Leyes En Materia Educativa De México
gusepa30 de Marzo de 2012
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Martha Patricia Zamora Patiño.
Universidad Ibero Americana A.C.
Introducción:
Este tema es un estudio de largo proceso, por tratarse de dos siglos, pero al mismo tiempo los frecuentes cortes gubernamentales - y por consecuencia jurídicos - permite estudios cortos, por gobierno, por tendencia, por tipo de norma jurídica, etc.
La temática se presenta de dos maneras, una es a través de un análisis cuantitativo, al mencionar la serie de múltiples disposiciones legislativas, que en materia educativa se emitieron, la otra es a través de un análisis cualitativo que considere las constantes y las diferencias en sus contenidos, sus argumentos básicos, etc., con este fin se elaboró un cuadro comparativo que aparece al final. Para un estudio más profundo de cada norma jurídica se sugiere la lectura de fuentes que son eruditas en ello: Manuel Dublán y José María Lozano; Adolfo Dublán; Ernesto Meneses Morales; Felipe Tena
Ramírez , entre otros.
México en el siglo XIX
La situación del nuevo país en sus inicios no era muy optimista. Se trataba de un gran territorio, fragmentado por su accidentada geografía, con una población étnica diversa y una economía en crisis que tuvo que recurrir a préstamos forzosos entre sus pobladores, a impuestos nacionales y aún peor, a préstamos del exterior. El grupo en el poder se encontraba fraccionado y enfrentado entre sí, lo que provocó una larga serie de guerras internas a las que se añadieron invasiones extranjeras. A esta situación se sumó el insuficiente sistema de comunicaciones; una gran población analfabeta y una intervención centralizadora del poder, ejercido por caudillos militares, jerarcas eclesiásticos y caciques que inhibían toda participación de carácter democrático.
El siglo XIX fue un largo proceso de cambios, rápidos en la política y con menor velocidad en lo social. El problema prioritario - de todos los existentes - fue definir la identidad política del nuevo país. La minoría criolla, detentora del poder, se dividió entre dos modelos contrapuestos: uno que pretendía imitar al país vecino del norte, como proyecto civilizado occidental, de tipo republicano, federal, laico, y otro que defendía las tradiciones coloniales, con tendencia centralista, católico, conservador y monarquista.
El enfrentamiento entre estos dos grupos se prolongó toda la primera mitad del siglo XIX, lo interesante es que las dos opciones de gobierno - que a distancia fueron cuatro: monarquía nacional, monarquía con príncipe europeo, república centralista y república federalista - se ensayaron en México, dentro de un ambiente de guerra, por supuesto.
En esta búsqueda de identidad política se ocupó el grupo gobernante. Sólo entre ellos se dio la discusión, pocas veces al pueblo se le consultó. Lo importante era mantenerse en el poder y parecería que en eso dedicaron todo el tiempo y todas sus fuerzas, aunque la misma legislación emitida por cada uno de esos gobiernos, nos demostrará que se dieron tiempo para atender otros aspectos de la vida nacional, como lo es el caso concreto de la educación.
Si bien el panorama de la historia muestra constantes enfrentamientos armados de grupos con planteamientos políticos diferentes, no lo fueron del todo en su programa. Ambas facciones eran formadas por personas de la misma extracción social, los dos intentaban constituir el nuevo estado, reafirmando la identidad sobre símbolos estrictamente mexicanos, en su mayoría prehispánicos y católicos, por su apego a la Virgen de Guadalupe y a la unánime adopción como escudo del águila sobre el nopal. Además una fe absoluta en la ley como factor único de la felicidad popular . Los dos grupos estaban de acuerdo en que la dirigencia del nuevo estado correspondía a la minoría criolla y mestiza, sin intervención de la mayoría indígena y campesina . O´Gorman afirma que entre liberales y conservadores eran más las convergencias que las divergencias. Juárez y Maximiliano, por ejemplo pretendían, cada uno organizar un estado fuerte y moderno para incorporar al país en el concierto de las civilizaciones de su época y lograr la prosperidad .
Otro punto de coincidencia, es que ambos procuraron extender la educación en el país, al menos la elemental, porque compartían la seguridad de que el atraso del país, la infelicidad y pobreza de la gente se solucionaría al recibir instrucción. Alamán, Mora, Rabasa, Altamirano, Sierra, etc., todos opinaban por igual y se comprobará ese interés compartido con la gran serie de disposiciones al respecto, tanto de unos como de otros.
El grupo político liberal consiguió el triunfo. Su programa se basó en la secularización de la vida política del país, para lo cual acabaron con los privilegios de corporaciones, atacaron las propiedades eclesiásticas y comunales indígenas, promovieron el desarrollo de la economía de libre empresa y los valores sociales democráticos, bajo fuertes posturas anticlericales.
El mismo gobierno monarquista de Maximiliano ratificó las Leyes de Reforma como la nacionalización de bienes eclesiásticos, libertad de culto y de prensa, estableció que la instrucción primaria sería gratuita y obligatoria; creó una comisión para estudiar la situación del indígena y poder mejorarla, dictó la Ley de Peones que establecía entre otras cosas la abolición de castigos corporales, horarios de trabajo, obligación de patronos a proporcionar escuelas gratuitas cuando tuvieran a su servicio más de 20 familias.
Juárez fortaleció al grupo liberal con la Constitución de 1857 como bandera de la legalidad, identificó al estado como sinónimo de gobierno y a éste como equivalente a autoridad, fue por ello el instaurador del sistema presidencial. Convirtió al ejecutivo en el eje del poder en todos sentidos, que Díaz llevaría luego a su extremo.
Esta época del gobierno de Juárez se caracterizó por la creación de mecanismos para redistribuir factores de producción: tierra y fuerza de trabajo; se inició la construcción de vías de ferrocarril, restricción de alcabalas, ampliación de mercados para la producción agrícola y manufacturera .
Lerdo consolidó los principios liberales al incorporar las Leyes de Reforma a la Constitución en 1873. Favoreció los intereses comerciales y financieros de extranjeros, logró atraer capital inglés para la construcción del ferrocarril México - Veracruz que se completó bajo su régimen . Para aplicar esa Constitución hubo necesidad de recurrir a la fuerza, fueron numerosos los levantamientos que se originaron en su contra.
Se legisló para favorecer la explotación de baldíos y yacimientos mineros; para la creación del mercado nacional, la incorporación de México al capitalismo internacional, aumento de inversión extranjera, boom ferrocarrilero, expansión de exportaciones, desarrollo de fuerzas productivas en comunicaciones y transportes, industrias de transformación, creciente monetarización de la economía, aumento de medios urbanos. La administración cobró el primer lugar y se impuso a la pretendida participación popular, así fuera en forma de noticia o de elecciones, éstas se dieron por descontadas para reelegir a Porfirio Díaz después del gobierno de Manuel González en 1884. La Constitución se reformó para suprimir la vicepresidencia, permitir la reelección y otras medidas. Lo que no se consiguió asegurar fue la facultad legislativa del Ejecutivo, pero el Congreso concedió facultades extraordinarias al suplir esa falta para enfrentar los embates de la modernidad.
La mejora económica de finales del siglo se convirtió en aliado del programa material, sólo alterado con algunos levantamientos de descontento, pero siempre local. El país necesitaba ese ejecutivo fuerte, El régimen se afianzó por las habilidades políticas de Díaz, incorporó o desarmó a sus enemigos políticos, controló la provincia, sujetó a gobernadores, él se convirtió en una formidable maquinaria de información y control, para lo cual contó con los adelantos en comunicaciones del ferrocarril y telégrafo. Al decir de Luis González, Díaz al igual que Juárez abrieron las comunicaciones de México con Europa, en sus modos de vestir, comer y decorar, pero al mismo tiempo fomentaron el nacionalismo sobre todo entre clases bajas, los dos fueron patriotas, Díaz fulminó el regionalismo en nombre de la unidad nacional, la liturgia patriótica vigente hoy es su obra, sólo se han añadido algunos nombres al santoral patrio, alguna fecha al calendario de festividades cívicas .
Las modificaciones a la Constitución permitieron las continuas reelecciones de Díaz, secundadas por las de los gobernadores en los Estados. A partir de los primeros años del siglo XX se aceleró la crisis del sistema. La inamovilidad del grupo en el poder, la desigual distribución de riqueza, condiciones de pobreza extrema en algunos sectores de la población y otros factores provocaron el movimiento revolucionario de 1910 que dio fin al gobierno de Porfirio Díaz.
Las normas legislativas
Los constantes cambios políticos y la corta existencia de los gobiernos propició la proclama de numerosas disposiciones jurídicas, que por lo mismo se caracterizaron por ser espontáneas, casuísticas, sin corresponder a una agenda legislativa explícita, y aunque su cantidad hace creer que eran superficiales, en realidad lograron transformaciones de fondo
La historia jurídica en México presenta una serie de leyes sin la consideración popular, creadas después de un enfrentamiento armado para legitimar alguna posición de la minoría. La costumbre fue legislar después de la violencia, sin elementos consensuales, los que irán apareciendo en el tiempo, por ello todas
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