MANDO Y DISCIPLINA

  MANDO Y DISCIPLINA

INTRODUCCIÓN

Toda orden corre el gran riesgo de ser mal comprendida; una orden oscura no será comprendida jamás. Lo inesperado llega siempre. El jefe que se consagra a deshacer los ataques del azar y que por adelantado fortifica los puntos vulnerables de sus planes tiene un poco más de posibilidad que otro para imponer su voluntad.

El mando es el ejercicio de la autoridad dentro de determinada función; es decir, el mando es la autoridad puesta en acción. El poder de mandar necesariamente incluye tres funciones diversas como determinar lo que debe hacerse, estableces el sistema en que debe realizarse y vigilar que se haga. El mando se puede impartir de dos formas básicas, dando órdenes e instrucciones, pero se debe encontrar el equilibrio correcto para no confundir dicho proceso.

DESARROLLO

Las órdenes consisten en la autoridad, mediante ellas un superior transmite a sus subordinados la indicación de modificar una situación en particular y concreta, es decir de lo que debe realizarse o dejarse de realizar en una acción, en tanto a una instrucción se refiere no a una situación particular y concreta sino a una norma o procedimiento que ha de aplicarse en una serie de casos similares que se presenten de forma repetida. Cualquier orden e instrucción deben ser planeadas, en primer lugar, toda orden debe ser dada con claridad, y ser emitida con lenguaje sobrio y sutil para que quien deba obedecerlas, lo haga de manera correcta sin sentirse atacado de alguna forma. El mando es algo esencialmente humano; si se basa en la autoridad moral, su eficacia depende de la capacidad de convencimiento que tengan los jefes. El llevar a cabo una orden requiere de una disciplina la cual consiste en mantener un orden en la ejecución, existe la disciplina positiva que se realiza de manera espontánea a las reglas, eliminando todo lo que pueda estorbar para su cumplimiento estimula la cooperación haciendo participar a quienes han de obedecer las normas en la formulación de estas. En tanto  a la disciplina negativa implica sanciones y castigos que desafortunadamente son los más usados. Obedecer quiere decir cumplir la voluntad de quien manda  y la  importancia de una orden se lada quien lo ordena, si pedimos algo en determinado tiempo y no está listo, nosotros mismos estamos desmeritando el valor de esa orden y dando poca importancia a su cumplimiento.

CONCLUSIÓN

No se trata de que los subordinados hagan exactamente l que el administrador desea, sino que ellos mismos creen la forma en llegar a cumplir objetivos, llevando una disciplina conveniente para lograr estos objetivos de manera personal y de la empresa. La disciplina y el mando son importantes ya que son una parte de la conducta, con esto podemos decir que es un elemento funcional para la dirección, con la finalidad de que los subordinados sean capaces de enfrentar cada vez con mayor eficiencia El mando y el resto de los elementos funcionales de la dirección deben constituir una unidad, de forma tal que al ejercer el primero se garantice que entren en funcionamiento los procesos restantes. En cuanto a la disciplina es un requisito indispensable para conducir al colectivo hacia los objetivos trazados.

OPINIÓN

La función de mando es una función imprescindible en el ciclo de dirección, debido a que todo sistema empresarial se encuentra bajo el efecto de tendencias de todo tipo para su crecimiento y también estancamiento principalmente por factores externos. Estas influencias ocasionen determinada desorganización en la empresa, por eso la importancia de la función de mando para mantener, conserva el sistema y tener los parámetros previstos. La función de mando es la que garantiza  que se detenga o modifique alguna acción.  Una persona que dirige y manda  debe ser alguien capaz de tomar decisiones, de asumir responsabilidades, perfectamente informado de su cometido y con capacidades suficientes. Cualquier persona con unas capacidades mínimas puede llegar a ser un buen mando, ya que es cuestión de aprendizaje y de esfuerzo. El mando debe de controlar los resultados obtenidos de forma periódica con el fin de poder coordinar  los distintos logros con las expectativas iniciales y comprobar si los resultados son los esperados. La parte esencial de la función de mando es la toma de decisiones, y va conjuntamente dirigido mediante esta, ya que el que está a cargo de la dirección y mando debe garantizar la conducción de un sistema claramente organizado que lo dirija hacia los objetivos planificados. Según el principio de autoridad, que requiere contar con la capacidad de poder decidir, cuando el que está a cargo de dirigir, ordena hacer algo en lo que no se cree, debe existir cierta autoridad que rija la forma correcta de instruir u denar,

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