios Masivos de la Comunicación, que a través de los anuncios comerciales, forman características que supuestamente distinguen a las personas (que en realidad pasan a ser prejuicios) estableciéndose así los estereotipos.

Existen tres clases de estereotipos principalmente; están los estereotipos sociales que son sobre los distintos grupos sociales (ricos, pobres, clase media, “pelo lais”, “pokemones”, etc.), los estereotipos étnicos son sobre las etnias de cada persona (judíos, negros, gitanos, etc.) y los estereotipos sexistas que son sobre el sexo de la persona (mujer o hombre) y le dan más valor a un sexo que a otro.

En este texto argumentativo se mostrará que a través de los Medios de Comunicación, los estereotipos – especialmente los sexistas y los sociales – tienden a perjudicar más a la mujer que al hombre y, por lo tanto, a generar una peor imagen de ella que del hombre.

Esto sucede porque en los anuncios comerciales aparecen más mujeres que hombres muchas veces, pues generalmente consumen más. Pero sucede que, con el objetivo de vender más, los medios de comunicación muestran a una mujer idealizada, con todos los atributos que supuestamente son los perfectos. En un estereotipo social (como la gente de clase alta), muchas veces se muestra, detrás de esta imagen de mujer con un perfecto físico, una mujer débil, dependiente del marido (no trabaja y se queda en la casa), indefensa, sensible, a veces exigente con su marido, etc. Y en los estereotipos sexistas, también detrás de esta imagen de mujer con físico perfecto (pero esta vez exagerado, con cuerpo voluptuoso), se muestra como un objeto sexual para el hombre, más “alzada”, fresca, etc. También sucede muchas veces que se muestra a la mujer como alguien muy habladora, chismosa, poco inteligente, torpe, entre otros aspectos.

Esto obviamente perjudica a la mujer pues crea una generalización prejuiciada de ella y todas las características mencionadas antes que crean los estereotipos pasan a ser características típicas de la mujer, cuando en realidad esto no es así, pues el sexo no determina la inteligencia, la torpeza, la cantidad que habla, quién es más “alzado”, etc.

Esto se comprueba con el análisis hecho por el consejo Audiovisual de andaluz, que afirma que “En concreto, el 61 por ciento de los 'spots' estudiados presentaba una imagen reduccionista de la mujer adjudicándole los papeles de "responsable exclusiva del cuidado de la ropa y de la casa, cuidadora de la familia y ama de casa". Asimismo, se reflejaba a este género como "incapaz de controlar sus emociones y reacciones". Esto nos muestra que se generan más imágenes reduccionistas de la mujer que del hombre y que, por lo tanto, los estereotipos perjudican más a la mujer que al hombre.

Los estereotipos también perjudican más a la mujer porque el hombre generalmente aparece como el más inocente (en el sentido de que la mujer es la que supuestamente lo incita a hacer algo, él nunca inicia las cosas), el más bueno, el que no hace nada, y que le llueven las mujeres, desesperadas que se lanzan hacia él. Esto sucede especialmente en los estereotipos de tipo sexistas, en los que se sobrevalora al hombre por sobre la mujer, y ella es como un objeto sexual para el hombre. Es cierto que el hombre también se muestra idealizado, como si fuese perfecto (cuando por detrás se muestra una mala imagen de él), pero la mujer más.

Entonces, la mujer se ve más afectada, aunque el comercial sea de hombre, pues muchas veces en estos la mujer aparece como el objetivo de la acción, como el objeto, y ella

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